LA DIFERENIA BORICUA
Por Redacción de Radio El Faropr.com A diferencia de cómo actuamos en Puerto Rico, los países, mientras más pobres más inclinados al boato y al gasto superfluo, las naciones altamente desarrolladas siguen cifrando su bienestar en el culto al ahorro y la austeridad. A pesar de que el aumento del precio del petróleo pone a nuestra economía en jaque con amenaza de mate, y los precios de los combustibles se sitúan en las nubes, los funcionarios Públicos y de altos rangos, como alcaldes Legisladores y secretarios del gobierno, continúan montados en vehículos de alto consumo pescuesos largos. No desperdician oportunidad de viajar con boletas de primera clase y reservaciones en hoteles cinco estrellas. La clase media gasta más de lo que le ingresa y hasta los pobres se dan algunos gustos por encima de sus posibilidades vivimos con las tarjetas de créditos. Contrario a esa exhibición olímpica de despilfarro de Puerto Rico, en Noruega por ejemplo, uno de los países de más alto