EL GOBIERNO DE LUIS FORTUÑO, COMO PERICO EN LA ESTACA.

Por José Cheo Cruz

En el PNP, se están quedando como perico en la estaca algunos aspirantes a ser beneficiarios de designaciones de las que hace el Poder Ejecutivo.

Ya se están llenando las vacantes y creo que solamente quedan acéfalas algunas de muy pocas montas de manera que Luis Fortuño tiene que enfrentar una crisis interna, de traidores porque el barco ya esta haciendo agua y no hay quien lo achique, es un fuego como candelita de basurero con acciones destructivas interna que de seguro va por la cuesta enjabonada del tamarindo y no de Aguadilla del Gran Combo, que lo llevará a una derrota irremediable con un partido de oposición, el PPD, que no ha hecho nada, para ganarse ese titulo.

En el PNP hoy, lucen irrespetuoso ante el pueblo, arrogantes, legisladores, alcaldes y funcionarios enyesados, irreverentes, no le hacen caso al de aquí abajo, no contestan llamadas, no dan servicios honestos al pueblo y le han dado demasiado estándin a Alejandro García Padilla, una fresita desmerecida, que no se proyecta en nada y es un inepto de madre, pero él, Alejandro García Padilla es flojísimo, pero el PNP luce peor, arrogantes hechones y como solos, sin respeto al pueblo que irremediablemente como diría un compañero narrador de béisbol Héctor Rafael Vázquez yyyyyyy… se les…. está haciendo tarde, veamos como han actuados otros gobiernos comparados con lo que hace Luis Fortuño y su gobierno, ante la crisis económica mundial y compare

Por ejemplo, el gobierno de Rodríguez Zapatero impuso límites a la velocidad en las carreteras españolas para ahorrar combustible, ante la escalada de precios del petróleo y Corea del Sur restringió las luces nocturnas en bares, restaurantes y demás establecimientos de ocio con fuertes sanciones para los violadores en ambos casos. Otros países de sólidas economías han adoptado medidas de control, como es el caso de Inglaterra, cuyos funcionarios están obligados a desplazarse en tren o en sus vehículos privados, como una forma de reducir gastos y enfrentar la crisis global de la economía.

Obama congeló los salarios y los gastos de los funcionarios de la Casa Blanca, Francia asumió controles parecidos e igual ha acontecido en la mayoría de las naciones de Europa, incluyendo Alemania, la tercera economía mundial y la más fuerte de la Unión.

En cambio aquí en Puerto Rico, todo continúa como si nada sucediera, con viajes gubernamentales de semanas por lejanas tierras , planes de nuevos periplos por España, donde sólo se conseguirá gastar más dinero, a menos que aparezcan inversionistas interesados en construir industrias y hacer negocios en Puerto Rico y plantas eléctricas de energía verde, mientras se incrementa la nómina gubernamental y sigue la alegre y estéril participación de funcionarios en cuantos seminarios y eventos en el exterior se realicen, lo que implica boletas de avión en primera y lujosas suites en hoteles cinco estrellas, con esposas y en algunos casos amantes incluidas.

Los aumentos del petróleo y los problemas de la economía global son escenarios ideales de la retórica oficialista, porque sirven al doble propósito de justificar sus deficiencias y de somnífero para alargar el sueño de un pueblo que no reacciona ante el engaño, la manipulación y la corrupción que lo postran y embrutecen. ¿Cómo pedirle austeridad a una economía que crece a niveles superiores a las de casi el resto del mundo?

El gasto que hace el Gobierno de Puerto Rico, independientemente del destino que sea, se conoce como “gasto público”. De acuerdo con las definiciones establecidas, el gasto público comprende las erogaciones que hace el Gobierno Central, así como para las empresas estatales y las entidades descentralizadas.

El gasto público se divide en gasto corriente y gasto de capital. El primero incluye pagos de salarios de empleados, la compra de suministros, materiales gastables y transferencias. En tanto que el segundo se refiere a la inversión en construcción, equipos y maquinarias, así como el pago de capital e intereses de la deuda externa e interna.

El gasto del gobierno también puede ser para transferir fondos a determinados sectores o subsidios, por lo cual no recibe nada a cambio, pues no está comprando bienes ni servicios hay demasiados ineptos contratados en el gobierno, vaya a la Legislaturas y vera figuras petrificadas o momias andantes que parecen embalsamados por funerarios y otros muy jóvenes para saber hacer lo que hay que hacer ante la crisis económica que asota al mundo, y que asota como huracán categoría cinco a Puerto Rico, son busca cheques.

La mayor parte del gasto corriente se va en los servicios personales, que son los salarios, dietas y otros pagos a empleados o personal contratado de nada hacer para pagar favores políticos.

En Puerto Rico la mayor cantidad del gasto de capital se destina a las construcciones de obras de infraestructura ahora hay muy pocas en proceso o ninguna, contrario a Pedro Rosselló.

Para obtener los recursos y hacer los gastos distribuidos en corrientes y de capital, el gobierno necesita captar ingresos, los cuales se logran a través del cobro de impuestos y de tasas. Los impuestos son gravámenes que se aplican sobre bienes, servicios y ganancias de las personas y de las empresas. En tanto que las tasas son cobros que aplica el gobierno sobre servicios que ofrece como permisos, licencias, requisitos de trámites y otros.

El conjunto de lo que recauda el gobierno cada año se compara con el tamaño de la economía y se conoce como presión tributaria. La economía en su conjunto es el producto interno bruto (PIB). Por eso, cuando usted escucha a algún funcionario hablar de la presión tributaria, se refiere a la cantidad de ingresos que recibe el sector público de los impuestos y tasas que cobra y su comparación porcentual con el PIB.

En este momento se estima que la presión tributaria de Puerto Rico equivale a alrededor del 12% del PIB, lo cual se considera bajo, es decir, que las recaudaciones deberían ser mayores, aunque otros sectores dicen que el porcentaje es mayor, ¿analice usted si esto mejorara en esa ruta?, sea usted su propio juez.