PUERTO RICO PARA HACER LA DIFERENCIA PERSEVERANCIA.
Por José Cheo Cruz
Samuel Johnson, un crítico y ensayista inglés del siglo XVIII, decía: “Las grandes obras no son hechas con la fuerza, sino con la perseverancia”.
La fuerza física, la fuerza que pueda impulsar y la fuerza en sí es un valor humano que no basta para lograr metas, es necesaria la perseverancia. Ante las dificultades que tenemos como hombre o mujer, y como pueblo en general siempre tenemos que recordar la perseverancia; las grandes obras de un pueblo se hacen con perseverancia, con el día a día, con el trabajo diario, con un continuar teniendo fe en las obras que nosotros hacemos, si usted no cree en lo que haces, para ningún lado llegará, hay que tener tu norte y puerto de llegada.
Lo mismo se debe decir de la familia, del un individuo, o de cualquier organización u empresa: perseverar, que significa mantenerse en el camino, no ceder. No son las fuerzas las que logran el que uno alcance metas, sino la perseverancia, y entonces las fuerzas podrán convertirse en una ayuda. Fuerza sin perseverancia no logra grandes obras, ni pequeñas tampoco.
A veces, como ciudadano común de los del montón salido, sin posiciones ni en el gobierno ni en partido alguno, no entendemos las razones que llevan a quienes dirigen en nuestro Puerto Rico hoy, ya sea hasta en una escuelita de sector , barrio o Urbanización, a creerse dueños absolutos, de la verdad, de las posiciones y líderes de grandes multitudes, y aptos para ser desde Legislador Municipal hasta el más brillante Gobernador de Puerto Rico incluyendo el actual que pisa pero no arranca su auto sigue estancado.
Con esta actitud existe un irrespeto, una falta de visión, una locura colectiva que lleva a una inmensa mayoría de los y las Puertorriqueñas a entender que todos tenemos que acceder a algún tipo de poder, a alguna posición , aunque sea de una junta de cobitos, ahora la modalidad es de Asociaciones a veces fantasmas dizque recreativas o de vecinos, como plataforma para desde ahí lanzarnos en busca de otras mayores con la sola finalidad de conseguir dinero, la mayor y más rápida cantidad posible, ese es el caso de las impuestas asociaciones de vecinos que ha creado desde las estructuras del Municipio de Carolina.
Nadie parece entender que a veces la política tiene más de coyuntura que otra cosa, que hay gente que nace como la calabaza, con suerte con la flor en el lugar menos indicado usted sabe donde, en el trasero y que logra tener a su lado mentirosos profesionales capaces de vender un producto malísimo como algo muy bueno, y aquí entre nosotros hemos tenido más de una experiencia dolorosa en ese sentido, ese es el caso de Víctor Pellot en Carolina y sus secuaces como el director de deportes Luis Reyes que es terco como la mula, porque es incapaz de hacer algo por si solo y positivo, tiene una habilidad de alejarle amigos al alcalde pero aya Mabel o Juana con sus pollos.
De ahí que es hora de que los Ciudadanos todos, no importa su color predilecto de partido, comencemos a poner mucho más cuidado a la hora de elegir, porque resulta y viene a ser que los que buscan posiciones solamente las buscan para ellos y los suyos, sino veamos el ejemplo de los señores Legisladores y senadores en el capitolio y la mayoría de alcaldes, como el de Ceiba que se quedó inamovible cuando un tal Jaime González insultaba los estamentos de su pueblo y de Puerto Rico en General y nada dijo ni hizo.
El de Carolina José Carlos Aponte Dalmau que lo eligieron por unas promesas de darle seguimiento a la obra de su fenecido padre, muy querido por todos y hace todo lo contrario con descaro y desbelo, a destruido todos los estamentos que dejo su propio padre y no es uno ni dos los que estamos convencido que quien manda es su esposa Doña Mabel López, con un grupito de forajidos que no son ni de este pueblo, se creen hasta de los más importantes ediles del país, que se la han pasado mintiéndole a la ciudadanía, negando a sus amigos, siendo malagradecidos, y tienen la desfachatez de aspirar a quedarse dentro de tres años, piénselo bien, apunte en una libreta roja sus hechos y actos para que no se le olvide a la hora de cotar de nuevo ya que aquí no hay “re-call” como en algunos estados.
Puerto Rico es hora de comenzar a entender a esa clase que se llama política, y que no lo es en el amplio y verdadero sentido de la palabra, y negarle nuestro voto y nuestro apoyo porque ya le han hecho mucho daño al país y ya han cogido, y robado lo suficiente en todos los sentidos de la palabra .
