¿Quienes somos y hacia donde vamos?
Por José Cheo Cruz
“Guardar resentimientos es como tomar veneno y pretender que otra persona muera”
–Anónimo–
En el ejercicio de la política, a diferencia del béisbol, o de la música como profesión en nuestro país, hemos visto a través de su historia cómo la relación ligada directamente a la participación, el manejo y el seguimiento de la política entre padres e hijos no han sido tan notorios ni muchos menos exitosos como las otras. Salvo algunos casos muy en particular y de poca transcendencia, como el caso de Bayamón con los Ramón Luises Rivera, el caso de Las Piedras del Padre Ángel Peña a la hija Isamar Peña,, el caso de José E. Aponte de La Torre y su hijo el principito José Carlos Aponte Dalmau, que ha sido todo un fiasco, se rumora que Lorna Soto un cero a la izquierda va Por su padre José Chemo Soto en Canóvanas y en Fajardo que se prepostulará Aníbal Meléndez para renunciar a favor de su hijo Jowee que no sabe ni donde ni por donde se orina mucho menos administrar una ciudad como Fajardo.
Este fenómeno no muy común en la política lo vamos a tener en estas elecciones venideras de noviembre de 2012, como algo innovador de parte del PNP y de escasos PPD, es algo bochornoso que se crean y hagan el colmo como si esto fuera su pertenencia y se lo donen como herencia a sus hijos, que bochornosa acción de estos politiqueros inescrupulosos que irrespetan al pueblo impunemente, después de llenar sus bolsillos de dólares, y agenciarse unas buenas pensiones le dejan la teta gubernamental a sus hijos para que se hagan ricos también, ¡que bárbaros son!.
Busque sus aportes a los amigos, familia, partidos, a la sociedad! ¿Y a quién que no sea un resentido, se le ocurre ‘organizar’ un tollo de dar puestos a su familia por herencia que lleva su partido casi a la desintegración, y después adjudicarse una candidatura por ‘buenos servicios’ QUE DISPARATE?.
El filósofo chino Confucio afirmaba “que el hombre sin calidad, aunque sea de origen noble, no debe ser gobernante APLICATELO José Carlos Aponte Dalmau; el hombre con calidad, aunque no sea noble, debe ser convertido en gobernante”. La dilatada sabiduría oriental de Confucio no se refiere a los presidentes o monarcas o principitos como el de Carolina, sino a todo aquél que dirija una parcela de la esfera pública, desde oficinista, mensajero, regidor o jefe departamental; en fin: ¡todos los que sirven al Estado-Gobierno, sea por nombramiento directo, indirecto o por elección popular! Desde el juez , hasta el alguacil de estrados, el cartero o el policía estatal o municipal. Se necesita, según Confucio, sólo “calidad”.
Y, ¿qué es la calidad? Si vulgarizamos la filosofía y la asumimos como “una visión del mundo”, la calidad es lo que “hace que un objeto sea él mismo y no otro”; es decir: su mismidad. Como en el vino, la calidad, es olor, sabor y tesitura diferente a otro; el sabor de una manzana o un mangó, distinto al de otro.
Sencillo para el servidor público: diligente, humilde, honrado, decente, respeto por sí mismo, aspiración, sueños y la inteligencia necesaria para captar una línea imaginaria –la “prudencia”–, que no debe cruzar para que no hagas a otro lo que no gusta que te hagan. La calidad tiene un límite llamado “marca”, que si se cruza, ya no es el objeto que era, sino otro. No a la “degeneración” de Carolina hoy: es decir, pertenecer a un género distinto al pregonado.
Aunque es bueno recordar que en algunos casos los hijos rehúyen a los pecados de sus padres. En otros, tan solo los repiten. Hay hijos que marchan por su propio sendero y otros que se tropiezan con la misma piedra de su progenitor recuerde que usara el ejemplo de su padre si es un buen hijo el de Carolina es un renegado principito como Aman el de la biblia que renegó a su padre. En política la relación de padres e hijos está por verse no hay muchos casos de que sean buenos como sus padres por lo menos el de Carolina ha sido un gran fiasco, lo del principito ha roto fuentes, perseguidor, mal amigo, preparémonos para derrotar esas pretensiones malignas de los políticos de oficio y de la Partidocracia rampante que padecemos para estas elecciones de Noviembre de 2012.
