LAS VAGABUNDERIAS DE LOS INMORALES SOCIALES.
Por José Cheo Cruz
Valores como
la honestidad, la equidad, la verdad, la solidaridad, la fraternidad, el
respeto, la justicia, la hospitalidad y el amor a la familia, ya no existen a
plenitud en Puerto Rico.
Concebidos
como grandes virtudes humanas, esos valores escasean ahora. Desde que la
corrupción permeó todos los estamentos de la sociedad puertorriqueña, y se han
entronizado entre nosotros una infinidad de conductas y actitudes totalmente
contrarias a nuestra propia y original idiosincrasia, ese es el caso de un
inmoral, corrupto y desviado sexual de Isabela Puerto Rico apadrinado por
Thomas Rivera Schatz con cuatro contratos como asesor fantasma que nunca
trabaja en el senado y colecta fondos para el PPD y para el PNP.
En
Puerto Rico hemos caído lamentablemente, en un estado de “perversa hegemonía de
los antivalores”, que poco a poco van minando nuestro destino como pueblo y con
boconería y alegando censura previa, pero ellos persiguen abiertamente a todo
el que se le oponga a sus barbaridades de Vagabundería y corrupción.
Existen seis
grandes manchas inmorales que gravitan la sociedad Borincana, examinemos las
realidades actuales: la impunidad, los vicios de la política, la corrupción, la
violencia, la inseguridad ciudadana y la indolencia de desviados sexuales que
viven del erario público y que se pasan en la sociedad como unos morales de
alta alcurnia.
Si relevante
es denunciarlas, más lo es admitir que esas grandes manchas han ensombrecido
desde hace tiempo el porvenir de la Isla del encanto y nada extraordinario
hemos hecho los Boricua para quitarnos esas lacras sociales de encima.
Los que han
tenido el poder legal o constitucional para mantener estable y correcta la
brújula de nuestros horizontes han sucumbido a la intensidad de estas brumas, y
no han enfrentado los antivalores ni los sucedáneos de estas seis maldiciones
que le han caído a nuestro país al contrario existen denominados lideres
mafiosos que poseen grandes fincas y propiedades carros antiguos bien costosos
y viven en opulencia y son los mantenedores de todo una red de rufianes
corruptos y alicates de sus apetencias personales.
En Puerto Rico
ha habido mucha apatía e indiferencia frente estos males, al punto de que a
muchos no les parecen tales. Por el contrario, de ese estado de cosas han
amasado fortunas, especialmente ilícitas, mediante contrabandos, tráficos de
drogas, armas, medicinas y productos falsificados, imponiendo el señorío del
crimen organizado como el caso de Ángelo Millones, Junior Capsula y José
Coquito López todos ligdos de una forma u otra al actual presidente del Senado Thomas
Rivera Schatz que mantiene con unos contra tazos a un pajarraco de Isabela.
Y Así de la
corrupción administrativa emergen grandes potentados; en los vicios de la
política se refocilan, se regodean, aquellos que se encaramaron en la cúspide
social a base del clientelismo partidario, no de méritos profesionales ni de
pericias de ningún género, repartiéndose como piratas el botín del erario y también
son corsarios porque se robaron un barco hundido con grande botín.
Y de la
impunidad, madre de todas las injusticias, ha emergido este ambiente de
violencia no castigada, de irrespeto generalizado a la ley y la inseguridad
permanente que sufren hoy los ciudadanos, magistralmente presentados por la sectores
serios como los males a enfrentar, antes de que lsla de Puerto Rico termine de perder su institucionalidad y su
paz social.
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