EN PUERTO RICO SALVECE QUIEN PUEDA CON LUIS FORTUÑO

Por José Cheo Cruz

Los detalles dados a conocer de cómo se organizaron los hechos criminales en Puerto Rico, son sencillamente escalofriantes. El salvajismo, la sangre fría de los que ordenan y ejecutan por encargo es alarmante. Bastan unos pocos miles de dólares para que cualquier truhán ordene eliminar a una persona, convirtiendo el crimen por encargo en una especie de industria o comercio, sin que exista el más mínimo temor a involucrarse en esa despiadada actividad y pensar ue parte del gobierno este involucrado peor.

Simple y llanamente, no hay temor a asesinar ni a delinquir. El famoso nuevo Código penal re-escrito, ha sido un factor fundamental en el relajamiento de la disciplina social en Puerto Rico, en los últimos seis años. El individuo que participa en la industria del crimen, sabe de antemano que tiene las vías de escape para no ser encarcelado ni tratado con la drasticidad que demanda la maldad de sus hechos y si es medico, abogado o doctor no va preso aunque haya matado a dos o tres ciudadanos borracho como ya ha pasado en varias ocasiones.

El 85% de los sicarios y los autores de otros graves crímenes que se producen en nuestro país son reincidentes y tienen uno, dos y más procesos pendientes sobre hechos graves y similares en la justicia. Han obtenido a pesar de eso su libertad, y si no me creen preguntenle a los abogados inescrupulosos como el pasado secretario de justicia, la que han usado, no para acudir a los juicios pendientes (en los que son habitualmente declarados en desacato), sino para volver a delinquir y aterrorizar a la sociedad, el propio gobierno los fias.

Esa triste realidad, tan simple de constatar, no ha querido ser abordada por los verdaderos responsables de esta espiral criminal, que no son otros que aquellos que teniendo el deber y la obligación de proteger a la sociedad a través de apropiadas normas jurídicas y decisiones judiciales, lo que han hecho es contemplar con la más absoluta indiferencia lo que está ocurriendo en nuestro país, los jueces son un bochorno al país y una desgracia.

Los Jueces, abogados y policías inescrupulosos, que son los estamentos indiferentes e indolentes, que se hacen de la vista gorda para no asumir su responsabilidad, los que se oponen al clamor nacional en que se ha convertido la modificación del Código Procesal Penal, en aquellos aspectos que han probado ser verdaderos aliados del crimen y de los delincuentes, ahora Luis Fortuño lo modifica para ser ,mas teniente también.
La industria del sicariato, ya no solo está al ancestral alcance de los hombres de poder político, Federal y policial; tampoco ya se está limitando a los ajustes de cuenta del narcotráfico. No. El asesinato por encargo está floreciendo en las relaciones de sectores en los que nunca antes había operado, como forma de dirimir diferencias personales, de negocios o de cualquier otra índole entre ciudadanos, incluyendo la venganza privada y de funcionarios electos políticamente algunos hasta alcaldes y Legisladores se vengan quizas no matandote pero persiguiéndote, quitándote todo lo que puedas tener, hasta la vivienda y la comida y eso es otra forma de asesinato por sicarios.

De manera que el mercado de los sicarios se expande gracias a la falta de temor de éstos a ser castigados. Si a los cientos de miles de jóvenes ociosos que se encuentra en nuestros campos y barrios, muchos de ellos consumiendo drogas, les enviamos el mensaje de que el que se mete en eso “le va bien”, se puede ganar “un buen dinero” y no le pasa nada, nadie en la Puerto Rico tiene, ni tendrá, su cabeza segura. Es el mayor caos y desorden que puede enfrentar una sociedad.

Hace cuatro años, que llevo con esta cantaleta y nada ha pasado y escuchar anoche a Luis Fortuño que parecía un pescado del Frazer de la villa pesquera de Río Grande que el pescado de allí esta en la Villa porque lo compraron los llamados pescadores para simular que son pescadores cuando no lo son, caramba no le enseñaron a Luis Fortuño a leer en un tele-prónter, no sabe disimular, no cerraba ni los ojos, ni miraba a nadie, que bárbaro, se nos quiere estigmatizar como propiciadores de un régimen procesal penal atrasado y arcaico. Hoy la realidad sigue aplastando con los hechos a quienes se opusieron a esas modificaciones del Código Procesal Penal y sigue de campeón anti crimen el que acusaron de corrupto Pedro Rosselló, Fortuño ya fracaso y es pa’ fuera que va, el que a hierro mata a hierro muere.

He planteado y reitero en mis escritos que la modificación del Código Procesal Penal era y sigue siendo una necesidad mucho más urgente que la modificación del estatus y hay que ser mas responsable en eso no tirando cortina de humo como un supuesto plebiscito para que, para nada, la criminalidad y el desempleo tiene que ser la prioridad de todos los Puertorriqueños, no plebiscitos para que se peleen los Populares y PNPs y al pueblo nos esta llevando el mismísimo diablo con los crímenes, ya que por su trascendencia tiene que ver con la vida diaria de todos los Puertorriqueños: ricos, pobres, clase media, sin distingos de bandería política.

Hemos clamado hasta ahora en el desierto. No se nos ha querido escuchar. Al parecer, falta mucha sangre inocente por correr, para que los que tienen el poder de modificar esa normativa básica de la convivencia social se den cuenta de que es una tarea impostergable, es a corto, medio y largo alcance con educación, deportes y moral en las escuelas, en el hogar y que tengamos las necesidades básicas por lo menos de lo contrario el crimen seguirá en aumento, olvídense de plebiscitos, ejercicios fortuitos para nada hacer, Criminales son también en el gobierno de Luis Fortuño y de los demás partidos también, los que persiguen por ideologías son tan criminales como los sicarios a sueldos.

Mientras tanto, podemos decir con tristeza: “sálvese quien pueda”.

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