CUNA DE CULTURA Y CONTRASTE

Cuna de cultura y contrastes
Por Jorge Luis Burgos

EL VOCERO

16 de marzo de 2009 04:00 am

Más allá de la belleza natural que ofrecen sus caminos y paisajes para miles de motoristas, ciclistas y turistas que cada fin de semana se sumergen en sus populares rincones turísticos, lo cierto es que la realidad diaria que vive la población del municipio de Loíza es muy distinta dado a la dura convivencia en la que prácticamente sus ciudadanos luchan por sobrevivir.

El olvido al que históricamente sus residentes señalan han estado sometidos por los gobiernos se suma la incidencia criminal y de enfermedades de transmisión sexual.

Sobre 32 mil habitantes
Según el estudio demográfico del Censo del año 2000, el municipio de Loíza tiene una población de 32,537 personas, de las cuales 16,980 son mujeres para una representación del total de un 52.2%, mientras que 15,557 son varones para un 47.8%. De esos datos se desprende que un 62.2% de la población es de raza negra, y cerca del 30% de los hogares está constituido por madres solteras. Un 60% del municipio está por debajo de los niveles de pobreza establecidos por el Censo.

Prematura la actividad sexual
De otro lado, en el Estudio sobre las Necesidades de Salud de las Mujeres en Loíza (ENSM), realizado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Ciencias Médicas, publicado el 27 de febrero de 2009 y preparado por Ismael Rodríguez, Andre Ebdi, Eduardo González, Lilliana Hernández, Lilliana Viera, Christine Jiménez y John Vélez, revela que la edad en la cual las mujeres loiceñas comienzan a estar sexualmente activas fluctúa entre los 10 a 15 años.
Un 38.78% de una muestra de 98 encuestadas, contestó en la afirmativa, siendo el grupo de entre 16 y 20 años el más numeroso con un 44.90%, y un 12.24% del de 20 a 25 años, un 2.04% de 26 a 29 años y un 2.04% del de 30 a 39 años.

Ese mismo estudio indica que un 40.82% de las encuestadas tuvo su primer hijo entre los 16 a 20 años, seguidas por las de 20 a 25 años con un 28.57%, entre 10 a 15 años con un 19.39%, un 8.16% entre los 26 a 29 años, y un 3.06% entre 30 a 39 años.

Acechados por los robos
Otros problemas sociales que están latentes en Loíza son el robo a las residencias con preferencia por las de los ancianos. Ello se suma a la modalidad de asesinatos por el control de los puntos de drogas que mantiene a esta comunidad en estado de sitio.

Según Modesta Irizarry, líder comunitaria del sector Miñi Miñi, “la realidad es que mucha de nuestra gente se crió y creció en unos ambientes que no son los más saludables. Por eso hubo momentos en que la seguridad se salió de control, pero la comunidad reaccionó y se unió ante el trabajo positivo que vieron entre las agencias del gobierno y los grupos comunitarios”.

Irizarry, quien es egresada de grupos de ASPIRA, del sistema de educación pública y realiza actualmente una Maestría en Teología del Concilio Defensores de la Fe, aseguró que su trabajo social con las comunidades nace de la preocupación del marcado deterioro de seguridad, salud y pobreza en que viven en Loíza.
“Vivo preocupada con los problemas sociales de mi pueblo. Hace unos años que aquí no se podía vivir.

Hubo muchas muertes entre nuestros jóvenes. Por eso, hace seis años que me integré al comité ‘Ni Una Muerte Más Para Loíza’, que celebra el primer sábado de mayo su gran evento que consta de una marcha de concienciación a las comunidades.
Ahí se unen todos los líderes de la comunidad que durante el año trabajan por sus vecindarios. Ahí se integran personas de todas las ideologías religiosas, sociales y políticas. Lo importante es crear conciencia a nuestro pueblo de que se puede tener calidad de vida en nuestro Loíza. Además, que trabajamos por el bienestar de todos los sectores que integran el pueblo”, recalcó.

‘Ni Una Muerte Más Para Loíza…’

Irizarry recordó que el pasado año unas 3,000 personas dijeron presente a la marcha, y con esa demostración de pueblo, otros municipios de la Isla comenzaron a realizar el mismo evento, por lo que tuvo unos efectos positivos en la comunidad.

Personas como el padre Francisco Conclé, de la iglesia Santiago Apóstol y los líderes comunitarios de los diferentes barrios de Loíza como Piñones, Medianía Alta, Medianía Baja, Las Cuevas, Torrecilla Alta y Torrecilla Baja, son parte de los líderes comunitarios que a diario trabajan por un mejor Loíza, según destacó Irizarry.

“En Loíza tenemos una particularidad. Y es que el crimen y los problemas sociales nos afectan a todos. Eso se debe a que los loiceños de una manera u otra, son unos familia del otro. Por eso, es que todos nos unimos para trabajar para el pueblo. Porque el crimen nos afecta a todos por igual”, destacó.

