legado una madre ejemplar

EL LEGADO DE UNA MADRE EJEMPLAR

Por José Cheo Cruz

Me encuentro ahora con mis recuerdos más que antes, pero me niego a aceptar que es porque me vuelvo un poco longevo.

Siempre me empeño en demostrar a mí mismo y a todos que la juventud está presente en nuestras vidas mientras haya entusiasmo, atribuyo mi reciente vocación memoriosa a la convicción que mantengo sobre el pasado: para qué sirve y cómo se utilizan sus lecciones, y por qué no hay que satanizar las tradiciones en nombre del progreso, y digo siempre: viejo es el viento o viejísimo y sopla todos los días, hasta con mas fuerzas cuando se molesta con nosotros mismos y viene un huracán, para purificarnos la tierra.

Me sitúo en ese cruce de caminos de una historia que arranca en el pasado, que necesita recordarlo, y que se sigue haciendo sumando a los viejos elementos valiosos los impactantes aportes que nos hacen los tiempos presentes. Miro también al porvenir, que me preocupa en tanto se construye desde ayer y en el hoy, porque si no volveríamos a inventar cada vez el fuego y la rueda, en el riesgoso juego de repetir los desaciertos, hay que eliminar los desaciertos y construir nuevas ideas y horizontes, por ello en Carolina me encantó la Frase del Gigante Mayor "Construyendo el futuro Hoy".

Desde este rinconcito , porque ya no tengo casa, aunque los pajaritos no trabajan ni ganan dinero y comen y viven en sus nidos, ellos mismos lo construyen y que abarca distintas épocas y compara sucesos y costumbres, observo y me preocupa un cambio cultural que se extiende como lava insidiosa penetrando en las mentes de todos los Puertorriqueños y ni los espíritus de los Puertorriqueños ilustres, como Pedro Albizus Campos, Eugenio Maria de Hostos, Ramón Emeterio Betances ect, nos ilumina el entendimiento , ¡líbranos o Dios de la chabacanería costumbrista, accionar y musical que vivimos ahora!.

El Día de las Madres, que se celebro en días recientes en el segundo domingo de mayo en nuestro país, asomó bien temprano en los suplementos que ofrecen los periódicos de Puerto Rico, como pródiga cornucopia toda clase de objetos; ropas, artefactos electrodomésticos, muebles, joyas. Las coloridas páginas son catálogos que excitan las papilas del consumo filial, y las hambrientas expectativas de las madres. Se produce en el imaginario social un equívoco cruce entre conceptos que antes no nos eran confusos: regalo, precio y cariño.

Asoma en el balcón depravado la concepción neoliberal de un Mercado descomunal como supremo protagonista de nuestras existencias. En el caso de la festividad de las madres, como en la Navidad, y en San Valentín, ya no se considera el valor del recuerdo amoroso que se expresa en un modesto regalo escogido en función del conocimiento y el aprecio de lo que le gusta al ser querido.

Ahora, hay que deslumbrar, competir con el hermano o el vecino, en la dimensión y el costo del paquete, mientras mas caro mas te quiero ¡que ironía esta! ¡que villanía también!.

Los anuncios establecen previamente el "ranking" de las manifestaciones afectivas y efectivas, diferenciando las chucherías marcadas para compra que nadie les hace caso mejor no regalan nada porque no tienen dinero, dicen.

Inmersos en ese clima infernal, de espaldas a las austeras prioridades que nos impone el elevado costo de la vida de un ivu sin precedente en la historia, todo mas caro delirantes en el incitado, pero sigue el rabioso consumismo y nos encandilamos, los "clase media" sobre todo, sin recordar que nos hemos transformado, entre impuestos y alzas de precio a todo, en clase ni "un octavo" un nada somos por el alto costo de vivir en Puerto Rico.

Me he atrapado anhelando fugazmente que una colecta inducida entre 5 hijos e hijas, y 7 nietos, me coloque en un espacio hogareño la "TV plasma LCD de 50 pulgadas", con Direct Tv o satélite donde puedas ver mis juegos de Grandes Ligas, las noticias y hasta alguna que otra película de acción que me gustan, aunque los pocos metros de la casa no se prestan para ofrecer el habitat debido a tan espectacular articulo, como en el cine, ¡que ilusión la mía!.

