EL VELORIO PARAO DE PUERTO RICO
Exequias para perpetuarse a través de los tiempos
Por José A. Sánchez Fournier / jose.sanchez@elnuevodia.com
Igual que los faraones del antiguo Egipto y las celebridades modernas, Ángel Pantoja Medina quería enviar un mensaje con su velatorio. Pero, a diferencia de Tutankamón, para quien se construyó una pirámide como cripta personal, o Anna Nicole Smith, quien fue enterrada en un lujoso traje y arropada por una manta con piedras imitación de diamante, el joven pidió ser velado de pie y fuera de un ataúd como un mensaje enviado luego de muerto.
“Él tuvo una muerte violenta, y (con el peculiar velorio) está enviando un mensaje, que está de pie, no ‘acostao’ ”, opinó el doctor Edwin Crespo, antropólogo forense del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) y profesor en el recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.
“Está diciendo que después de la muerte se mantiene parado, vivo de otra manera”, añadió el profesor. “Porque un muerto no se puede sostener”.
‘‘Él tuvo una muerte violenta, y (con el peculiar velorio) está enviando un mensaje, que está de pie, no ‘acostao’ ”Edwin Crespo, antropólogo forense
Morir es un relajo porque la vida no vale nada. Esa la impresion que me causa esta noticia.
La tradición de celebrar exequias curiosas o pomposas no es nada nuevo en la historia humana, indicó el profesor.
“Pero las ideas en torno a la muerte vemos que están comenzando a cambiar en la vida”, sostuvo. “Comenzando en el siglo XIX, se tomaban fotos de los muertos en los ataudes. Luego se llevaba la foto de la persona (y se presentaba junto al féretro). Ahora se convierte en un negocio, porque te venden hasta las camisas con imágenes del muerto”.
Al profesor le llamó la atención que Pantoja, quien murió a los 24 años, estuviera planificando hace seis años su velorio.
“Si les pregunto a mis estudiantes universitarios, de 18 a veintipico de años, ninguno me va a decir que ya está pensando en su muerte”, dijo Crespo. “Es evidente que esto pasa en grupos y comunidades que están muy cercanos a la violencia, a la muerte. Y vemos que por situaciones de tipo social o por unión a grupos particulares, se usa la muerte para mantener esa asociación”.
Aunque a muchos les puede parecer chocante el último deseo de Pantoja, el doctor Crespo entiende que se debe a la novedad de la petición, no a que viole tradiciones.
“Antes la cremación era criticada, pero ya es una práctica aceptada por muchos grupos. El lenguaje y la tradición en torno a la muerte va cambiando dependiendo de las circunstancias”, añadió el antropólogo forense.
Para el profesor, con su colorida despedida Pantoja logró su cometido. “Se sigue hablando de él después de la muerte”, dijo.
De otro lado la División de Homicidios de San Juan investiga varias teorías con relación al asesinato a balazos el viernes de Ángel (Pedrito) Pantojas Medina, quien cobró fama después de muerto porque lo velaron de pie.
Ayer trascendió, además, que Pantojas Medina era nieto de Ramona Sánchez Merced, alias “Moncha la Grilla”, acusada a principio de los años 90 por contratar a dos individuos para asesinar a su esposo, Mercedes Medina Ocasio, conocido como “Grillo”.
Pantojas Medina, de 24 años y vecino del residencial Quintana en Hato Rey, fue velado en su casa, su cadáver exhibido de pie y fuera de caja, vestido con su ropa y blin blin favorito, como era su deseo.
A pesar de que “Pedrito” no tiene expediente criminal, una de las teorías de la Policía apunta a que se prestó para citar al residencial Quintana a dos hombres, uno de ellos vecino de Barrio Obrero, a un encuentro en el que fueron asesinados el 5 de agosto pasado.
