LOS ABOGADOS DEL DIABLO EN PUERTO RICO
Por José Cheo Cruz En este País, tenemos un superávit de abogados de todas clases. En nuestra legislatura estatal son casi un 95% de sus miembros son abogados revalidados y sin revalidar. Eso no necesariamente es malo, ni es un pecado capital ser abogado, en tanto y en cuánto usted lleve a cabo la profesión de la abogacía de una forma digna y cumpliendo con los cánones de ética rigurosamente que regulan esa profesión. El problema es cuándo algunos de esos abogados, se infiltran en posiciones de poder en el sector público y luego utilizan la información privilegiada que adviene a su conocimiento para lucrarse y tomar ventaja económica indebida para ellos. Tenemos algunos de esos abogados que se han destacado como como activos cabilderos de empresas que se han dedicado de una forma turbia a desprestigiar al gobierno de Puerto Rico. En un momento dado, cuando ellos juramentaron ante el Tribunal Supremo como abogados y a sus cargos públicos, ellos prestaron un juramento de fi