NO SE ABOCHORNAN DE HACERLE TRAMPA AL HUMILDE EN EL BEISBOL Y EL DEPORTE.

Por José Cheo Cruz

La conexión inseparable entre el acto de respirar y la vida misma, hace urgente tomar conciencia de las enfermedades infecciosas que se transmiten por el aire, que ponen el riesgo al que todos estamos expuestos.

La conexión entre las reglas y medidas para disciplinar la juventud dentro del deporte, es muy corta están indisolublemente unidas, creo que es un crimen la trampa para ganar un juego de béisbol, baloncesto, voleibol , balónpie o el deporte que sea, así se pierden nuestros jóvenes , Las ligas de Béisbol en Puerto Rico son una comiquería en Puerto Rico, donde se aplaude la corrupción y la indisciplina.

Nosotros sacamos en nuestra organización Comunitaria a los muchachos de los ambientes negativos su residencia, el caserío y los llevamos a peores ambientes, en un parque de béisbol, con las trampas y los tramposos que pululan por estos lugares, peores que los prostíbulos y que los puntos de drogas que hay en sus vecindarios, porque los que están al frente de ligas, son inmorales y no se atreven a decir la verdad, permitiendo las violaciones de reglamentos impunemente y lideres o seudos lideres, que se auto denominan así, permiten las desfachatez de engañar a nuestros jóvenes, ¡que bárbaros son!.

Esto es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria, el bacilo de la maldad y el engaño y que se transmiten a través de acciones deshonesta de adultos que dirigen niños y jovenes.

La convicción que tengo de que para erradicar los males sociales es necesario fomentar familia sana, mente sana en cuerpo sano, eso se acabó para ellos, ya que para los buscones del béisbol lo importante es ganar un jueguito y no ganar un buen ciudadano para el Puerto Rico del futuro, pero lo peor es el acortejamiento de dirigentes de ligas que solo les preocupa cobrar sus mesadas de las altísimas cuotas que cobran y hacen lo indecible para engañar a los nuestros y hacerles trampas, jóvenes del Residencial Publico, pobres y muchos ni siquiera han tenido la oportunidad ni la experiencia de jugar el béisbol, lo que hace que nuestras bases cada vez más se solidifiquen en la delincuencia juvenil, esto debe significar un grave problema no solo para los que trabajamos para mejorar las conductas en Puerto Rico, sino todos los ciudadanos que debemos sembrar con nuestro ejemplo de seriedad y sobriedad, cero trampas en el deporte.

En más de una ocasión, los medios de comunicación e instituciones de servicio, no solo estatales, sino a nivel comunitario, están más que preocupados por ciertos eventos, dentro de la permisologia de las ligas y creo que la que estamos es la peor en esto de conductas dentro de los parques, es un engaño mayúsculo y una pantomima, te venden sueños con reglamentos lindos en el papel, para luego esconderlos y no cumplirlos como dicen hacer, acciones de las cuales se hacen más frecuentes cada día en nuestro país.

Pero parece, en virtud de la experiencia que acabo de tener en La Liga que participa nuestro equipo Los Lobos, esto es una debacle perniciosa nacional, que nadie puede ni debe aguantar, es la liga mas cara y la mas indisciplinada que hay en Puerto Rico, no así en los Estados Unidos, hay que darle cátedras con expertos en conflictos, que no es solo nuestro, sino de todos los que creemos en mejorar el futuro de Puerto Rico.

Las Iglesias, las organizaciones Comunitarias de verdad como la nuestra, se han manifestado abiertamente con su preocupación por los niveles a los cuales ha llegado la delincuencia, sobre todo juvenil, en nuestra sociedad Puertorriqueña, pero con hacerse de la vista larga y favorecer a uno contra los pobres ya que el dinero es el que manda en estas ligas, hacen selecciones buscándose pudientes, pagándoles a jóvenes con talentos comprados, para apabullar al que menos recursos tiene ,es un crimen de leza humana.

