PUERTO RICO TAMBIEN SUCUMBE ANTE LA COMIDA CHATARRA.
Por José Cheo Cruz
LOS ALIMENTOS GRASOS ESTIMULAN LOS OPIOIDES O “QUÍMICOS DEL PLACER”
¿Quién se resiste a un pedazo de pizza... a unas papitas fritas o a la tentadora lista de hamburguesas DE McDonnal o Burguer King , sándwiches, empanadas o hot dogs que se cuecen y se ofrecen en las esquinas de la Isla del encanto? Hoy, en la “Era de lo rápido y fácil” en asuntos de comer, el mercado se ha motorizado con la oferta del “delivery” pero también la juventud busca el dinero fácil vendiendo drogas en los puntos de drogas y nadie dice las cosas en serio, quines predicamos en el desierto somos arcaicos y hasta nos burlan por doquier, por eso la ola criminal que padecemos por el stablismeng.
Si no deseas pararte ante el carrito del hot dog por la prisa o hacer fila para la pizza de pepperoni, de queso y jamón, ahí está ese divino duende o “delivery” que en un abrir y cerrar de ojos te trae a la puerta el platillo que te derrite. El ritmo de vida es acelerado y así velozmente han cambiado los hábitos alimenticios de los jóvenes, mientras ven televisión esperan su pizza en la sala de su hogar, hacia donde vamos a parar, al crematorio de Celestium mas rápido que ligero.
Aceptémoslo: las frutas, los vegetales y la comida baja en calorías no son nada divertido ni atractivo para llamar la atención de la juventud que sólo anhela llevarse a la boca una comida gustosa y fácil de conseguir sin tanto ajetreo y el cocinar ahora es un suplicio para las amas de casa o los hombres que como yo nos gusta cocinar, porque el trabajo del hogar no tienen sexo y decía la esposa de Lenin Kruskaya embrutece el trabajo de ama de casa.
Comer es muy rico y más cuando se consume lo que se desea, pero es también cierto que todo lo que parece bueno no necesariamente alimenta ni favorece la salud, alimentar el paladar no siempre es favorable a la larga vida que debemos aspirar todos y el costo de un McDonnal sobre $9.00 con eso comemos mas de cinco en mi casa si yo cocino y saludable con vegetales arroz, habichuelas y carne la bandera Puertorriqueña.
Un factor que incide en la necesidad de siempre estar comiendo es el exceso de televisión, ahora los videos de reguetón, con el Hamburguer de frente, la pizza, nos pone gordos y he observado un exceso de mujeres jóvenes con unas barrigotas que parecen paleteras o que están embarazadas obsérvenlas en las avenidas o en las plazas de compra como la de Carolina y me darán la razón, se escucha a menudo “hoy no boy a cocinar así que para Mcdonnal o Burguer King.
La pantalla está inundada de spots con comida o bebidas gaseosas, lo cual crea una necesidad mediática de apetito convirtiendo a adolescentes en futuros amantes de la comida rápida, y también la modalidad de creerse que los refrescos de dietas son saludables y son peores que los regulares, tengo un amkigo de Arizona que su hija esta invalida por las gaseosas de dietas, llegando a saborear eso que ven en televisión. Según estudios del investigador John Hoebel de la Universidad de Princeton, los alimentos con alto contenido graso estimulan los opioides o “químicos del placer” en el cerebro, y pueden crear adicción. Debido a estos datos es que muchos jóvenes son asiduos seguidores de la comida rápida y de las coca colas o Pepsi.
Juanita Rivera es una joven de 22 años con un ritmo de trabajo muy agitado y con poco tiempo para ir a comer a su casa. Al principio almorzaba hamburguesa en un restaurante famoso de comida rápida y de repente se vio desayunando, almorzando y hasta cenando en el mismo tipo de establecimiento todos los días, así son la mayoría de nuestros jóvenes y niños ni hablar mi hijo prefiere un macdannal que un plato de arroz con habichuelas.
Nuestra juventud así han creado una adicción muy notoria por este tipo de comida en tiempo récord. Ya pocos jóvenes que trabajan o estudian en las universidades se toman el tiempo de ir a casa y comer algo saludable; ellos prefieren quedarse en la calle y aprovechar cualquier momento para pasar por uno de los restaurantes de comida rápida y resolver la situación del momento.
No se pone en tela de juicio que la comida sea vital para el cuerpo y que proporcione energías para seguir las actividades del día a día, sobre todo cuando se es joven. Sin embargo, las calles están llenas de establecimientos que seducen y ofrecen todo tipo de comida rápida, muchas de ellas a un precio muy cómodo. Esto trae consigo que en cualquier momento puedan comprar “algo” para matar el hambre.
No es un secreto que el abuso de comidas altas en contenido graso y azúcar no es bueno para el cuerpo, y si esto se transforma en un hábito trae consecuencias inmediatas como: exceso de peso, colesterol elevado, aumento de la presión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, fatiga, hábitos sedentarios y disminución del metabolismo.
Detrás de la comida chatarra hay mucho más que sólo grandes empresas y es que las investigaciones por la misma universidad de Princeton indican que el azúcar, la grasa y los condimentos llevan a la dependencia y es por eso que se podría también explicar por qué los índices de obesidad en el mundo occidental aumentan.
Claro, no es malo degustar comida rápida una o dos veces por semana, pero si la combinamos con algunos alimentos y deportes se pueden equilibrar mucho mejor la salud y el estado físico, de hecho las empresas de comidas rápidas no auspician el deporte debiéramos legislar para ello, pero que usted puede esperar de unos morones que son la mayoría de nuestros legisladores buscones que tenemos.
Por eso es recomendable ingerir más vegetales frescos, ya sean crudos o cocidos, frutas y más lácteos como la leche, el yogur y el queso.
También hacer ejercicios regularmente y mantenerse siempre activo en las tareas diarias, el deporte la panacea de la salud del Puertorriqueño estimulemos la actividad deportiva y no la boicoteemos como hacen ciertos politiqueros de ahora como en Carolina y su flamante heredero José Carlos Aponte Dalmau.
Empecemos a comer mas saludable y por lo menos tendremos mas días en este mundo de maldad porque nuestra juventud se esta diezmando con la maldita guerra de las drogas somos salvajes en asesinatos por cualquier quítame esta paja.
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