LOS INTOLERABLES DE CAROLINA
Por José Cheo Cruz
Es un grave error, un total desconocimiento de lo que es la política y su accionar, cuando se piensa o se afirma que se puede heredar el liderazgo de un hombre, el afecto de un político y su carisma ante las bases de su partido o de su pueblo y país.
Resulta necio pretender cambiar de la noche a la mañana a quienes durante mucho tiempo han actuado sino de la mejor forma posible, por lo menos de la forma y manera en que fueron enseñados por quienes tienen la responsabilidad de marcar las pautas, imponer la disciplina y actuar en consecuencia.
Nada en la vida es gratis, en consecuencia es necesario comenzar a hacer sacrificios y entregas, hoy, porque haciéndolo ahora se garantiza el futuro y se abre la posibilidad de sanear la administración publica.
Cargados de una extraordinaria ilusión, el electorado de Carolina Puerto Rico se desbordó de forma abrumadora en otorgarle la gobernabilidad en las elecciones pasadas al Partido Popular de Nuevo, esta vez a la cabeza José Carlos Aponte Dalmau el ingeniero civil, mientras en todo Puerto Rico se recibió una debacle nacional, bajo la firme esperanza de construir las bases de un Estado de bienestar con reformas institucionales y programas de ayudas sociales con inversiones públicas que mantuvieran y reactivarán el crecimiento y la estabilidad dada por José E. Aponte de La Torre, y especialmente en deportes actividad en este Municipio que va lento pero seguro para el zafacón de la historia con estos señores herederos y de encargo haciendo de todo para eliminarlo.
Desafortunadamente, este período de gobierno de José Carlos Aponte Dalmau el heredero de gratis y de dedo, no ha encontrado el camino adecuado frente a la crudeza de nuestras realidades, permitiendo una amplia prevaricación con una alarmante corrupción en el sistema de gobierno de Carolina que de gigante va para enano y cuidado si no desaparece en las próximas, fíjense si están malitos, que hasta se niegan a participar en las actividades del Estado Libre Asociado del Partido Popular, insignia que juró defender, después que se comprometió a asistir con sus bártulos a la activad del día de el ELA no fue a ultima hora, dejando al partido vestido y alborotado, recuérdese que solo dos municipios grandes tiene el Partido Popular ahora, Caguas y Carolina, aunque créanme eso a mi ni me va ni me viene y ni me incumbe, pero es algo que les da un indicativo que tan mal anda la administración de Carolina.
Si hacemos memoria sobre algunos gobernantes, podemos recordar que en la Republica Dominicana el Dr. Joaquín Balaguer, les llamó indelicadeza a las travesuras de sus funcionarios de turno, y por los comentarios expresados por la sociedad civil, prelados y líderes sociales sobre el enriquecimiento de trescientos nuevos millonarios durante su periodo de doce años, enfatizó una sutil respuesta con el contenido de una frase lapidaria- que “La corrupción se detenía en la puerta de su despacho” todavía tengo la esperanza de que la corrupción rampante de Carolina se detenga en la puerta del despacho de José Carlos Aponte Dalmau. Más aún, la percepción dominante de la población civil de Carolina hoy, en su justo valor y significado, es la inocultable dimensión real de los actos de corrupción desenfrenada que nos gobierna dentro y fuera del Estado por el incumplimiento de los controles efectivos en la falta de transparencia del botín para los bienes públicos.
Ahora bien, la sensación interior que expresa la sociedad civil como resultado del lucro desaforado como motor de la economía es la pérdida de la capacidad de espanto, que por mucho que se pretenda negar el asombro es tan cotidiano y dantesco que lo vemos al doblar de la equina, con una faz de horror que bien puede reflejarse con la boca abierta y los ojos fuera de órbita.
Este pueblo Carolina, ya no es el ideal, sino, uno tolerable dentro de lo posible para educar nuestros hijos. A menos que bien se pueda constituir un recio llamado a nobles rectificaciones no tenemos muchas esperanzas, pero seguimos predicando en el desierto contra el odio atroz de estos señores, que si no nos ponemos duros en el camino, el camino no los pusieron duro el viernes 31 de julio, pero como decía el prócer “cuando el camino se pone duro los duros se ponen en el camino”, Luis Reyes desconoce las leyes de este país, nadie puede ser despojado de sus propiedades sin un debido proceso de Ley y eso Luis Reyes no se enseña en los movimientos orgiásticos que tu pulula.