“Guardar resentimientos es como tomar veneno y pretender que otra persona muera”
–Anónimo–
En el ejercicio de la política, a diferencia del béisbol, o de la música como profesión en nuestro país, hemos visto a través de su historia cómo la relación ligada directamente a la participación, el manejo y el seguimiento de la política entre padres e hijos no han sido tan notorios ni muchos menos exitosos como las otras. Salvo algunos casos muy en particular y de poca transcendencia, como el caso de Bayamón con los Ramón Luises Rivera, el caso de Las Piedras del Padre Ángel Peña a la hija Isamar Peña,, el caso de José E. Aponte de La Torre y su hijo el principito José Carlos Aponte Dalmau, que ha sido todo un fiasco, se rumora que Lorna Soto un cero a la izquierda va Por su padre José Chemo Soto en Canóvanas y en Fajardo que se prepostulará Aníbal Meléndez para renunciar a favor de su hijo Jowee que no sabe ni donde ni por donde se orina mucho menos administrar una ciudad como Fajardo.
Este fenómeno no muy común en la política lo vamos a tener en estas elecciones venideras de noviembre de 2012, como algo innovador de parte del PNP y de escasos PPD, es algo bochornoso que se crean y hagan el colmo como si esto fuera su pertenencia y se lo donen como herencia a sus hijos, que bochornosa acción de estos politiqueros inescrupulosos que irrespetan al pueblo impunemente, después de llenar sus bolsillos de dólares, y agenciarse unas buenas pensiones le dejan la teta gubernamental a sus hijos para que se hagan ricos también, ¡que bárbaros son!.
Busque sus aportes a los amigos, familia, partidos, a la sociedad! ¿Y a quién que no sea un resentido, se le ocurre ‘organizar’ un tollo de dar puestos a su familia por herencia que lleva su partido casi a la desintegración, y después adjudicarse una candidatura por ‘buenos servicios’ QUE DISPARATE?.
El filósofo chino Confucio afirmaba “que el hombre sin calidad, aunque sea de origen noble, no debe ser gobernante APLICATELO José Carlos Aponte Dalmau; el hombre con calidad, aunque no sea noble, debe ser convertido en gobernante”. La dilatada sabiduría oriental de Confucio no se refiere a los presidentes o monarcas o principitos como el de Carolina, sino a todo aquél que dirija una parcela de la esfera pública, desde oficinista, mensajero, regidor o jefe departamental; en fin: ¡todos los que sirven al Estado-Gobierno, sea por nombramiento directo, indirecto o por elección popular! Desde el juez , hasta el alguacil de estrados, el cartero o el policía estatal o municipal. Se necesita, según Confucio, sólo “calidad”.
Y, ¿qué es la calidad? Si vulgarizamos la filosofía y la asumimos como “una visión del mundo”, la calidad es lo que “hace que un objeto sea él mismo y no otro”; es decir: su mismidad. Como en el vino, la calidad, es olor, sabor y tesitura diferente a otro; el sabor de una manzana o un mangó, distinto al de otro.
Sencillo para el servidor público: diligente, humilde, honrado, decente, respeto por sí mismo, aspiración, sueños y la inteligencia necesaria para captar una línea imaginaria –la “prudencia”–, que no debe cruzar para que no hagas a otro lo que no gusta que te hagan. La calidad tiene un límite llamado “marca”, que si se cruza, ya no es el objeto que era, sino otro. No a la “degeneración” de Carolina hoy: es decir, pertenecer a un género distinto al pregonado.
Aunque es bueno recordar que en algunos casos los hijos rehúyen a los pecados de sus padres. En otros, tan solo los repiten. Hay hijos que marchan por su propio sendero y otros que se tropiezan con la misma piedra de su progenitor recuerde que usara el ejemplo de su padre si es un buen hijo el de Carolina es un renegado principito como Aman el de la biblia que renegó a su padre. En política la relación de padres e hijos está por verse no hay muchos casos de que sean buenos como sus padres por lo menos el de Carolina ha sido un gran fiasco, lo del principito ha roto fuentes, perseguidor, mal amigo, preparémonos para derrotar esas pretensiones malignas de los políticos de oficio y de la Partidocracia rampante que padecemos para estas elecciones de Noviembre de 2012.
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