EL QUE A HIERRO MATA A HIERRO MUERE
Por Redacción de Radio El Faropr.com
Pica
y se extienden las controversias en el departamento de obras públicas y ornato
del municipio de carolina. Nos informan que el pasado viernes en la tarde se
iba a formar tremenda trifulca entre dos empleados. Gracias a la intervención
de otros compañeros la sangre no llego al rio.
Dicen
que uno de esos empleados es un tal Vicente que es capataz de una brigada de
construcción en obras públicas y que es uno de los mayores lambones y
espalderos que fueron ascendidos por el Caneco Víctor Rodríguez Mangual. Nos
informan que el tipo quiere subir con la espuma de champagne y abrirse paso a
como dé lugar, no importa a quien tengan que linchar.
El
otro empleado es un testigo en el caso de otro empleado que ha radicado una
querella contra El Caneco ante la EEOC, por discrimen racial. Se dice que ese
tal Vicente es testigo contra el empleado que radico dicha querella ante la
EEOC, en una acción orquestada y planificada por El Caneco en un caso que le
están cocinando a fuego lento en la oficina de asuntos internos del municipio.
Hay
un tal Castro, que tiene a su cargo
parte de las brigadas de ornato y este ocupa un puesto como Ejecutivo I. Se
dice que recientemente El Caneco y el tuvieron un serio encontronazo por radio y que luego tuvieron otra discusión
cara a cara. Ese ha sido el detonante y la gota que colmo la copa para que El
Caneco, le diera bola negra al tipo, para irlo masacrando y eventualmente
buscarle un sustituto de su entera confianza.
Se
dice que al tal Vicente, El Caneco le ofreció ese puesto, aun cuando no
cualifica, bajo la promesa de que debe ayudarle a sacar a todos sus “enemigos”
de los aposentos diabólicos que El Caneco y su caterva de facinerosos han
creado allí, donde impera la maldad y el odio. El problema que confronta el tal
Castro es que el no goza de una buena relación con los trabajadores, por las
presiones indebidas a que los sometía, pensando que se ganaría el afecto y
favor de la funesta administración
municipal.
Eso
lo ha colocado en una zona de fuego hostil de la que posiblemente salga muy
lacerado y termine con sus mal logradas ambiciones personales en sus múltiples
intentos de llegar a ocupar un puesto como Director Auxiliar. Como dicen por
ahí, soñar no cuesta nada y una cosa es una cosa y otra cosa es otra y no es lo
mismo con guitarra que con violín. De esta lección el tal Castro deberá
aprender que el que a fuego mata . . . a fuego muere y que el poder mal usado
es poder mal ganado que pronto se pierde. Si no nos cree, pregúntale a tu ex
amigo del alma y hoy verdugo El Caneco.
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