OBRAS PÚBLICAS DE CAROLINA UNA BOMBA DE TIEMPO
Por Redacción de radio El faropr.com
Cuentan y no acaban que en obras públicas y ornato del
Municipio de Carolina, lo que hay es un saperoco de siete pares. Hay versiones en
el sentido de que un Supervisor de una brigada, le tomó una foto a otro
empleado que estaba escondido en un lugar fumándose una masucamba (Mahiguana)
de esas Colombia Specials. Eso esta rega’o
en el departamento y se dice que huele a sangre, pues ese Supervisor conocido
por Tom, raudo y veloz, fue y le mostró la foto al Caneco Víctor Rodríguez Mangual.
Dicen que hay brigadas que se van a capear a puntos de drogas en los vehículos
oficiales.
Por otro lado dicen que hay un ingeniero que le están
horneando a fuego lento en Asuntos Internos, no un pavo sino una suspensión de
empleo y sueldo por un supuesto acto de insubordinación radicado por Víctor
Rodríguez Mangual (El Caneco). Se alega que a este Ingeniero, quien también
está a punto de coger la pela que se le perdió a mogollo, porque se dice que les
habla y maltrata a los empleados bajo su supervisión con un léxico florido,
pero de palabras obscenas.
En reiteradas veces hemos dicho que en ese
departamento está como una olla de presión o peor aún como un volcán a punto de
erupción, donde la agresión verbal y física se va a manifestar de un momento a
otro. El principal responsable de todo lo que allí sucede es el Caneco Víctor
Rodríguez Mangual y su quebrado banco de talento, reclutando a algunos
empleados de moral distraída y el capital humano que hay allí, no tiene nada
que envidiarle a los ñetas y el bando de los 27. Todo esto se está dando porque
en ese departamento hace tiempo no hacen las pruebas de substancias
controladas. Por lo que se nos ha informado el día en que la hagan se van
ajuste casi un tercio de los empleados de la nueva cepa que ha seleccionado El
Caneco. El Caneco, muy sabiamente está utilizando y explotando esos recursos de
su “dream team” para capitalizar y extrapolar la situación a su favor. Allí
también hay empleados serios y comprometidos con su vocación, pero viven
atemorizados y no pueden protestar so pena de ser objetos de la represión y el
odio que destila toda esa caterva de gentusa pervertida que responden como
perritos falderos al Caneco.
Cualquier desgracia que surja allí va a ser de la
entera responsabilidad del Alcalde José Carlos Aponte, por darle rienda suelta
al Caneco, para que haga y deshaga a su voluntad, tal y como lo ha hecho con
Juan Ortiz Crespo, el Gerente de Seguridad que ahora tendrá que responder ante
la justicia y ahí están los resultados. Allí en obras públicas han estado trabajando
empleados que han portado hasta grilletes
y han estado bajo la supervisión del departamento de Correccion con un
socio-penal en violación a la ley que rige el reclutamiento en el servicio
público. Como es que este Alcalde Charlatán actua como el temido Joseph Mengele
y se atreve a decir que tiene a Carolina a otro nivel, cuando en ese municipio
sus empleados se sienten como rehenes en un campo de concentración nazista de
la categoría de Auschwitz.
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