¿Qué PASA AHORA?
Por José Cheo Cruz
Vivimos tan ocupados y centrados en nosotros mismos que muchas veces no nos damos cuenta de que a nuestro lado vive gente. El trabajo, la internet, las ocupaciones sociales, el deseo de ascender socialmente y muchísimas trivialidades más nos van alejando de nuestra verdadera razón de ser. Sin embargo, marcar la diferencia es tan sencillo y podría cambiar la vida de tantas personas.
Si por un momento hiciéramos un alto en nuestro agitado vivir, para ver las necesidades de quienes nos rodean, nos daríamos cuenta de que muchas veces lo único que hace falta es un simple abrazo, una palabra llena de amor o un poco de comprensión con los demás, para que salvemos a tantas personas de vivir una vida traumatizada.
Podemos marcar la diferencia en la vida de las personas que nos rodean con tan sólo dedicarle un poquito más de atención. Nada nos cuesta, POR EJEMPLO EN MI CASA MI MADRE SI ESTABA PENDIENTE A LOS DIAMBULANTES que pasan hambre no tienen techo y es como el capitán que no tienen quien les escriba.
mil millones de personas tienen hambre en el mundo. Sus vidas están en peligro porque no tienen qué comer, o porque lo que alcanzan a llevar al plato no tiene los nutrientes mínimos para sostenerles dice las organización de las Naciones Unidas.
La lucha contra el hambre no es la más popular de las causas nadie se preocupa por lo que pasan hambre que son muchos y aveces les damos macdonnal a los niños que un Hambuerguer cuesta casi $10.00. el hambre es una causa que se hace más lejana para quienes se identifican con la batalla contra el cáncer, la violencia o el sida, contra el narcotráfico que ahora hay que ser guapo para ello, por ejemplo.
Todos podríamos tener cerca a alguien que enferme a causa de uno de estos males, pero pocos de los que tenemos acceso a un periódico conocemos el nombre de uno de esos 53 millones de seres que sólo en América Latina tiene la vida en peligro por falta de comida.
A mi me obsesiona la búsqueda de ese “otro mundo posible”, uno en que la prioridad sea la gente y no las grandes corporaciones ni los gobernantes arrogantes y corruptos que tenemos hoy como en Carolina que son seres insensibles hasta con los niños ahora.
En este mundo de utopías en que vivo, más valen los agricultores que esperan una reforma agraria y que se siembre hidroponía por ejemplo en cada escuela de Puerto Rico, no para marihuana sino para que tengamos con que y de donde comer, que los latifundios ociosos que sean invadidos por los que quieran sembrar comestibles y que el gobierno los apoye, para cultivarlos, junto a la organización mundial “Los sin tierra”.
Hoy es domingo estoy solo pensando como seria el mundo que anhelo y les plantéo la salida a un mundo que ya no funciona por el peso de la injusticia de que el 60 por ciento de la población viva con apenas un dólar por día es increíbles que seamos tan insensible y gastamos repito cientos de dólares en comestibles rapidos que son muy dañinos para la salud de nuestros niños y muy caros.
El mensaje es uno de esperanza: las fuerzas populares, a partir de sus diferentes perspectivas, tienen que organizarse para exigir que ese mundo posible sea el mundo real.
Y que todos juntos podamos hacer feliz a los demás para marcar la diferencia, que utópico soy pero asi pienso aunque me digan ridículo como muchos me han dicho.
Por José Cheo Cruz
Vivimos tan ocupados y centrados en nosotros mismos que muchas veces no nos damos cuenta de que a nuestro lado vive gente. El trabajo, la internet, las ocupaciones sociales, el deseo de ascender socialmente y muchísimas trivialidades más nos van alejando de nuestra verdadera razón de ser. Sin embargo, marcar la diferencia es tan sencillo y podría cambiar la vida de tantas personas.
Si por un momento hiciéramos un alto en nuestro agitado vivir, para ver las necesidades de quienes nos rodean, nos daríamos cuenta de que muchas veces lo único que hace falta es un simple abrazo, una palabra llena de amor o un poco de comprensión con los demás, para que salvemos a tantas personas de vivir una vida traumatizada.
Podemos marcar la diferencia en la vida de las personas que nos rodean con tan sólo dedicarle un poquito más de atención. Nada nos cuesta, POR EJEMPLO EN MI CASA MI MADRE SI ESTABA PENDIENTE A LOS DIAMBULANTES que pasan hambre no tienen techo y es como el capitán que no tienen quien les escriba.
mil millones de personas tienen hambre en el mundo. Sus vidas están en peligro porque no tienen qué comer, o porque lo que alcanzan a llevar al plato no tiene los nutrientes mínimos para sostenerles dice las organización de las Naciones Unidas.
La lucha contra el hambre no es la más popular de las causas nadie se preocupa por lo que pasan hambre que son muchos y aveces les damos macdonnal a los niños que un Hambuerguer cuesta casi $10.00. el hambre es una causa que se hace más lejana para quienes se identifican con la batalla contra el cáncer, la violencia o el sida, contra el narcotráfico que ahora hay que ser guapo para ello, por ejemplo.
Todos podríamos tener cerca a alguien que enferme a causa de uno de estos males, pero pocos de los que tenemos acceso a un periódico conocemos el nombre de uno de esos 53 millones de seres que sólo en América Latina tiene la vida en peligro por falta de comida.
A mi me obsesiona la búsqueda de ese “otro mundo posible”, uno en que la prioridad sea la gente y no las grandes corporaciones ni los gobernantes arrogantes y corruptos que tenemos hoy como en Carolina que son seres insensibles hasta con los niños ahora.
En este mundo de utopías en que vivo, más valen los agricultores que esperan una reforma agraria y que se siembre hidroponía por ejemplo en cada escuela de Puerto Rico, no para marihuana sino para que tengamos con que y de donde comer, que los latifundios ociosos que sean invadidos por los que quieran sembrar comestibles y que el gobierno los apoye, para cultivarlos, junto a la organización mundial “Los sin tierra”.
Hoy es domingo estoy solo pensando como seria el mundo que anhelo y les plantéo la salida a un mundo que ya no funciona por el peso de la injusticia de que el 60 por ciento de la población viva con apenas un dólar por día es increíbles que seamos tan insensible y gastamos repito cientos de dólares en comestibles rapidos que son muy dañinos para la salud de nuestros niños y muy caros.
El mensaje es uno de esperanza: las fuerzas populares, a partir de sus diferentes perspectivas, tienen que organizarse para exigir que ese mundo posible sea el mundo real.
Y que todos juntos podamos hacer feliz a los demás para marcar la diferencia, que utópico soy pero asi pienso aunque me digan ridículo como muchos me han dicho.
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