Cuando me sacudo y despierto, reaccionando racional y éticamente del contagio furioso y pervertido, me agarro al talismán de los buenos recuerdos de una tradición limpia y dulce, que me enseño Doña Consuelo Jiménez, que siendo extremadamente Estadista siempre me decía "el alcalde de Carolina es muy buena gente" y hay que votar por el, quiera Dios que se encuentren los dos en el cielo y ella le recuerde sus peleas conmigo, y mi defensa a Don Carlos Romero Barceló en el 1988 cuando el huracán Hugo una gigantesca foto de Carlos Romero fue puesta en la entrada del comité del PNP en Santurce para proteger el cristar y me enojé, la quité y me la traje para Carolina y cuando el alcalde Aponte vino por el sector sus alicates le dijeron no entre a esa casa, son del PNP, pero mas que eso que José E. Aponte de La Torre le diga, tu hijo Cheo, me estaba ayudando y siguiendo mis pasos en Carolina al dejarno temporeramente y físicamente, porque Aponte Vive en Carolina y todo Puerto Rico, ese es el llamado de Dios, que sueño que ilusión la mía ¿se podrá dar ese encuentro en el cielo entre Dona Consuelo de Villa Asturia y Don José E. Aponte de La Torre?, ¡Ojal y que ambos sean amigos en el cielo for ever.

El mayo de la infancia llega a mí, con olor de las azucenas de las ofrendas de la Iglesia adventista de Villas Palmeras, o de Villa Fontana en carolina o la de Río Piedras que llevaba mi madre todos los sábados y en las madres el arreglo era mas grande, así fue que conocí a Río Grande, el barrio Morovis, buscando azucenas para la iglesia de mi madre. Evoco las horas extras durante las que bordaba a hurtadillas un costurero en la escuela primaria de Villas Palmeras, unas servilletas, unos pañitos, para alegrar la mañana del domingo día de las madres y de mi mamá, dándoselo entre besos con unos versos cándidos y dos o tres flores escamoteadas del ramillete que ella misma había comprado en Río Grande o al señor aquel que se las traía los viernes, cuando no podía ir a buscárselas por mis campañas en toda la isla por mi candidato.

Nunca competí en los años buenos en que tuve el privilegio de gozar la presencia de mi madre al lado mío, con los regalos de los vecinos o de mis amiguitos eran mas ricos y poderosos, nosotros bien pero bien pobres, inmigrantes non gratos para algunos, que ahora pienso que eran bastante más ricos que todos mis familiares juntos.

El abrazo que me daba Mamá en cada día de las Madres, no era más o menos apretado según el precio del obsequio: si trueque hubo, era el puro intercambio que define el adagio popular conocido: "Amor, con amor se paga".

Pero el amor, como otras emociones y sentimientos fundados en valores, no es mercancía que se vende ni se compra, y por eso no es categoría reconocida en la tabla de pragmática que nos quiere enseñar el posmodernismo.

Todo tiempo pasado NO fue mejor. Soy un adulto mayor orgulloso, asombrado y agradecido a Dios porque he vivido en todos estos años luchando con obtener lo que necesitamos para vivir, de caída en levantada pero vivos, que me han dado el privilegio de extasiarme ante un primer televisor, y de entrar ahora a Internet, para recibir emails inmediatos en lugar de tardías cartas y poco inteligibles papelitos, y hasta poder compartir con ustedes, en El Faro, mis pensamientos y hasta mis estupideces también, con aciertos y desaciertos que grande es nuestro Dios todo poderoso.

Pero necesito tener, mi país y el mundo también lo necesitan, recuerdos y costumbres que digan de dónde venimos para entender lo que somos, y adónde vamos. Hay que espigar en la historia propia y en la de los otros lo que es valioso y perdurable, para vivir el hoy con lucidez, entendiéndolo como puente que no debe romperse y nos conduce al futuro, ese era el principio que enarboló Don Pedro Albizus Campos de que "quien negara sus raíces debería desaparecer" ect algo así no recuerdo ese pensamiento bien ahora.

En ese largo, irrepetible camino, nuestro equipaje debe cobijar la memoria: esa que me llevó con el olor premioso de los afectos que no tenían precio, a hacer una lista de regalos posibles muy modesta para someterla a elección de los hijos y los nietos que Dios me ha dado.

Mi casa ya no existe ni conserva sus dos viejos televisores sin LCD y sin plasma. Pero mi corazón, mi mente y mis criterios se abrazan hoy, mañana y siempre a los cariños que valen y no cuestan, por lo menos en dólares. Y los mejores regalos serán las alegrías sin apremios, remordimientos ni hipotecas que compartiremos desde tempranito. ¡Viva la tradición! !Que viva por siempre mi madre Doña Consuelo Jiménez Veras se que estas con Dios rogando por su "loquito político" como me decía, por aquello de pertenecer a una avanzada y tener que pelear por mi líder Carlos Romero Barceló, aunque después se olvidaron de mi y repartieran puestos a los que no trabajaron para ello.