MONTAN UN ESQUEMA ILEGAL EN LA POLICIA MUNICIPAL DE LUQUILLO.

Por José Cheo Cruz

Un esquema inmoral, ilegal y fraudulento se ha ideado la administración Municipal de Luqullo bajo la tutela del alcalde Jesús “Jerry” Marques Rodríguez en la administración y conducción de su supuesta “policía Municipal” en dicho Municipio.

En franca violación a la Ley de la Policía Municipal Ley Núm. 19 del 12 de mayo de 1977, según enmendada que dispone que se creara un cuerpo de la Policía Municipal y en su “Sección 3 Establece que: “Cualquier municipio podrá establecer un cuerpo de vigilancia y protección pública que se denominará  "Policía Municipal", cuya obligación será prevenir, descubrir e investigar los delitos de violencia doméstica, conforme a las disposiciones de la Ley Núm. 54 de 15 de agosto de 1989, según enmendada, conocida como “Ley Para la Intervención con la Violencia Doméstica”, investigar y procesar en todas sus modalidades los delitos de acecho, escalamiento, agresión, apropiación ilegal y los delitos menos graves conforme al Código Penal de Puerto Rico; y el delito de Posesión de Sustancias Controladas bajo el Artículo 404 de la Ley Núm. 4 de 23 de junio de 1971, según enmendada”.

Sin embargo, se ha ideado el alcalde de Luquillo Jesús “Jerry” Marques Rodríguez y aparentemente bajo la asesoría de su connotado abogado súper pago el Lcdo. Carlos Ricardo Prieto de Fajardo, quien se gana cerca de $30,000. 00 dólares mensuales,   un esquema fraudulento e ilegal para  sustituir el cuerpo de la Policía Municipal por una empresa privada de guardias privados de vigilancia  de nombre Capitol Securiy Police Inc, empresa que solo está autorizada  a prestar vigilancia y  proteger propiedades y no así a poder perseguir, ni encausar los delitos criminales ante los Tribunales de Justicia de Puerto Rico, lo  que solo se le autoriza a los Policías Municipales y estatales certificados por el colegio de Justicia Criminal de Puerto Rico y certificados a su vez por el superintendente de la Policía de Puerto Rico.

El poder conferido por la Ley solo faculta a los policías Municipales certificados y capacitados para cumplir y hacer cumplir la ley, proteger la vida y la propiedad de los ciudadanos, velar por la seguridad y el orden público, prevenir la comisión de actos delictivos y perseguir los delitos que se cometan en su presencia y aquellos que se le sometan por información y creencia en coordinación con la Policía Estatal. 

Compeler la obediencia a las ordenanzas y reglamentos promulgados por el municipio correspondiente y ofrecer la debida orientación de las ordenanzas relacionadas con la seguridad y el orden público. 

Hacer cumplir las disposiciones de las [9 LPRA secs. 301 et seq.], conocidas como "Ley de Vehículos y Tránsito de Puerto Rico", y expedir los correspondientes boletos.

Como es posible que un alcalde se dispare la maroma de contratar una empresa de guardias armados sin la aprobación del Superintendente de la policía de Puerto Rico a fingir como supuestos  Policías Municipales, cuando la ley no los faculta a hacer dicho trabajo, empresas como estas, solo se dedican a brindar protección a Urbanizaciones privadas y no puede suplantar los poderes de los policías Propiamente y que se le llame como no es y que el Departamento de Justicia de Puerto Rico no lo compela a obedecer y hacer cumplir la ley , esto puede causar serias dificultades a los ciudadanos toda vez que sería ilegal la intervención de esta empresa con violadores de la Ley ya que ellos solo pueden servir de testigos en caso de que sean testigos oculares de hechos delictivos o hacer arrestos civiles  y no pueden iniciar investigaciones criminales ni de violencia doméstica tampoco.

Esto es un hecho insólito donde el que finge como comisionado de la Policía Municipal en Luquillo, el agente  Monge no cumple con los parámetros de la ley ya que solo fue un agente de la Policía Estatal que su labor era de relaciones con la comunidad , no posee ni grados Universitarios de Justicia Criminal, ni rango como ordena la Ley de Policía Municipales, al igual lo ha hace el Municipio de Rio Grande , parece que esto es parte de las alianzas irrestrictas y las asesorías funestas de Eduard Rivera Correa “El Casanova” ya que el alcalde de Luquillo es uno de los discípulo confesos del mismo,  al extremo de que mantenían el mismo abogado que finalmente canto como pajarito al ser sorprendido en los esquemas de extorciones  ante el FBI.

Todavía hoy el alcalde de Luquillo y el de Rio Grande mantienen unos vínculos e  intercambios que estamos investigando no hay  vehículos para Rio Grande pero si aparecen vehículos, maquinarias y personal de Rio Grande trabajando en Luquillo y se comenta insistentemente que Ángel “Boris “González  le paga los artículos de Ferretería al de Luquillo, así nuestras fuentes nos los aseguran y próximamente vendremos con más informaciones concretas al respecto de este sospechoso acto de corrupción , lo cierto es que sin duda todo esto es un esquema fraudulento que viola la Ley y con ello se cohíbe al pueblo de Luquillo de servicios esenciales de seguridad y acciones  contra el crimen y la delincuencia.

El Alcalde de Luquillo Jesús “Jerry” Marques Rodríguez anuncio el 11 de febrero de 2015 con bombos y platillos que reclutaría unos supuestos  policías Auxiliares Voluntarios y dicho anuncio ha sido todo un fiasco, ya que nadie se ha prestado para  brindar dichos servicios, en dicha ocasión se lo anuncio  a un periódico regional de encargo y citamos:  “Crearemos un Programa del Policía Auxiliar, a través del cual se pueden integrar más policías sin tener que comprometer el prepuesto municipal”, esto jamás se ha dado, de manera que con esta mogolla el alcalde Marques Rodríguez pretendió crear falsas expectativas al pueblo y lo que se ha hecho es contratar esta empresa privada que a todas luces es un acto ilegal y de encargo , es un espejismo de seguridad contra la criminalidad en Luquillo, que ha seguido  manga por hombros y los delitos tipo uno han aumentado considerablemente por la desidia de la administración Municipal, en total menosprecio a la vida de la gente de Luquillo.