RECORDEMOS EL ARCOIRIS DEPUES DEL DILUBIO
Por
Jose Cheo Cruz
Los días del arco iris es el título de
la novela de Antonio Skármeta que narra los hechos que permitieron a la
oposición chilena vencer al general Pinochet en el plebiscito que convocó para vender
una presunta imagen democrática de la dictadura.
La oposición constituida por 16
organizaciones políticas logró unirse en un llamado al NO que pudo ser
difundido en un mensaje televisivo de 15 minutos que fue la concesión que les
hizo ese régimen después del sometimiento a 15 años de silencio absoluto. Esos
quince minutos fueron aprovechados con gran inteligencia y astucia por los
encargados de elaborar un mensaje de optimismo que rompiese las barreras del
miedo y en efecto lo lograron.
Nuestro pueblo Carolina fue, durante
muchos años, un oasis democrático para todo Puerto Rico con Jose E. Aponte de
La Torre ,en el que se refugiaron los desterrados de muchos otros pueblos y
lugares víctimas de las dictaduras que azotaron en la región. Ahora hemos aprendido
la importancia trascendental de la unión de todas las fuerzas opositoras
y se avecina el momento en el que también en Carolina brille el arco iris de la
democracia, de la concordia y del progreso.
El camino está en nuestras manos y no en
las del Principito Jose Carlos Aponte Dalmau pero los incumbentes los
aliados de Jose Coquito López en el pasado no les interesa nuestra liberacion y
si sus bolsillos que Bárbaros y desdichados son. En el PNP y no les desgracian
sus camándulas para que se acabe este relajo ya y tumbemos la dictadura y
leberemos al pueblo pero eso a Eric Correa , Elizabeth Cazado ni a Lorna Soto
con todo y la mordida del perro que le tiene que haber ensenado que al amo hay
que defender y el pueblo es su amo ni a Roger que es de Carolina les importa
un bledo lo nuestro, por ello estoy
llamando a que no votes con ellos por buscones. Y traidores.
Es hora que cada quien asuma su
responsabilidad histórica para que el pueblo de Carolina no naufrague y no se tenga que padecer
aquella frase fatídica de Luis XV cuando señaló “después de mi el diluvio”.
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