ESPEJO DE PAPEL EN PUERTO RICO
Por José Cheo Cruz
Bajo un desorden de pasiones y apetencias personales, a dos año y 3 meses de las próximas elecciones en Puerto Rico, sectores del gobierno empiezan los improcedentes intentos de la reelección, con dinero del pueblo de Puerto Rico.
Situación que bien puede generar una desintegración del pueblo Puertorriqueño por tomar decisiones a destiempo tanto en el PNP como en el PPD.
A mi modo de ver, los interesados en la reelección del Sr. Gobernador le están barajando dos cartas: Una es la interpretación del pueblo de sus gestiones en estos casi dos años mucha incertidumbre y los que les asesoraron para que botara sobre 30,000 Puertorriqueños y que están en las filas del desempleo hoy día con un 16% de desempleo sin precedente en esta isla, esto es una extendida creencia de carácter institucional políticamente ilegítima ya que el pueblo no ha entendido la política del gobierno de Luís Fortuño y tiene que trabajar para que se entienda o se pierde el barco.
Y la otra, aplicar la democracia bajo las libertades que representan la Nación Americana y de institucionalidad que Puerto Rico nunca ha tenido donde justamente el pueblo, por unanimidad tome la decisión de la rancia estirpe a favor o en contra de la reelección. Es bien conocido que para esta segunda opción, es difícil el reclutar la postura compleja de los pueblos, pero en las naciones democráticas, las sociedades toman la libertad de hacer lo que se debe querer y no ser obligado a hacer lo que no debe quererse y si es con el dinero del pueblo peor, pero en el PNP hay muchos comilones que solo piensan en ellos solos y no en el gobierno del pueblo y para el pueblo.
Sin poder sostener a ciencia cierta, si el Sr. Gobernador Luís Fortuño en realidad aspira nuevamente a reelegirse, existen numerosos ciudadanos Puertorriqueños independientes de credo o simpatía política, que bajo una honda meditación se hacen la siguiente pregunta: ¿Si a un líder por popular que sea no le bastan cuatro años para demostrar lo que puede dar y hacer por el pueblo? Entonces, ¿Cuántos años le serán suficientes? Ojala, el gobernador ponga todo su empeño en terminar bien, por el bien del país y por el bien de su propio partido el Nuevo Progresista y mas que todo por la estadidad.
Se cuenta una historia que debemos analizar en conjunto todos por el bien de el país Puerto Rico: Cuenta Esopo que en una ocasión acudieron a beber a la misma fuente el león y el jabalí. Discutieron sobre quién debería ser el primero en beber, y de la discusión pasaron a una feroz lucha a muerte; en un momento de tregua vieron que el cielo se poblaba de aves rapaces, que esperaban algún vencido para devorarlo. Entonces, se dijeron: ¡Más vale que seamos amigos y no pasto de los buitres! El Gobierno, el pueblo y los empresarios lleguen a una solución de compromiso por Puerto Rico creo firmemente en las alianzas públicos privadas si es para el bien común y no el bien de políticos y empresarios afines que solo buscan llenar sus carteras . El primero consigue los millones. El segundo, que no se toque la ley ni se trastoque el bien común.
Bajo un desorden de pasiones y apetencias personales, a dos año y 3 meses de las próximas elecciones en Puerto Rico, sectores del gobierno empiezan los improcedentes intentos de la reelección, con dinero del pueblo de Puerto Rico.
Situación que bien puede generar una desintegración del pueblo Puertorriqueño por tomar decisiones a destiempo tanto en el PNP como en el PPD.
A mi modo de ver, los interesados en la reelección del Sr. Gobernador le están barajando dos cartas: Una es la interpretación del pueblo de sus gestiones en estos casi dos años mucha incertidumbre y los que les asesoraron para que botara sobre 30,000 Puertorriqueños y que están en las filas del desempleo hoy día con un 16% de desempleo sin precedente en esta isla, esto es una extendida creencia de carácter institucional políticamente ilegítima ya que el pueblo no ha entendido la política del gobierno de Luís Fortuño y tiene que trabajar para que se entienda o se pierde el barco.
Y la otra, aplicar la democracia bajo las libertades que representan la Nación Americana y de institucionalidad que Puerto Rico nunca ha tenido donde justamente el pueblo, por unanimidad tome la decisión de la rancia estirpe a favor o en contra de la reelección. Es bien conocido que para esta segunda opción, es difícil el reclutar la postura compleja de los pueblos, pero en las naciones democráticas, las sociedades toman la libertad de hacer lo que se debe querer y no ser obligado a hacer lo que no debe quererse y si es con el dinero del pueblo peor, pero en el PNP hay muchos comilones que solo piensan en ellos solos y no en el gobierno del pueblo y para el pueblo.
Sin poder sostener a ciencia cierta, si el Sr. Gobernador Luís Fortuño en realidad aspira nuevamente a reelegirse, existen numerosos ciudadanos Puertorriqueños independientes de credo o simpatía política, que bajo una honda meditación se hacen la siguiente pregunta: ¿Si a un líder por popular que sea no le bastan cuatro años para demostrar lo que puede dar y hacer por el pueblo? Entonces, ¿Cuántos años le serán suficientes? Ojala, el gobernador ponga todo su empeño en terminar bien, por el bien del país y por el bien de su propio partido el Nuevo Progresista y mas que todo por la estadidad.
Se cuenta una historia que debemos analizar en conjunto todos por el bien de el país Puerto Rico: Cuenta Esopo que en una ocasión acudieron a beber a la misma fuente el león y el jabalí. Discutieron sobre quién debería ser el primero en beber, y de la discusión pasaron a una feroz lucha a muerte; en un momento de tregua vieron que el cielo se poblaba de aves rapaces, que esperaban algún vencido para devorarlo. Entonces, se dijeron: ¡Más vale que seamos amigos y no pasto de los buitres! El Gobierno, el pueblo y los empresarios lleguen a una solución de compromiso por Puerto Rico creo firmemente en las alianzas públicos privadas si es para el bien común y no el bien de políticos y empresarios afines que solo buscan llenar sus carteras . El primero consigue los millones. El segundo, que no se toque la ley ni se trastoque el bien común.
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