EL CACIQUISMO POLITICO
José Cheo Cruz Hemos visto como varios alcaldes, han caído en los entramados del poder para terminar convirtiéndose en sátiros, acosadores y depredadores sexuales de sus empleadas. El caso del alcalde, Héctor O’ Neill, ya se venía venir y era de esperarse. Siempre hemos dicho que el poder corrompe el alma y el espíritu de los hombres imperfectos y pecaminosos que no ejercen control en sus emociones y caen en esa conducta torcida y aberrante. Hemos dicho que el caciquismo político en este País, debe limitarse porque la continuidad en el quehacer público es una de las causas que abona a que estos alcaldes que revalidan repetitivamente, lleguen a pensar en su mente, que son Inmortales y Omnipotentes como los Dioses del Olimpo. En sus mentes maquiavélicas y psicópatas ellos piensan y tienen la falsa creencia de que les asiste toda la impunidad del mundo a la hora de responder por sus fechorías. Ellos piensan que pueden seguir por ahí como los chivos sin ley sin rendir cuentas