RELIGION VS. POLITICA
José Cheo Cruz
Aquellos que toman las doctrinas religiosas en
sus manos para convertirlas en una manera de sobrevivir y otros de sacar
ventajas solo para alimentar sus aspiraciones personales y políticas, no son
más que una caterva de buscones, herejes vividores que se ocultan bajo las
sombras de la apostasía y la blasfemia.
Quienes se ocultan en cuartos obscuros de
tinieblas a planificar actividades en que las dos partes interesadas le sacan
un mutuo beneficio, mediante esa treta despreciable, engañan a un pueblo
angustiado y a la misma vez los manipulan y se aprovechan de su vacío
espiritual. En su día todos ellos le
tendrán que rendir cuentas al Ser Supremo, que todo lo ve y todo lo oye.
El aprovecharse de las desgracias de otros seres
humanos tendrá su alto precio. La separación de Estado e Iglesia debe
respetarse, máxime, cuando cosas como estas no se hacen de corazón. Si no se produce bajo un verdadero acto de
contrición, se prostituye la palabra y el efecto de la oración se perderá
divagando como lo hacen las ánimas en pena.
Si usted es anfitrión de una actividad que
implica 40 días de ayuno y oración, lo menos que debe observar es una conducta
aceptable y probidad moral. Por el contrario, usted no puede andar por ahí
incurriendo en una vida pecaminosa que no sienta el buen ejemplo, ni tampoco
debe pretender andar por ahí como los cabros sin ley. Nadie puede estar
proyectándose como el gran cristiano, si demuestra con su prójimo una conducta
torcida de prepotencia, arrogancia y altivez.
Cuando usted menosprecia a su pueblo y tiene la
falsa creencia y la alucinación del síndrome del caciquismo y se cree que el
pueblo es de su propiedad y que es una tribu a su merced, entonces su
conciencia comenzará a atormentarlo.
Este es el caso del Alcalde de Rio Grande, Ángel (Boris) González, quien
abierta y festinadamente prosigue violando la ley como en gusto en gana le da.
Este individuo en su afán de comprar conciencias y en la búsqueda desenfrenada
de votos prosigue haciéndole caminos de accesos en residencias privadas,
iglesias y comercios que no son indigentes y que no han pasado por un estudio
socioeconómico que se debe efectuar ese municipio, mientras esto sucede con
mezquindad política él ha discriminado contra otras personas que llevan años
esperando y en realidad cualifican para que se les brinden esos servicios.
Este Alcalde, ha seguido la trayectoria de su
antecesor Eduard Rivera Correa y de seguro habrá de tener su propio pliego de
acusaciones, con todas las barrabasadas que ha cometido en el descargo
desastroso de su función pública, con la diseminación indebida del caudal
público. El tiempo nos volverá a dar la razón, tarde o temprano.
Puede un hombre como este llevar a DIOS, en su
corazón y mostrar arrepentimiento. Esperamos que sí y que en un momento de
reflexión con DIOS, le dé luz a sus caminos para que lo que le resta en sus
días en la poltrona municipal, se
dedique a subsanar el mal y el daño que le ha hecho a este sufrido pueblo.
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