SIGUE ARDIENDO Y AL RIJO VIVO LA PAVA EN RIO GRANDE
Por José Cheo Cruz En Rio Grande, el Alcalde Ángel (Boris) González, se conduce con irrespeto en acatar el cumplimiento de la ley y el orden debidamente establecido. Ahora pretende encubrir la conducta licenciosa y culposa de dos de sus empleados que fueron sorprendidos realizando actos inmorales dentro de un vehículo en un paraje solitario en el Bo. Palmer en horas de la madrugada. Si bien es cierto que este incidente ocurrió fuera de horas laborables, no es menos cierto que a todo servidor público le corresponde observar ante la sociedad civil un comportamiento correcto y prístino que no lacere la buena imagen que debe mantener indistintamente de la posición que ocupe en el sistema. Esas violaciones están firmemente dispuestas en la ley de Ética Gubernamental y en las reglamentaciones internas del propio municipio que son aplicables a todos sus empleados, aunque le comité de ética del Municipio de Rio Grande es uno inexistente supuestamente lo dirige la Sra. Tamariz Arcelay