Proliferan Enfermedades de Transmisión Sexual
Por otra parte, la incidencia de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), entre los adolescentes, son otro factor que incide en la crisis social que vive la comunidad.
En ese sentido, Irizarry expresó que organizaciones como Taller Salud (TS) que brindan servicios de orientación en las escuelas tienen una función vital en la comunidad. “Hace dos años que el TS inauguró una oficina en Loíza. Durante el año ellos coordinan eventos tanto para niños como jóvenes. Tratan de integrar a los padres en la responsabilidad con su familia y la comunidad”, destacó.

Las estadísticas de la División de Enfermedades de Transmisión Sexual/VIH/SIDA (ETS) del Departamento de Salud (DS) indican que en el 2008, las tres principales enfermedades que se reportaron fueron la clamidia en las mujeres (111 casos) y hombres (27 casos), seguida por tricomoniasis con 24 casos en mujeres y dos en hombres, mientras que la sífilis sigue muy de cerca con siete casos de mujeres y seis en hombres.

Esta información científica del DS confirma la obtenida por el Estudio Sobre las Necesidades de Salud de las Mujeres de Loíza publicado en el 2009 por el Recinto de Ciencias Médicas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico, que reveló que la clamidia es la ETS más común entre las mujeres encuestadas, siendo ésta a su vez, de la que menos conocen. Contrario al Virus de Inmonodeficiencia Humana (HIV) que es la que más conocen, y menos prevalencia tiene entre ellas.

Por su parte, las estadísticas relativas al HIV revelan que al 27 de febrero de 2009, entre hombres y mujeres se reportaron 32 casos en contacto heterosexual, seguido por 22 relacionadas al uso de drogas, y cinco casos por contacto homosexual hombre a hombre.

Combaten deserción escolar
Asimismo, la líder comunitaria señaló que otro problema que acecha a los jóvenes del pueblo es la deserción escolar. Ante esa realidad, indicó que en el municipio se estableció el proyecto ‘Nuestra Escuela Casa’, que ofrece servicios a estudiantes que por alguna razón no continuaron cursos en la escuela tradicional, y ahora, cumplen sus currículos en programas de ayuda.

Sitiadas varias comunidades
En Loíza el trasiego de drogas y el control por los puntos de venta mantienen sitiados a los jóvenes dentro de sus comunidades. Según relatos de los residentes, hay jóvenes que no pueden ir de un barrio al otro, porque exponen su seguridad ante los otros que controlan el sector.

“Es una realidad que hay una lucha de puntos en nuestros sectores. Lo triste de esto es que nosotros, en cierto punto, permitimos que eso sea así, porque somos los padres quienes primero inculcamos en nuestros jóvenes el temor de ir a otros sectores. Pero, si somos libres, no estamos en el trasiego de drogas, ni en ninguna actividad delictiva no tenemos el por qué limitar nuestra libertad... así se lo enseño a mis hijos. Tenemos que tener cuidado en cómo los enfocamos con relación a las realidades que tienen que enfrentar”, destacó.

Autoestima como factor incidente
Irizarry señaló que entre los jóvenes loiceños existe un problema serio de autoestima, el que incide en un sentimiento de frustración y poco o ninguno por superarse en la vida.

“Aquí encontramos padres con unas necesidades muy precarias, versus un repentino desarrollo de proyectos de alto costo que chocan con la realidad de los residentes, quienes tienen grandes necesidades de viviendas. Del otro lado, qué satisfacción tienen esas personas adineradas que al salir al balcón de sus costosas viviendas la realidad que tienen de frente es ver a una comunidad viviendo necesidades”, indicó.

La líder comunitaria reveló que en las reuniones que realiza con los residentes, la percepción que domina en sus mentes es la de que todo eso es una actitud abusiva.
“La comunidad se siente desplazada dentro de sus propias tierras. Los megaproyectos de viviendas costosas cada vez son más en las inmediaciones del municipio. Mientras, tienes residentes como los del sector Tocones, que llevan más de un cuatrienio esperando porque, al menos, le terminen sus casas. Muchos de ellos no tienen ni título de propiedad de sus terrenos. Y la lucha diaria que llevan, es casi contra el viento, porque no se cumplen las promesas de los gobiernos. Algunas familias llevan más de 70 años esperando porque alguien les ayude”, indicó.

Estas realidades son las que inciden en la actitud que asumen los jóvenes por superarse. Sin embargo, más allá de querer soñar por superarse y algún día alcanzar la capacidad para obtener esas propiedades dentro de su pueblo, lo cierto es que la frustración los embate.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

LA HISTORIA DE ABSALON EL HIJO DEL REY DAVID Y CAROLINA

EL PAJARO SE CONOCE POR LA CHURRETA

EL PPD Y EL MUÑECO DE LOS SIETE CULOS