LA HISTORIA DE ABSALON EL HIJO DEL REY DAVID Y CAROLINA


Por José Cheo Cruz

Conversando en un negocio de esquina, en Carolina, donde asisten muchísimos deportistas y gente Carolinense a compartir sus inquietudes y sus congojas, y sobre todo el tema que mas me apasiona el béisbol, alguien sobresalto y dio unas frases que en tono de broma siempre usa en mi contra, ¡Se abrieron las jaulas de las locas, y le reposte también medio en broma y medio en serio, la jaula de las locas esta en el quinto piso de la casa alcaldía de Carolina, esa frase provoco gente a favor y otros e contra, y les confieso que eran más los que lo cogieron como es una broma que los que lo cogieron en sirio y un amigo muy preocupado me dijo, “!pero Cheo! si por tus escritos y tus comentarios voté por esa jaula de locas como dice” y les dije: me equivoqué, y acto seguido me cuestionó ¿y cual es el meollo del asunto en las diferencias entre ustedes, y procedí a explicarles , lo del equipo Doble A, las persecuciones maliciosas, el desapego a las causas sociales y de bien común en Carolina , etc., etc.

Y también les expliqué que todavía soy Apontista, pero de José E. Aponte de La Torre, porque aunque atacaba a sus adversarios despiadadamente, lo hacia con lubricantes finos y usted ni cuenta se daba, pero nunca jamás llegó a herir y perseguir a mansalva a alguien que lo que hacia era el bien común y por los niño más aún y fue el quitarme el derecho a usar el parque Doble A u otro parque en Carolina, lo que más me ha dolido de José Carlos Aponte Dalmau y sus alicates que lo han llevado a cometer esa aberración contra los niños, que siempre y por vocación ayudamos a mejorar su porvenir, con deportes y educación, eso no se lo perdono ni a mi madre que reviva, es mas, mi madre jamás haría una cosa así, esa acción es un soberbio irrespeto a los niños de Carolina y el mundo y José E. Aponte de La Torre tampoco jamás lo hizo.

Alguien nos quitó el alma que mas añoro y ellos lo sabían, porque duré años luchando por ellos, 7 para ser exacto y fue la razón de empezar mi cruzada desde Río Grande para Carolina y además ayude a instalar un Popular en Río Grande Edward Rivera Correa, a cambio de que me ayudaran a montar un programa de ayuda a los niños necesitados y mi paga fue esa, el respaldo en deportes para los niños de José E. Aponte de La Torre, pero su hijo ha pintado un letrero que reza “Esta no es mi Contención si esta en mi contra te destruyo” en una de las columnas laterales de la Catedral de mi vida, Los Niños del mundo los próximos lideres del futuro, lo que constituye un soberbio irrespeto contra el más noble de las acciones en el mundo deportivo y social, de ahí la frase lapidaria, “Construyendo el Futuro Hoy”.
Esta catedral de ayudar a los niños en mi entorno ha sido objeto de trabajos de remodelación interna y de cuidados externos, ya que se encuentra situada en el contexto de una zona considerada por mis principios como un patrimonio de la humanidad.

Pretender dañar ese trabajo de restauración de nuestros niños y jóvenes o perpetrar, por vía de acciones de encargo ilegales e inmorales todo por una venganza contra la niñez y el deporte, tengo que presentar una firme defensa de la vida, ante aquellos que prefieren destruir a nuestra generaciones futura por mantenerse hoy en sus curules de poder, no son progresista” por sus acciones descabelladas en mi contra , “por sus frutos los conoceréis”, le añade puntos en demasía a la causa de los opositores al Apontismo y a la figura endeble de el prócer José E. Aponte de La Torre, la nueva carta que se ha jugado el hijo del prócer Carolinense.

He pensado muchas veces cómo hablar de José E. Aponte de La Torre y ya tengo casi listo un libro sobre mis vivencias con él, hasta cuando nos mandamos pal carajo de parte y parte y después nos fuimos a beber café en sus oficinas. Hincarle el diente al “Maestro”, es como entonar bien los bemoles en la guitarra. Me salen hasta cayos de observar como se comportan desde la jaula esa del quinto piso de Carolina en su memoria.

