NOTAS DE ALIENTO DE UN FIEL LECTOR DE RADIOELFAROPR.COM
Héctor de Castro (Desde Ohio EUA)
José Cheo Cruz, exigente, servidor y rápido en su conducta, pródigo de palabras que queman como rayos justicieros, es un referente ético para los intelectuales del mundo y de Puerto Rico.
Durante más de 3 años, me he levantado cada día muy temprano y me conecto a la computadora a buscar, como si fuera el pan prometedor del desayuno, el mensaje y el articulo del día que Cheo Cruz nos trae diariamente en radioelfaropr y en el faropr.com.
Al conectarme y abrir las paginas , leo lo primero la columna de Cheo Cruz del día a día la dosis adecuada para alimentar mis indignaciones, a la vez para canalizarlas por mi Puerto Rico querido y a distancia.
La lectura de los artículos de cada día nos proporciona, una deliciosa sensación de agua limpia, la percibo igualmente con los poemas de Juan Ramón Jiménez de Ramón Emeterio Betances de José Celso Barbosa: palabras que no sólo se leen, sino que se oyen, que hacen poesía con los temas más agrios y los pensamientos más densos, y la integración de la reflexión profunda con la belleza, que producen en nosotros un singular efecto, nos sacuden de solidaria rabia y a la vez nos dejan el regusto bueno del gozo estético.
Con la publicación de elfaropr, recibimos cada día esa pedrada certera, ese lanzazo en el costado vulnerable y vulnerado, el revulsivo poderoso que intenta sacudir conciencias con lances sobre 100 millas por horas y en la zona de estrike.
Los artículos tocan diferentes temáticas, en variantes de un mismo alerta trágico, que a semejanza de las profecías del viejo Testamento gemía por el pecado reiterado, condenaba a los pecadores soberbios y señalaba con inflexible autoridad las atroces acciones que merecen castigo y que quedan impunes con la complicidad exangüe de los que otorgan callando indulgencias plenarias en los partidos políticos de Puerto Rico.
Todo lo que piensa y escribe Jose Cheo Cruz está empapado de ética.
Supongo que los que se sienten aludidos al leerlo, lo rechazan gritando un Vade Retro, no por el pudor de las vergüenzas que no tienen, así se encarga Cheo Cruz de develarlo, sino porque no quieren que los salpique una sola gota de moral. ¡Sería tan incongruente que esa agüita bendita se mezclara con los escandalosos matices del fresco que muestra ostentosamente sus laceráis! Como en este país el poder se ejerce desbordado desde el Palacio de Santa Catalina y el Capitolio, las secretarías de los organismos de estados y las otras instancias de gobierno, sin frenos ni pausas, la ética política ha sido el “leit motiv” de la saga textual de Jose Cheo Cruz en sus artículos.
Prácticamente solo, con la voz más airada pero igualmente rigurosa que la de Carlos Rodríguez Pardo con sus artículos especialmente el mas leido El Reciclaje de Gomas en Puerto Rico el robo de Rojos y azules”, se coloca en la vieja polémica al lado de Erasmo, frente a Maquiavelo, y apuesta por una relación inextricable entre moral y política.
Recordemos que el debate sobre la relación entre ambas categorías ha aportado a la filosofía y a las ciencias políticas reflexiones profundas.
El ejemplo que pone José Cheo Cruz en sus artículos es digno de la ética: “La regla de no mentir se invalida en el caso de un militante revolucionario preso, quien al pedirle que denuncie a los compañeros, miente por no traicionarlos”.
Despistado, tal vez. Pero en ese rumbo que no me conduce, estoy seguro, a congraciarme con quienes niegan la moral, pública y privada, me siento bien acompañado leyendo los consejos certeros de Cheo Cruz desde Puerto Rico.
Como no atesoro ni siquiera recuerdos, me basta en la mochila la decisión de seguirlo leyendo, y de tratar de emularlo.
José Cheo Cruz, exigente, servidor y rápido en su conducta, pródigo de palabras que queman como rayos justicieros, es un referente ético para los intelectuales del mundo y de Puerto Rico.
Durante más de 3 años, me he levantado cada día muy temprano y me conecto a la computadora a buscar, como si fuera el pan prometedor del desayuno, el mensaje y el articulo del día que Cheo Cruz nos trae diariamente en radioelfaropr y en el faropr.com.
Al conectarme y abrir las paginas , leo lo primero la columna de Cheo Cruz del día a día la dosis adecuada para alimentar mis indignaciones, a la vez para canalizarlas por mi Puerto Rico querido y a distancia.
La lectura de los artículos de cada día nos proporciona, una deliciosa sensación de agua limpia, la percibo igualmente con los poemas de Juan Ramón Jiménez de Ramón Emeterio Betances de José Celso Barbosa: palabras que no sólo se leen, sino que se oyen, que hacen poesía con los temas más agrios y los pensamientos más densos, y la integración de la reflexión profunda con la belleza, que producen en nosotros un singular efecto, nos sacuden de solidaria rabia y a la vez nos dejan el regusto bueno del gozo estético.
Con la publicación de elfaropr, recibimos cada día esa pedrada certera, ese lanzazo en el costado vulnerable y vulnerado, el revulsivo poderoso que intenta sacudir conciencias con lances sobre 100 millas por horas y en la zona de estrike.
Los artículos tocan diferentes temáticas, en variantes de un mismo alerta trágico, que a semejanza de las profecías del viejo Testamento gemía por el pecado reiterado, condenaba a los pecadores soberbios y señalaba con inflexible autoridad las atroces acciones que merecen castigo y que quedan impunes con la complicidad exangüe de los que otorgan callando indulgencias plenarias en los partidos políticos de Puerto Rico.
Todo lo que piensa y escribe Jose Cheo Cruz está empapado de ética.
Supongo que los que se sienten aludidos al leerlo, lo rechazan gritando un Vade Retro, no por el pudor de las vergüenzas que no tienen, así se encarga Cheo Cruz de develarlo, sino porque no quieren que los salpique una sola gota de moral. ¡Sería tan incongruente que esa agüita bendita se mezclara con los escandalosos matices del fresco que muestra ostentosamente sus laceráis! Como en este país el poder se ejerce desbordado desde el Palacio de Santa Catalina y el Capitolio, las secretarías de los organismos de estados y las otras instancias de gobierno, sin frenos ni pausas, la ética política ha sido el “leit motiv” de la saga textual de Jose Cheo Cruz en sus artículos.
Prácticamente solo, con la voz más airada pero igualmente rigurosa que la de Carlos Rodríguez Pardo con sus artículos especialmente el mas leido El Reciclaje de Gomas en Puerto Rico el robo de Rojos y azules”, se coloca en la vieja polémica al lado de Erasmo, frente a Maquiavelo, y apuesta por una relación inextricable entre moral y política.
Recordemos que el debate sobre la relación entre ambas categorías ha aportado a la filosofía y a las ciencias políticas reflexiones profundas.
El ejemplo que pone José Cheo Cruz en sus artículos es digno de la ética: “La regla de no mentir se invalida en el caso de un militante revolucionario preso, quien al pedirle que denuncie a los compañeros, miente por no traicionarlos”.
Despistado, tal vez. Pero en ese rumbo que no me conduce, estoy seguro, a congraciarme con quienes niegan la moral, pública y privada, me siento bien acompañado leyendo los consejos certeros de Cheo Cruz desde Puerto Rico.
Como no atesoro ni siquiera recuerdos, me basta en la mochila la decisión de seguirlo leyendo, y de tratar de emularlo.
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