Es un grave error, un total desconocimiento de lo que es la política y su accionar, cuando se piensa o se afirma que se puede heredar el liderazgo de un hombre, el afecto de un político y su carisma ante las bases de su partido o de su pueblo y país.
Resulta necio pretender cambiar de la noche a la mañana a quienes durante mucho tiempo han actuado sino de la mejor forma posible, por lo menos de la forma y manera en que fueron enseñados por quienes tienen la responsabilidad de marcar las pautas, imponer la disciplina y actuar en consecuencia.
Nada en la vida es gratis, en consecuencia es necesario comenzar a hacer sacrificios y entregas, hoy, porque haciéndolo ahora se garantiza el futuro y se abre la posibilidad de sanear la administración publica.
Cargados de una extraordinaria ilusión, el electorado de Carolina Puerto Rico se desbordó de forma abrumadora en otorgarle la gobernabilidad en las elecciones pasadas al Partido Popular de Nuevo, esta vez a la cabeza José Carlos Aponte Dalmau el ingeniero civil, mientras en todo Puerto Rico se recibió una debacle nacional, bajo la firme esperanza de construir las bases de un Estado de bienestar con reformas institucionales y programas de ayudas sociales con inversiones públicas que mantuvieran y reactivarán el crecimiento y la estabilidad dada por José E. Aponte de La Torre, y especialmente en deportes actividad en este Municipio que va lento pero seguro para el zafacón de la historia con estos señores herederos y de encargo haciendo de todo para eliminarlo.
Desafortunadamente, este período de gobierno de José Carlos Aponte Dalmau el heredero de gratis y de dedo, no ha encontrado el camino adecuado frente a la crudeza de nuestras realidades, permitiendo una amplia prevaricación con una alarmante corrupción en el sistema de gobierno de Carolina que de gigante va para enano y cuidado si no desaparece en las próximas, fíjense si están malitos, que hasta se niegan a participar en las actividades del Estado Libre Asociado del Partido Popular, insignia que juró defender, después que se comprometió a asistir con sus bártulos a la activad del día de el ELA no fue a ultima hora, dejando al partido vestido y alborotado, recuérdese que solo dos municipios grandes tiene el Partido Popular ahora, Caguas y Carolina, aunque créanme eso a mi ni me va ni me viene y ni me incumbe, pero es algo que les da un indicativo que tan mal anda la administración de Carolina.
Si hacemos memoria sobre algunos gobernantes, podemos recordar que en la Republica Dominicana el Dr. Joaquín Balaguer, les llamó indelicadeza a las travesuras de sus funcionarios de turno, y por los comentarios expresados por la sociedad civil, prelados y líderes sociales sobre el enriquecimiento de trescientos nuevos millonarios durante su periodo de doce años, enfatizó una sutil respuesta con el contenido de una frase lapidaria- que “La corrupción se detenía en la puerta de su despacho” todavía tengo la esperanza de que la corrupción rampante de Carolina se detenga en la puerta del despacho de José Carlos Aponte Dalmau. Más aún, la percepción dominante de la población civil de Carolina hoy, en su justo valor y significado, es la inocultable dimensión real de los actos de corrupción desenfrenada que nos gobierna dentro y fuera del Estado por el incumplimiento de los controles efectivos en la falta de transparencia del botín para los bienes públicos.
Ahora bien, la sensación interior que expresa la sociedad civil como resultado del lucro desaforado como motor de la economía es la pérdida de la capacidad de espanto, que por mucho que se pretenda negar el asombro es tan cotidiano y dantesco que lo vemos al doblar de la equina, con una faz de horror que bien puede reflejarse con la boca abierta y los ojos fuera de órbita.
Este pueblo Carolina, ya no es el ideal, sino, uno tolerable dentro de lo posible para educar nuestros hijos. A menos que bien se pueda constituir un recio llamado a nobles rectificaciones no tenemos muchas esperanzas, pero seguimos predicando en el desierto contra el odio atroz de estos señores, que si no nos ponemos duros en el camino, el camino no los pusieron duro el viernes 31 de julio, pero como decía el prócer “cuando el camino se pone duro los duros se ponen en el camino”, Luis Reyes desconoce las leyes de este país, nadie puede ser despojado de sus propiedades sin un debido proceso de Ley y eso Luis Reyes no se enseña en los movimientos orgiásticos que tu pulula.
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