Al momento, me sudan las manos, y me sostengo con un teclado y un bolígrafo para recordar su memoria de bien común y no de persecución y no fue que no lo hizo, es que cuando lo hizo lo hizo con elegancia manifiesta. Lo mismo me pasó hace unos meses cuando, para una peña literaria (que no llegó a tener nombre), me tocó investigar a propósito de su aniversario de su repentina muerte y esta vez no me atreví a ir a su misa de recordación, a la anterior hasta foto tomé en la iglesia y me senté junto a Aníbal Acevedo Vila, porque siempre lo recuerdo todos los días en mis trasnochadas madrugadas como un centro de inspiración para nuestros jóvenes y niños, saludos Javier Aponte Dalmau, esto no es contigo, tu tienes mas valores inculcados que tu hermanito, tu dices las cosas de frente como las creé y las ve, aunque te perjudique y te respeto, por ello un abrazo, aunque le dijiste a mi abogado que, que clase de clientes tenia, Carlos Rodríguez Pardo y Cheo Cruz.

De José E. Aponte de La Torre, pienso en sus ojos grandes, y me relajo. Si lo recuerdo con anteojos, pienso en Joaquín María Machado de Assis, el carioca universal pobremente reconocido, que el año pasado celebró su centenario de muerte entre tímidos homenajes. La similitud me llegó como un rayo, mientras almorzaba un sándwich de queso. “Es una locura”, me dije. José E. Aponte de La Torre y Machado… No es que se parecieran en físico. Para nada. Los une su genialidad para las acciones de bien común al extremo que José Carlos todavía no ha desarrollado ninguna idea nueva, todas las remodelaciones y construcciones que usted ve en Carolina son ideas geniales de José E. Aponte de La Torre y eso será según me han dicho hasta el 2025, sobre todo para las que se vuelcan en forma de relatos de ficción.

Sus acciones en Carolina y todo Puerto Rico estaban matizados por las causas sociales, ya bien para defenderlas o denunciarlas, o como forma de burlarse de las peculiaridades de nuestro pueblo, el humano. Lo converso sólo con dos amigos muy cercanos y que están acostumbrados a mis ideas, llamémosle, fuera de contexto uno de ellos todavía trabaja en el municipio pero conserva mi amistad no lo menciono porque son capaces de hasta expulsarlo del Municipio, les aseguro que ese amigo nada me cuenta de las cosas del Municipio, si total, ellos hasta lo han aislado de su entorno también.

Uno de ellos, que no repara en decirme loco, apoya mi osadía y me empuja al abismo. Al otro le brillan los ojos cuando apenas escucha la comparación. Le gusta mi tesis y apuesta a ella. Cree que es una buena coyuntura para educar. Hay mucha gente que desconoce sus méritos, o peor, que los subestima, hay José Carlos ese era tu padre.
No debemos encerrarnos en discusiones economicistas. Lo que debemos combatir en su conjunto son los antivalores que ha parido el Municipio de Carolina hoy sin frenos: El individualismo egoísta destructor de la solidaridad; el imperio de la ley del mas fuerte; el abandono de los desfavorecidos, o, como en nuestro país, la compra barata de la pobreza creada previamente; el dinero y el éxito social como motor motivador de las acciones humanas: la desigualdad como el criterio angular sobre el que el sistema se construye; la renuncia a la justicia social, por el clientelismo y el patrimonialismo; la optimización de los beneficios de la producción a costa de la destrucción del medio ambiente; y la clonación de las personas mediante la difusión, ahora global, de hábitos consumistas, ese NOoooo, era José E. Aponte de La Torre.
Esos anti valores son los que hay que vencer, en base a recuperados valores que nieguen lo que Mussill llamó “la organización del egoísmo”.

Y para que comparen, me viene a la memoria las enseñanzas de Doña Consuelo mi santa madre y seguidora de José E. Aponte de La Torre, siendo estadista aquí en Villa Asturias y recuerdo sus enseñanzas de el príncipe judío Absalón, tercer hijo de David que vivió en el siglo X antes de Cristo, es conocido porque le declaró la guerra a su padre, al igual ha hecho José Carlos Aponte Dalmau, renegando sus principios y botando todo el que estaba de lado del prócer ese es el caso del padre de una buena funcionaria del Municipio que su padre es Agrimensor, excelente ser humano y mejor constructor de futuro, sacado de toda actividad del Municipio, a este colaborador incansable del Prócer José E. Aponte de La Torre y residente de Country Club, acción detestable cometida a traición, con asechanza y alevosía , por envidia y persecución a través de la bestia Víctor Rodríguez, alias el Caneco de Carolina, y catador de vinos finos ahora, ¡que bárbaros y malos son.