Una de esas víctimas, el mensajero Lemuel Landrau Vega, de 23 años, era vecino de la calle 5 de Barrio Obrero. El auto en el que viajaba Pantojas la noche antes de su asesinato fue localizado por la Policía precisamente en la calle 8 del referido sector santurcino, sin rastros ni siquiera de sangre.
La segunda víctima en ese caso fue identificada como Jesús Romero Afanador. Un hermano de éste, Midzan Romero Afanador, había sido ejecutado el 23 de abril en la marginal del expreso Martínez Nadal, en Puerto Nuevo.
Después del asesinato de Pantojas, los investigadores recibieron confidencias que lo mencionaban como participante de otro doble crimen ocurrido el 12 de enero del 2007 en la carretera 181, en dirección de Río Piedras a Trujillo Alto.
Otra de las teorías apunta a que fue secuestrado de algún lugar donde estaba compartiendo íntimamente con una mujer, ya que su cadáver sólo vestía una camiseta y calzoncillos.
La pesquisa, a cargo del agente de Homicidios Luis Ruiz Elías, ha establecido que Pantojas salió el jueves por la noche del residencial Quintana con rumbo al residencial El Prado, en Río Piedras, pero nunca llegó allí. Iba acompañado de un hombre maduro, en un vehículo Mazda 3 color blanco que le habían prestado.
El director de la División de Homicidios de San Juan, Eddie Hernández, declaró al ser confrontado con las teorías que en esta etapa de la pesquisa, en la que no se ha establecido un motivo para el asesinato, no se puede descartar ningún ángulo.
El joven recibió 11 impactos de bala, cuatro de ellos en la espalda, y su cadáver fue tirado a orillas del cao Martín Peña.
La familia de ‘‘Pedrito’’, quien tenía un hijo de tres años, decidió cumplirle su deseo de ser velado de pie. Según explicó su prima Rosa Castellano, el joven tenía una fijación por ser velado de forma tan peculiar.
‘‘Es como cuando los nenes son chiquitos y dicen, 'cuando yo sea grande quiero ser maestro', pues él decía que cuando se muriera que lo velaran parao’’, abundó.
Por José A. Sánchez Fournier / jose.sanchez@elnuevodia.com
Igual que los faraones del antiguo Egipto y las celebridades modernas, Ángel Pantoja Medina quería enviar un mensaje con su velatorio. Pero, a diferencia de Tutankamón, para quien se construyó una pirámide como cripta personal, o Anna Nicole Smith, quien fue enterrada en un lujoso traje y arropada por una manta con piedras imitación de diamante, el joven pidió ser velado de pie y fuera de un ataúd como un mensaje enviado luego de muerto.
“Él tuvo una muerte violenta, y (con el peculiar velorio) está enviando un mensaje, que está de pie, no ‘acostao’ ”, opinó el doctor Edwin Crespo, antropólogo forense del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) y profesor en el recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.
“Está diciendo que después de la muerte se mantiene parado, vivo de otra manera”, añadió el profesor. “Porque un muerto no se puede sostener”.
‘‘Él tuvo una muerte violenta, y (con el peculiar velorio) está enviando un mensaje, que está de pie, no ‘acostao’ ”Edwin Crespo, antropólogo forense
Morir es un relajo porque la vida no vale nada. Esa la impresion que me causa esta noticia.
La tradición de celebrar exequias curiosas o pomposas no es nada nuevo en la historia humana, indicó el profesor.
“Pero las ideas en torno a la muerte vemos que están comenzando a cambiar en la vida”, sostuvo. “Comenzando en el siglo XIX, se tomaban fotos de los muertos en los ataudes. Luego se llevaba la foto de la persona (y se presentaba junto al féretro). Ahora se convierte en un negocio, porque te venden hasta las camisas con imágenes del muerto”.
Al profesor le llamó la atención que Pantoja, quien murió a los 24 años, estuviera planificando hace seis años su velorio.
