Politicos y Estadistas
Politicos y Estadistas
Por yaqui Nuñez del Risco
En un bien nutrido ensayo sobre el poder y la fuerza, toda una autoridad científica, David Hawkins, hace una interesante exposición de la diferencia entre políticos y estadistas. Sostiene que los políticos funcionan por conveniencia, se rigen por la fuerza después de ganar su posición a través de la fuerza de la persuasión.
Los estadistas representan el verdadero poder, se rigen por la inspiración, enseñan con su ejemplo y representan principios claros como el agua. Agrega Hawkins, los estadistas invocan la nobleza que reside en todos los hombres y la unifican a través de lo que puede ser llamado el corazón. Aunque el intelecto puede ser engañado fácilmente, el corazón reconoce la verdad, según el investigador.
La fuerza, a menudo, se basa en la retórica, en la propaganda y en argumentos aparentemente verdaderos para ganar apoyo y encubrir las motivaciones ocultas. La verdad es evidente por sí misma. Para Hawkins, está claro que el poder está asociado con aquello que apoya la vida y la fuerza está asociada con aquello que se aprovecha de la vida para la ganancia de un individuo o de una organización. La fuerza divide y debilita; el poder unifica.
El poder atrae; la fuerza repele. El poder sirve al pueblo; la fuerza se sirve a sí misma. Hawkins cita ejemplos: Gorbachev hizo una revolución en el monolito político mayor sin disparar un tiro; Gandhi venció al imperio británico sin levantar una mano. El poder libera; la fuerza abusa.
Por yaqui Nuñez del Risco
En un bien nutrido ensayo sobre el poder y la fuerza, toda una autoridad científica, David Hawkins, hace una interesante exposición de la diferencia entre políticos y estadistas. Sostiene que los políticos funcionan por conveniencia, se rigen por la fuerza después de ganar su posición a través de la fuerza de la persuasión.
Los estadistas representan el verdadero poder, se rigen por la inspiración, enseñan con su ejemplo y representan principios claros como el agua. Agrega Hawkins, los estadistas invocan la nobleza que reside en todos los hombres y la unifican a través de lo que puede ser llamado el corazón. Aunque el intelecto puede ser engañado fácilmente, el corazón reconoce la verdad, según el investigador.
La fuerza, a menudo, se basa en la retórica, en la propaganda y en argumentos aparentemente verdaderos para ganar apoyo y encubrir las motivaciones ocultas. La verdad es evidente por sí misma. Para Hawkins, está claro que el poder está asociado con aquello que apoya la vida y la fuerza está asociada con aquello que se aprovecha de la vida para la ganancia de un individuo o de una organización. La fuerza divide y debilita; el poder unifica.
El poder atrae; la fuerza repele. El poder sirve al pueblo; la fuerza se sirve a sí misma. Hawkins cita ejemplos: Gorbachev hizo una revolución en el monolito político mayor sin disparar un tiro; Gandhi venció al imperio británico sin levantar una mano. El poder libera; la fuerza abusa.
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