LA PERSECUSION ILEGAL DE EL PRINCIPITO
Por José Cheo Cruz
Habida cuenta se acaba de demostrar una vez más, que
en el Municipio de Carolina, lo que existe es un Régimen de Terror y
Dictatorial. Todo aquel ciudadano que tenga los “bodrogos” en su sitio y se
atreva a denunciar los atropellos y abusos que a diario se cometen contra sus
empleados y contra aquellos ciudadanos
que NO le hacen coro a esa gente de mal vivir.
Todo aquel que tenga la osadía de denunciar y poner en
evidencia a todos estos facinerosos,
sabe que tarde o temprano será víctima del acoso y la opresión que se valen
esta caterva de mojigangas que utilizan el poder de sus posiciones para agredir
y acometer moralmente a sus detractores y todo aquel que piense y disienta de
sus estilos de Tiranía Apontista.
Sabemos que todos ellos están desesperados y
conspirando y en cuartos obscuros, están
tratando de ver cómo pueden hacer mal uso del poder que ostentan solo
para tratar de acallar nuestra voz y someternos a una persecución selectiva
para investigarnos y tratar de fabricar casos en contra nuestra.
Este es el sistema represivo en que vivimos en el PPDeath de los rastreros mafiosos de Carolina
con una democracia de collar largo, pero al final del camino con collar.
Nuestros artículos y el peso de la verdad, sabemos se han hecho sentir sobre sus
espaldas de El Principito, José Carlos Aponte, que está histérico y en brote
porque cada día son más los desmanes y desvaríos que denunciamos y que se
cometen en su funesta administración. Cada día son más los empleados de todos
los niveles que se suman como colaboradores y nos dan a conocer las
barbaridades que ellos han vivido dentro de las entrañas de ese monstruo que ha
creado el Régimen Dictatorial de los Aponte Gambini en Carolina. Usted tiene
coraje porque con todo su poder NO ha logrado detenernos. La visitas a las
páginas al el Faro de Puerto Rico.com se ha disparado y han aumentado como
nunca y ya rebasan más de un millón y
medio de entradas mensuales.
A Mí NO me van a intimidar con citaciones de encargo
utilizando información privilegiada del CRIM, porque yo nunca he tenido ninguna
propiedad inmueble ni en Carolina, ni en ningún lugar de Puerto Rico. Soy un
hombre pobre de escasos recursos económicos y de un poder adquisitivo muy
limitado.
Las riquezas materiales que me puedan faltar para
vivir holgadamente, por un lado se compensan con la satisfacción diaria de
tener que levantarme de madrugada para ir a ganarme honradamente el pan de cada
día. En ese sentido soy un millonario, cuando camino por las calles de carolina
de cara al Sol y la gente me pregunta si yo soy Cheo Cruz y me felicitan y me
apoyan por todo el esfuerzo que pongo en denunciar públicamente a las aves de
rapiña y buitres que se alimentan del
caudal público de la gente de Carolina.
Yo me someto a cualquier investigación a que me quieran someter, porque el que nada
debe nada teme.
Ese ejercicio de poder y esfuerzo estéril que NO
producirá nada, NO va a ser impedimento
para que yo siga denunciando a diario
todos los abusos y atropellos que usted Pelafustán principito José Carlos
Aponte y su asociación de malhechores cometen.
Otra cosa Principito, la notificación pro forma que me
envío contiene mi número de seguro social completo y al descubierto, cuando se
supone que solo se pongan los últimos cuatro dígitos del seguro social, para
evitar acceso a una información que debe ser confidencial según lo disponen las
leyes federales de eso le daré parte al FBI y las agencias de Ley y orden
Federal como el servicio Secreto y Home Land Security.
Principito José Carlos Aponte por tus
acciones hace una semana te lanzaron más de 10 huevos a tu vehículo oficial al pasar
frente a Carbajal Licor Store en ruta hacia la casa de tu madre Doña Dally
Damau mujer sumamente amable y defensora de los oprimidos y tu saliste
atravesado por el trasero y ya el pueblo se está revelando y se levantara
contra ti y tus gendarmes, porque la libertad no se limita al
encierro dentro de un espacio físico, hay quienes dicen ser libres y tienen
menos capacidad de acción que aquellos que permanecen tras las rejas. Cuando se
odia, se está preso también, todo lo que se piensa y se hace deviene del peor
de los sentimientos humanos.
Una persona que odia está enferma, pierde el sentido
común, la compasión, pierde hasta su propia identidad. Se desdibuja para actuar
en grupo, para unirse a la parte opresora, no ve consecuencias en el futuro de
lo que hace, pues se siente protegida detrás del poder y la impunidad. Por eso
no sienten ustedes como la Sra. súper malcriada de apellido Allende que nos colgó
el teléfono cuando procuramos al firmante de marra el Sr. Eduardo José Suarez
Picón y/o al Director de Finanzas y luego me contesto la Secretaria del
director de Finanzas porque ninguno está la Sra. Gloria Rivas tampoco el gendarme
alicate de alicate Osvaldo Ríos ustedes no muestran ningún arrepentimiento de
lo que hacen a diario contra nuestra gente, no hay culpa que lo aflija, porque
la mayoría duerme bien. No hay súplica y llanto que pueda detenerlos, el sufrimiento
del otro quizás los regocija más y se vanaglorian de toda esta poca vergüenza que
vienen haciendo.
El “otro” no es una persona para ustedes
Principito José Carlos Aponte, quizás somos para ustedes menos que un animal.
Por eso todos los regímenes totalitarios despersonalizan al oponente, lo
convierten en enemigo, degradan al discurso político a una arenga llena de
odio. Por eso en Ruanda los tutsis eran llamados cucarachas, en Alemania los
judíos representaban unos gusanos para los nazis y en Libia los opositores
parásitos.
Durante más de 28 años se ha alimentado el odio
entre Carolinenses por la gente del principito de Apontelandia, los resultados
están a la vista de todos. Los rostros de odio de quienes a golpes y balas
quieren acabar con el contrario hablan por sí solos. Pero lo más
grave es la judializacion de la política, que esta semana cobra una nueva víctima:
este servidor José Cheo Cruz.
Principito José Carlos Aponte aprende que
las ideas no se defienden asesinando, golpeando o persiguiendo. Se defienden
debatiendo, respetando la visión del otro, aunque esta no se parezca en nada a
la tuya. El odio, la revancha y el resentimiento no son
sentimientos que deben entrar al debate político, pero en nuestro pueblo fue
eso precisamente lo que suplantó con tu llegada al poder impuesto de dedo.
Quienes hoy reprimen, persiguen y
encarcelan tampoco están libres. Están condenados para siempre a vivir con
odio, resentimiento y rabia. Sólo ellos pueden absolverse.
Cuando se desvirtúan los
fines del poder y se utilizan primordialmente para asegurar la permanencia de
una clase política en el poder surgen las reacciones, por demás lógicas, de una
sociedad que percibe que la nomenclatura no busca el bien común, sino su
perdurabilidad en el tiempo.
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