Jugamos en nuestro equipo de los Residenciales públicos, Los Lobos de San Juan, y les exigimos y les enseñamos, a nuestros participantes, ya que por ser del residencial publico y de comunidades pobres los discriminan y los vapulean y los estigmatizan por ser pobres , que entonces tienen que ser mas respetuosos, aguantar mas que los demás, no violar los reglamentos, ser tolerantes, no por cobardes, sino por tener desventaja social, ser limpios para mejorar su conducta es parte de nuestro trabajo, pero ya van tres ocasiones donde se han burlado de nuestros jóvenes residentes del Residencial Público ¿Qué? Se creen que somos mas pendejos, no es así, los jóvenes de Residenciales saben pelear mas que los riquitos como los Stom de Caguas, Los Cardenales de Toa Baja que se han burlado de nosotros, cometen tamperín (Engaño) los Bravos, que nos hagan lo que les viene en gana, como dilatar juegos para ganarnos haciendo de la trampa en el deporte su modus vivendi, nosotros como representante de nuestros jóvenes lo protestamos con vehemencia y ni caso nos hacen, no estoy para perder mas mi tiempo, después del sacrificio que tenemos que hacer económico y de tiempo, recogerlos en sus lugares de vivienda, buscarles transportación y pagar arbitraje, uniformes, comprar equipos y que vengan unos entupidos a engañarnos o a tratarnos de lo que no somos, hasta ahí, esto se tiene que acabar o rompemos la taza.

Resulta alarmante y de mucha preocupación el constante surgimiento de vertederos de basura deportiva en los parques de béisbol y otros desechos sólidos en prácticamente todas las Ligas, tanto en las zonas urbana y de campo, incluyendo la zona oriental. Ya ningún sector escapa a este problema, de exclusiva responsabilidad de los directores de las ligas que permiten in conductas y delincuencia al desconocer la existencias de normas sanas y de éticas básicas en las competencias deportivas, son basuras humanas.

Pero, la mayor gravedad en este desorden es que para poner el orden corresponde al Gobierno de Puerto Rico através del Departamento de Recreación y Deportes (DRD) y a su secretario mi amigo Henry Neumann, donde estas ligas han improvisado gigantescos depósitos de toda clase de desechos humanos al frente de niños y jóvenes y pretendiendo que el gobierno los financie y es de ahí la alta taza de delincuencia juvenil que tenemos, es ahí que esta el problema, los vividores y mercaderes de la conducta de niños y jóvenes, incluyendo hasta residuos de materiales hasta pornográficos y eso que sus miembros no son como los nuestros, que son del Residencial Publico son riquitos de urbanizaciones de ricos, con padres que no son disfuncionales y están presente con ellos, los nuestros mucho están presos, o están inmerso en el vicio de las drogas, pobre nuestros niños, no tienen quien los defienda, nuestra organización dará la batalla por ello y para que nos respeten.

Los reglamentos son simples pedazos de papel para estas organizaciones y cuando no tienen charmin sanitizan sus traseros con sus leyes y reglamentos y entiendo que el gobierno de Puerto Rico tiene que intervenir con estos criaderos de delincuencia juvenil que tenemos con ligas fantasmas que existen hoy día.

Los Legisladores y la Legislaturas de Puerto Rico , que tan activos se manifiestan en la creación y aumento de los arbitrios que perciben por los deficientes servicios gubernamentales que ofrecen a la comunidad, deben, pues, tomar carta del problema de las inconductas en los parques de béisbol, canchas y lugares donde se practica el deporte, eliminando cuanto antes esos peligrosos focos infecciosos que son los vertederos formados por organizaciones irrespetuosas que en nada sirven a nuestra sociedad.

Tal acción debe comenzar de manera urgente por ese gran vertedero improvisado en los parques de béisbol con ligas que fomentan el embuste y la simulación, de área urbanas citadina que conducen a las importantes avenidas de nuestro futuro de Puerto Rico, todo esto constituye un peligroso foco infeccioso de contaminación para la juventud, por la gran cantidad de ratas y de insectos que de allí salen para penetrar a las humildes viviendas del entorno, del Residencial publico, nosotros somos y vamos al Residencial con orgullo y les aseguro, somos mejores en todo, disciplina y acción.