EL HOLOCAUSTO DE OBRAS PUBLICAS MUNICIPAL

Por Redacción de radio El Faropr.com

Para el pasado 29 de septiembre de 2008, unos cuarenta (40) empleados del departamento de obras públicas del municipio de Carolina, le cursaron una carta al alcalde José Carlos Aponte. En dicha carta ellos le solicitaban al alcalde que  interviniera ya que todos ellos estaban siendo víctimas de acoso y abuso de  poder de parte de Víctor Rodríguez Mangual (El Caneco), director de ese departamento.  Este desarmado tenía la costumbre de insultar a los empleados diciéndole que eran unos vagos, brutos e incompetentes.  Este tipo que no merece ser director en ninguna parte se refería por sus espaldas despectivamente hacia ellos  diciéndole que el personal que el tenia allí eran unos medicare y unos monitos y otros comentarios de corte racista.
                            
Todos esos empleados le estaban solicitando al alcalde Aponte, que se reuniera con ellos, cosa que nunca sucedió y el alcalde Aponte, muy lejos de demostrar receptividad y una actitud conciliatoria comenzó a desatar un plan sistemático de abusos y de persecución selectiva contra todos los empleados que habían firmado dicha carta. Como siempre suele suceder otros empleados con menos aprecio por su autoestima y buscando su seguridad personal sabían de esta situación, pero no querían exponerse al riesgo de tener que soportar represalias en su contra y todos ellos prefirieron guardar silencio y NO  firmaron dicha carta para así mantenerse en sus zonas de comfort y de buenas.

La actitud hitleriana asumida por el alcalde Aponte, fue otro ejercicio de abuso de poder que dio comienzo a otro exterminio similar y el holocausto como los Nazis llevaron a cabo contra los judíos, los rusos y los negros y todo aquel que no era de la etnia germánica. Poco a poco fueron masacrando uno a uno a esos empleados que su único pecado fue el clamar  por justicia y equidad. Sin piedad de clase alguna se les fabricaban casos  y se valían de otros empleados para acosar y hasta tratar de agredir a otros, mediante el uso de la fuerza. Allí se creó un ambiente de caos y de terror donde la integridad física de algunos empleados corrían peligro y se vieron amenazada.

Así las cosas, se incrementaron toda clase de acciones para mantener a raya y dividir a los empleados en grupos sectarios para poner a pelear el uno contra el otro, tal y como lo hacen los regímenes totalitarios. En el municipio de carolina el decir la verdad y reclamar los derechos que le asisten a cualquier empleado es considerado como un  pecado capital  y de alta traición donde se le aplica la más severa sentencia como si fuese una diabólica inquisición. De los cuarenta (40) empleados que firmaron esa carta tan solo se mantienen laborando hoy en día cerca de unos diez (10)  y los otros treinta (30) fueron  sistemáticamente masacrados  y a otros les fabricaron casos para destituirlos y así fomentar que otros empleados prefirierieran retirarse a destiempo por el clima laboral hostil que allí este individuo les creó con la anuencia del Alcalde.  El Alcalde José Carlos Aponte, nunca hizo nada para atender este asunto y su actitud fue de darle carta de legalidad y un cheque en blanco a Víctor Rodríguez Mangual para que  prosiguiera ejecutando sus ataques sin piedad. Si Víctor Rodríguez Mangual es un tipo siniestro y malo, el Alcalde José Carlos Aponte, quién es su maestro lo supera por mucho y es la estaca de amarrar la maldad con la cara de tipo bonachón fingido que presenta hipócritamente ante el público. El tipo lo que tiene por alma y sentimientos  es una legión de demonios de la mayor perversidad que pueda existir en el mundo de las tinieblas al extremo de hacer llorar al diablo y eso es mucho decir y se necesita.

Hace varias semanas atrás ocurrió un serio incidente donde a un Supervisor de una brigada de nombre Gregorio (Goyo) y se dice que fue agredido por varios empleados de ese departamento de los que son de la nueva cosecha de maleantes que ha reclutado Víctor Rodríguez Mangual. No se sabe si en este caso hubo una querella formal por agresión o si el municipio está conduciendo una investigación al respecto para esclarecer estos hechos y fijar responsabilidades. De seguro que al Supervisor le habrán de intentar fabricar un nuevo caso a raíz de este incidente aunque el haya sido la víctima y perjudicado. A ese Supervisor, Víctor Rodríguez Mangual (El Caneco) le tenía el ojo clava’o y le radicó un caso por la supuesta pérdida de un “Trimmer”. Este empleado trató de defenderse de esas imputaciones donde se alegaba que aparecía que otro empleado fue el último que aparecía firmando por el uso del alegado “Trimmer”  que se había extraviado o perdido. Aun así al Supervisor le aplicaron una suspensión de empleo y sueldo y le requirieron el pago de aproximadamente unos $1,350.00 dólares por la supuesta pérdida del equipo.

¿Qué usted puede esperar de una gente nebulosas y de bajo perfil como esta? Al Sr. Antonio Perea que era el Director Auxiliar es una persona mayor y con cierto grado de impedimento físico Víctor Rodríguez Mangual lo agredió de abuso  lastimándole un ojo que ya se había lastimado y había sido operado y que trajo como resultado la perdida total de la retina del ojo derecho como consecuencia de  un accidente con un vehículo oficial.  El encubridor mayor que existe en Carolina, el Alcalde José Carlos Aponte, se niega a atender una querella presentada por el Sr. Perea en la Oficina de Asuntos Internos del municipio  para que se procesara administrativamente a Víctor Rodríguez Mangual. A la fecha de hoy y a pesar que en el Tribunal  Superior de Carolina el acusado Víctor Rodríguez Mangual terminó admitiendo los hechos ante una Juez Municipal, esta querella la han mantenido durmiendo el sueño de los justos y la tradicional  táctica de extinción. De ninguna manera quieren acusar al Caneco Víctor Rodríguez Mangual, quien  siempre ha tenido un  guille de guapetón de barrio, pero en su interior es un soberano cobarde porque solo ataca por las espaldas y no va de frente y se vale de sus espalderos y perros amaestrados.


El Alcalde  abusador y de dos caras que nos gastamos en Carolina y a todos los espalderos que lo han venido protegiendo, les va a pasar peor que al Alcalde de Rio Grande, cuando los arresten por sus múltiples fechorías y la corrupción estilizada que se práctica en ese municipio desde que los Aponte-Gambini se allegaron al poder y se han enriquecido valiéndose de ese poder mal ganado. Miren si las cosas en ese lugar están bien malas que en días pasados les robaron las tablillas a los vehículos personales de Víctor Rodríguez Mangual, Luis Castro y al Ing. David Jerez dentro del estacionamiento para empleados. Dicen que allí han puesto a trabajar a mucha gente del banco de talento y del Capital Humano del  Caneco Víctor Rodríguez Mangual y que no hay control alguno con los depredadores de lo ajeno. Dicen que obras públicas y ornato se podría convertir muy pronto en una filial de la Asociación de Malhechores Unidos de Carolina.

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