En II de Samuel se establece que en todo Israel no había hombre tan hermoso y de tan gallarda presencia como él. Pero el orgullo no tardó en cegarlo. Con astucia, captó las simpatías del pueblo, asesinó a su hermano Amnón y se rebeló abiertamente contra el Rey. Este se vio obligado a huir de Jerusalén, José Carlos fue elegido de dedo frente a la tumba de su padre en el cementerio en pleno entiero de José E. Aponte de La Torre, para evitar unas primarias internas, idea de Aníbal Acevedo Vilá, pero José Carlos nunca respaldó en su calvario a su mentor tampoco, no se acerco al tribunal Federal ni de lejos, si José E. Aponte De La Torre estuviera vivo, de seguro que hubiese estado en primera fila y todos los días y se que hasta guaguas repletas de Carolinenses llevaba para el Tribunal Federal; en la Av Chardon, para protestar por la “injusticia” que cometían por politiquería de la CIA contra su amigo Aníbal Acevedo Vilá, hoy le digo a Aníbal te equivocaste de jinete, este no es igual a tu mentor el prócer José E. Aponte de La Torre, este es vengativo y mal agradecido, es un bochorno a la memoria de su padre y se enseñorea con lo que hacen maldades contra sus amigo.

Pero la biblia establece que más tarde, ambos ejércitos, el del hijo y el del padre, mandado por Joab, se enfrentaron en el bosque de Efraín y ya eso esta pasando en Carolina, los que son seguidores del padre se enfrentan al del hijo.

En la historia de la biblia Veinte mil hombres de estos fueron pasados a cuchillos y quedaron sobre el campo de batalla. Así derrotado, Absalón huyó en un mulo, buscando su salvación en la fuga. Pero al pasar por debajo de una gran encina, su cabellera quedó enredada en las ramas del árbol, por lo que, al seguir el mulo adelante, se quedó colgado en el aire. He aquí una lección para José Carlos Aponte Dalmau y su gente: miren a Absalón, colgando de un árbol, maldecido, abandonado por el cielo y la tierra; lean en esto cuánto aborrece el Señor la rebelión de los hijos contra los padres. Llegó entonces Joab y, pese a la orden del Rey de respetar la vida del príncipe, le atravesó el corazón con tres dardos o rejones.

Para David el rey, la derrota del conspirador fue una gran victoria. Para David el padre, una tragedia horrible. Cuando supo de la muerte de Absalón, se conmovió, y subiendo al cuarto que estaba encima de la puerta, se echó a llorar, se que ahora su padre llora en el cielo las acciones de su hijo, de seguro que las reprocha sin temor a equivocarme.

El Rey David mientras caminaba, decía: “¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Ojalá yo hubiera muerto en tu lugar! ¡Hijo mío, Absalón, hijo mío!”. En efecto, notamos en David una sombra del amor del Salvador que lloró, oró y hasta sufrió la muerte por la humanidad rebelde y enemiga.

José Carlos Aponte Dalmau, por esto es que afirmo que tu no gobierna a Carolina, porque quien lo hereda no lo hurta, y tu herencia de parte de tu padre es la ayuda a los movimientos sociales y el bien común, no la destrucción de todo el que se mueva en tu contra o que tus acólitos te digan que está en tu contra, en mi perdiste un amigo, buscado por tus acciones descabelladas, he ahí la respuesta a los amigos que anoche en el bar me hablaban de si era posible que nos juntáramos de nuevo y que dijera como decía en mis transmisiones de radio de donde me expulsaste, : “En la pizarra del Municipio de Carolina tu alcalde y mi alcalde José Carlos Aponte Dalmau el juego esta ……” ahora nunca jamás diré eso, ya tu no eres mi alcalde traicionaste los principios que aprendí a querer en la persona de tu padre José E. Aponte de La Torre y hoy eres el Absalón de Carolina.

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