Samuel Johnson, un crítico y ensayista inglés del siglo XVIII, decía: “Las grandes obras no son hechas con la fuerza, sino con la perseverancia”.
La fuerza física, la fuerza que pueda impulsar y la fuerza en sí es un valor humano que no basta para lograr metas, es necesaria la perseverancia. Ante las dificultades que tenemos como hombre o mujer, y como pueblo en general siempre tenemos que recordar la perseverancia; las grandes obras de un pueblo se hacen con perseverancia, con el día a día, con el trabajo diario, con un continuar teniendo fe en las obras que nosotros hacemos, si usted no cree en lo que haces, para ningún lado llegará, hay que tener tu norte y puerto de llegada.
Lo mismo se debe decir de la familia, del un individuo, o de cualquier organización u empresa: perseverar, que significa mantenerse en el camino, no ceder. No son las fuerzas las que logran el que uno alcance metas, sino la perseverancia, y entonces las fuerzas podrán convertirse en una ayuda. Fuerza sin perseverancia no logra grandes obras, ni pequeñas tampoco.
A veces, como ciudadano común de los del montón salido, sin posiciones ni en el gobierno ni en partido alguno, no entendemos las razones que llevan a quienes dirigen en nuestro Puerto Rico hoy, ya sea hasta en una escuelita de sector , barrio o Urbanización, a creerse dueños absolutos, de la verdad, de las posiciones y líderes de grandes multitudes, y aptos para ser desde Legislador Municipal hasta el más brillante Gobernador de Puerto Rico incluyendo el actual que pisa pero no arranca su auto sigue estancado.
Con esta actitud existe un irrespeto, una falta de visión, una locura colectiva que lleva a una inmensa mayoría de los y las Puertorriqueñas a entender que todos tenemos que acceder a algún tipo de poder, a alguna posición , aunque sea de una junta de cobitos, ahora la modalidad es de Asociaciones a veces fantasmas dizque recreativas o de vecinos, como plataforma para desde ahí lanzarnos en busca de otras mayores con la sola finalidad de conseguir dinero, la mayor y más rápida cantidad posible, ese es el caso de las impuestas asociaciones de vecinos que ha creado desde las estructuras del Municipio de Carolina.
Nadie parece entender que a veces la política tiene más de coyuntura que otra cosa, que hay gente que nace como la calabaza, con suerte con la flor en el lugar menos indicado usted sabe donde, en el trasero y que logra tener a su lado mentirosos profesionales capaces de vender un producto malísimo como algo muy bueno, y aquí entre nosotros hemos tenido más de una experiencia dolorosa en ese sentido, ese es el caso de Víctor Pellot en Carolina y sus secuaces como el director de deportes Luis Reyes que es terco como la mula, porque es incapaz de hacer algo por si solo y positivo, tiene una habilidad de alejarle amigos al alcalde pero aya Mabel o Juana con sus pollos.
De ahí que es hora de que los Ciudadanos todos, no importa su color predilecto de partido, comencemos a poner mucho más cuidado a la hora de elegir, porque resulta y viene a ser que los que buscan posiciones solamente las buscan para ellos y los suyos, sino veamos el ejemplo de los señores Legisladores y senadores en el capitolio y la mayoría de alcaldes, como el de Ceiba que se quedó inamovible cuando un tal Jaime González insultaba los estamentos de su pueblo y de Puerto Rico en General y nada dijo ni hizo.
El de Carolina José Carlos Aponte Dalmau que lo eligieron por unas promesas de darle seguimiento a la obra de su fenecido padre, muy querido por todos y hace todo lo contrario con descaro y desbelo, a destruido todos los estamentos que dejo su propio padre y no es uno ni dos los que estamos convencido que quien manda es su esposa Doña Mabel López, con un grupito de forajidos que no son ni de este pueblo, se creen hasta de los más importantes ediles del país, que se la han pasado mintiéndole a la ciudadanía, negando a sus amigos, siendo malagradecidos, y tienen la desfachatez de aspirar a quedarse dentro de tres años, piénselo bien, apunte en una libreta roja sus hechos y actos para que no se le olvide a la hora de cotar de nuevo ya que aquí no hay “re-call” como en algunos estados.
Puerto Rico es hora de comenzar a entender a esa clase que se llama política, y que no lo es en el amplio y verdadero sentido de la palabra, y negarle nuestro voto y nuestro apoyo porque ya le han hecho mucho daño al país y ya han cogido, y robado lo suficiente en todos los sentidos de la palabra .
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