“Si les pregunto a mis estudiantes universitarios, de 18 a veintipico de años, ninguno me va a decir que ya está pensando en su muerte”, dijo Crespo. “Es evidente que esto pasa en grupos y comunidades que están muy cercanos a la violencia, a la muerte. Y vemos que por situaciones de tipo social o por unión a grupos particulares, se usa la muerte para mantener esa asociación”.
Aunque a muchos les puede parecer chocante el último deseo de Pantoja, el doctor Crespo entiende que se debe a la novedad de la petición, no a que viole tradiciones.
“Antes la cremación era criticada, pero ya es una práctica aceptada por muchos grupos. El lenguaje y la tradición en torno a la muerte va cambiando dependiendo de las circunstancias”, añadió el antropólogo forense.
Para el profesor, con su colorida despedida Pantoja logró su cometido. “Se sigue hablando de él después de la muerte”, dijo.
De otro lado la División de Homicidios de San Juan investiga varias teorías con relación al asesinato a balazos el viernes de Ángel (Pedrito) Pantojas Medina, quien cobró fama después de muerto porque lo velaron de pie.
Ayer trascendió, además, que Pantojas Medina era nieto de Ramona Sánchez Merced, alias “Moncha la Grilla”, acusada a principio de los años 90 por contratar a dos individuos para asesinar a su esposo, Mercedes Medina Ocasio, conocido como “Grillo”.
Pantojas Medina, de 24 años y vecino del residencial Quintana en Hato Rey, fue velado en su casa, su cadáver exhibido de pie y fuera de caja, vestido con su ropa y blin blin favorito, como era su deseo.
A pesar de que “Pedrito” no tiene expediente criminal, una de las teorías de la Policía apunta a que se prestó para citar al residencial Quintana a dos hombres, uno de ellos vecino de Barrio Obrero, a un encuentro en el que fueron asesinados el 5 de agosto pasado.
Una de esas víctimas, el mensajero Lemuel Landrau Vega, de 23 años, era vecino de la calle 5 de Barrio Obrero. El auto en el que viajaba Pantojas la noche antes de su asesinato fue localizado por la Policía precisamente en la calle 8 del referido sector santurcino, sin rastros ni siquiera de sangre.
La segunda víctima en ese caso fue identificada como Jesús Romero Afanador. Un hermano de éste, Midzan Romero Afanador, había sido ejecutado el 23 de abril en la marginal del expreso Martínez Nadal, en Puerto Nuevo.
Después del asesinato de Pantojas, los investigadores recibieron confidencias que lo mencionaban como participante de otro doble crimen ocurrido el 12 de enero del 2007 en la carretera 181, en dirección de Río Piedras a Trujillo Alto.
Otra de las teorías apunta a que fue secuestrado de algún lugar donde estaba compartiendo íntimamente con una mujer, ya que su cadáver sólo vestía una camiseta y calzoncillos.
La pesquisa, a cargo del agente de Homicidios Luis Ruiz Elías, ha establecido que Pantojas salió el jueves por la noche del residencial Quintana con rumbo al residencial El Prado, en Río Piedras, pero nunca llegó allí. Iba acompañado de un hombre maduro, en un vehículo Mazda 3 color blanco que le habían prestado.
El director de la División de Homicidios de San Juan, Eddie Hernández, declaró al ser confrontado con las teorías que en esta etapa de la pesquisa, en la que no se ha establecido un motivo para el asesinato, no se puede descartar ningún ángulo.
El joven recibió 11 impactos de bala, cuatro de ellos en la espalda, y su cadáver fue tirado a orillas del cao Martín Peña.
La familia de ‘‘Pedrito’’, quien tenía un hijo de tres años, decidió cumplirle su deseo de ser velado de pie. Según explicó su prima Rosa Castellano, el joven tenía una fijación por ser velado de forma tan peculiar.
‘‘Es como cuando los nenes son chiquitos y dicen, 'cuando yo sea grande quiero ser maestro', pues él decía que cuando se muriera que lo velaran parao’’, abundó.
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