LA MORAL Y LA ETICA NO LA CONOCEN EN EL MUNICIPIO DE CAROLINA
LA MORAL Y LA ETICA NO LA CONOCEN EN EL MUNICIPIO DE CAROLINA
Por José Cheo Cruz
La moral pública como la privada no consiste en consideraciones abstractas y divorciadas de nuestras actuaciones en el diario vivir, sino todo lo contrario; ella es pensamiento y acción en todas las actuaciones del individuo, comenzando por los ejemplos que inculcan los padres a hijos, los preceptores y maestros en la formación de los educandos y fundamentalmente de los servidores públicos de todos los niveles y naturaleza, que tienen el deber de practicar con el ejemplo lo que exigen a los demás, ya que tanto unos como otros son parte viviente del Estado, institución que se presume debe ser moral por definición, el cual no puede actuar por sí mismo, sino a través de sus órganos de presentación que integran los servidores públicos.
El hombre no es un ser perfecto, pues la perfección sólo reside en lo absoluto: Dios como totalidad; pero el hombre disfruta de la facultad de discernir entre lo correcto y lo incorrecto, lo moral y lo inmoral, ya que es un ser perfectible, aunque no es perfecto y debe responder de sus actos y ser objeto de la sanción o reconocimiento de los demás, o de la repulsa de la sociedad si obra mal, en el caso contrario”.
Creo que la lucha por hacer cada vez más ética y moral una sociedad es una tarea que lleva tiempo, muchas veces los que están en esa labor son hasta objetos de burla dado que supuestamente “todo está perdido y nada hay que hacer”. Tal vez parezca muy filosófico el razonamiento pero cuando ampliamos nuestra visión afianzamos la creencia de que siempre se pueden mejorar las cosas desde los diferentes ámbitos en los que nos desempeñamos.
Los prejuicios nos llevan a hacer esa diferencia; prejuicios económicos, prejuicios sociales, prejuicios religiosos; se juzga a la persona por cualquiera de estas categorías y a cuántas equivocaciones se llegan y cuánto se sufre por los prejuicios.
Y es porque no se conocen las realidades de las personas y las verdades que esas personas viven y realizan.
Es por eso que es necesario informarse; cuando se tienen prejuicios en la vida es necesario estudiar ese capítulo de dónde nacen los prejuicios, y recordar la frase de Jesús: “Nunca juzguen ni condenen a los demás por sus prejuicios” pero recuerden que los inmorales, los homosexuales y los mentirosos no entraran al reino de los cielos.
Por José Cheo Cruz
La moral pública como la privada no consiste en consideraciones abstractas y divorciadas de nuestras actuaciones en el diario vivir, sino todo lo contrario; ella es pensamiento y acción en todas las actuaciones del individuo, comenzando por los ejemplos que inculcan los padres a hijos, los preceptores y maestros en la formación de los educandos y fundamentalmente de los servidores públicos de todos los niveles y naturaleza, que tienen el deber de practicar con el ejemplo lo que exigen a los demás, ya que tanto unos como otros son parte viviente del Estado, institución que se presume debe ser moral por definición, el cual no puede actuar por sí mismo, sino a través de sus órganos de presentación que integran los servidores públicos.
El hombre no es un ser perfecto, pues la perfección sólo reside en lo absoluto: Dios como totalidad; pero el hombre disfruta de la facultad de discernir entre lo correcto y lo incorrecto, lo moral y lo inmoral, ya que es un ser perfectible, aunque no es perfecto y debe responder de sus actos y ser objeto de la sanción o reconocimiento de los demás, o de la repulsa de la sociedad si obra mal, en el caso contrario”.
Creo que la lucha por hacer cada vez más ética y moral una sociedad es una tarea que lleva tiempo, muchas veces los que están en esa labor son hasta objetos de burla dado que supuestamente “todo está perdido y nada hay que hacer”. Tal vez parezca muy filosófico el razonamiento pero cuando ampliamos nuestra visión afianzamos la creencia de que siempre se pueden mejorar las cosas desde los diferentes ámbitos en los que nos desempeñamos.
Los prejuicios nos llevan a hacer esa diferencia; prejuicios económicos, prejuicios sociales, prejuicios religiosos; se juzga a la persona por cualquiera de estas categorías y a cuántas equivocaciones se llegan y cuánto se sufre por los prejuicios.
Y es porque no se conocen las realidades de las personas y las verdades que esas personas viven y realizan.
Es por eso que es necesario informarse; cuando se tienen prejuicios en la vida es necesario estudiar ese capítulo de dónde nacen los prejuicios, y recordar la frase de Jesús: “Nunca juzguen ni condenen a los demás por sus prejuicios” pero recuerden que los inmorales, los homosexuales y los mentirosos no entraran al reino de los cielos.
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