EL PERIODISMO EN PUERTO RICO HOY
EL PERIODISMO EN PUERTO RICO HOY
Por José Cheo Cruz
En estos tiempos en que el ejercicio periodístico es tan cuestionado en el país por la relación que se atribuye a no pocos de los que lo ejercen con sectores non santos y por su fragilidad ante el poder del dinero, vale la pena destacar la labor que vienen rindiendo en beneficio de la ciudadanía una serie de programas en radio, el Internet y blogers que ocupan lugar de preeminencia a nivel insular de Puerto Rico.
Recuerden También que el tiempo son: los minutos, las horas, el día, la semana, los meses, el año; también se llama tiempo, a la época que nos ha tocado vivir, pero si medimos el tiempo solamente en su dimensión matemática, no vamos a encontrarle todo el sentido que tiene; tiempo es un regalo, el tiempo es un don que se ha recibido y es gratuito; todos somos dueños de tiempo, somos dueños de los días y dueños de los meses, es por eso por lo que el tiempo se convierte en un valor, en un valor que puede transformar nuestras vidas; aprovechemos el tiempo.
Recientemente un arzobispo Latinoamericano dijo: “Cuando los países no resuelven sus problemas, cuando las autoridades no resuelven a su debido tiempo, el pueblo clamará respuestas”, muchos de nuestros problemas no son recientes, porque es una acumulación de males desde hace muchos años, porque lamentablemente no se han dado respuestas a esas necesidades que hay que resolver ahora lo que la gente pide, sobre todo, problemas y dificultades que otros gobiernos no resolvieron”.
“El día que en Puerto Rico se decida enfrentar con seriedad la corrupción, no será una tarea llevada a cabo por la presente generación. El impedimento viene dado porque todos tenemos cercanía –material o afectiva con alguien que ha transgredido los cánones morales en el manejo de la Cosa Pública o en el ámbito privado. Nadie en este país está calificado para emprender una cruzada que en la tinta luce muy bonita pero en el fondo guarda mucha hipocresía.
Pero por otro lado se dice que hay que ahorrar y aprovechar el dinero, pero hay que aprovechar el tiempo, porque el tiempo es el valor con el que podemos producir otras muchas cosas. Sin el tiempo, nosotros no podemos producir ni conocimientos, ni dinero, ni ningún otro bien. Aprovechemos el tiempo, es lo único que todos los seres humanos tienen y es una riqueza de la que siempre se puede disponer para salvar las generaciones futuras.
Hay enfermedades que no se sanan con medicinas, sino con el tiempo.
Demos al tiempo el valor que él se merece.
Aquellos genuflexos ante el poder del dinero, que cantando como gallos y poniendo como gallinas son incapaces de hacer un trabajo que pueda como el de periodistas arriesgados y guapos citados, deben admitir con vergüenza y dolor, que este ejercicio surge por la falta de institucionalidad, por el encubrimiento, por la impunidad, por la violencia creciente, por la corrupción generalizada, por la ausencia de liderazgos, de justicia idónea, de espacios para expresar las quejas y por la carencia de un periodismo serio, objetivo, orientador, responsable y sin componendas.
Por José Cheo Cruz
En estos tiempos en que el ejercicio periodístico es tan cuestionado en el país por la relación que se atribuye a no pocos de los que lo ejercen con sectores non santos y por su fragilidad ante el poder del dinero, vale la pena destacar la labor que vienen rindiendo en beneficio de la ciudadanía una serie de programas en radio, el Internet y blogers que ocupan lugar de preeminencia a nivel insular de Puerto Rico.
Recuerden También que el tiempo son: los minutos, las horas, el día, la semana, los meses, el año; también se llama tiempo, a la época que nos ha tocado vivir, pero si medimos el tiempo solamente en su dimensión matemática, no vamos a encontrarle todo el sentido que tiene; tiempo es un regalo, el tiempo es un don que se ha recibido y es gratuito; todos somos dueños de tiempo, somos dueños de los días y dueños de los meses, es por eso por lo que el tiempo se convierte en un valor, en un valor que puede transformar nuestras vidas; aprovechemos el tiempo.
Recientemente un arzobispo Latinoamericano dijo: “Cuando los países no resuelven sus problemas, cuando las autoridades no resuelven a su debido tiempo, el pueblo clamará respuestas”, muchos de nuestros problemas no son recientes, porque es una acumulación de males desde hace muchos años, porque lamentablemente no se han dado respuestas a esas necesidades que hay que resolver ahora lo que la gente pide, sobre todo, problemas y dificultades que otros gobiernos no resolvieron”.
“El día que en Puerto Rico se decida enfrentar con seriedad la corrupción, no será una tarea llevada a cabo por la presente generación. El impedimento viene dado porque todos tenemos cercanía –material o afectiva con alguien que ha transgredido los cánones morales en el manejo de la Cosa Pública o en el ámbito privado. Nadie en este país está calificado para emprender una cruzada que en la tinta luce muy bonita pero en el fondo guarda mucha hipocresía.
Pero por otro lado se dice que hay que ahorrar y aprovechar el dinero, pero hay que aprovechar el tiempo, porque el tiempo es el valor con el que podemos producir otras muchas cosas. Sin el tiempo, nosotros no podemos producir ni conocimientos, ni dinero, ni ningún otro bien. Aprovechemos el tiempo, es lo único que todos los seres humanos tienen y es una riqueza de la que siempre se puede disponer para salvar las generaciones futuras.
Hay enfermedades que no se sanan con medicinas, sino con el tiempo.
Demos al tiempo el valor que él se merece.
Aquellos genuflexos ante el poder del dinero, que cantando como gallos y poniendo como gallinas son incapaces de hacer un trabajo que pueda como el de periodistas arriesgados y guapos citados, deben admitir con vergüenza y dolor, que este ejercicio surge por la falta de institucionalidad, por el encubrimiento, por la impunidad, por la violencia creciente, por la corrupción generalizada, por la ausencia de liderazgos, de justicia idónea, de espacios para expresar las quejas y por la carencia de un periodismo serio, objetivo, orientador, responsable y sin componendas.
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