EL LADO OBSCURO DE CAROLINA PARTE II
Por Jose Cheo Cruz En el municipio de Carolina imperaba una conducta antiética, donde algunos empleados y funcionarios compartían en vida social alegre (La dolce vita). Desde ese escenario era que se articulaban las conspiraciones y los planes para hacerle la vida de cuadritos aquellos que eran algún obstáculo que les impedían materializar sus planes y estar en la cúspide del “guisometro”. Esos grupos se reunión en una asamblea nocturna, como si fueran una asociación de delincuentes, donde inclusive había suplidores de servicios que participaban de esas reuniones. Era en ese foro dónde algunos suplidores exponían sus quejas para darle bola negra aquellos funcionarios que no se prestaban para seguir la letra de esa melodía que esos grupos tocaban. Allí habían empleados que tenían la bendición papal y la protección desde “arriba” y del número 5 (alcalde) para mantenerse operando contrario a las leyes y reglamentos que aplicaban y debían observar en sus cargos. Daba la impresión