LA VERDAD DE PUERTO RICO

Por Jose Cheo Cruz En cualquier conflicto bélico como en efecto lo es el campo de batalla en la política barata y callejera que se practica en este País, Puerto Rico, la primera víctima  que cae asesinada a manos del enemigo y sus francotiradores de encargo es la verdad. Hace más de dos años atrás, veníamos advirtiendo y señalando que en el municipio de Rio Grande, sucedían cosas extrañas y existían serios problemas. Dijimos que era cuestión de tiempo de que al pasado alcalde, Eduard Rivera Correa lo arrestaran por hechos constitutivos de actos de corrupción, sobornos, amenaza a testigos, etc. Tan pronto hicimos publicas nuestras denuncias, nos cayeron arriba sin piedad alguna, las turbas de fanáticos de mentes obtusas y extremistas acólicos que repetían sus insultos. Hubo todo tipo de reacciones desde ponernos el mote de locos, desquiciados y toda clase de epítetos. Sabemos que tampoco dejaron de faltar los calderos y  las quimbambas y las muchas maldiciones satánicas que nos env