El cáncer no lo detiene

Tiene 12 años y desde los nueve padece de un tumor cerebral que le causa mareos y pérdida de memoria. Pero deja su vida en el terreno de juego...



POR HÉCTOR MALDONADO / Especial El Nuevo Día

Hay pocas cosas tan aterradoras como descubrir que un hijo tiene un tumor cerebral. Sin embargo, es algo que muchos padres han tenido que enfrentar.

Algunas de estas condiciones podrían curarse relativamente fácil, pero otras tienen un pronóstico poco promisorio. Todos requieren un tratamiento especializado que involucra a un equipo de médicos especialistas y, en todos los casos, el efecto físico y emocional en los que lo padecen y sus familias es desgastador.

El caso de Yesten Méndez López, un atleta del béisbol de 12 años y que estudia su sexto grado en la Escuela Evaristo Rivera Chevremont en el Residencial Vista Hermosa, es uno similar. Aunque es un chico normal para la vista de todos, él padece de una condición conocida como astrocitoma fibrilar, un tipo de tumor cerebral canceroso que se le reflejó a los 9 años.

Esta condición, que puede aparecer en niños y adultos jóvenes, es ahora el mayor reto para el joven que también es diabético y a sus nueve años le extirparon una parte del tumor ubicado en la parte izquierda de su cabeza. Esto se hizo en el Centro Médico.

Su madre, Yohana López, ha estado al cuido del juvenil pelotero, y reconoce que su condición a veces lo trata duro. “Debido al tumor cerebral le han dado unos mareos y se desploma. Comienza a temblar y no reconoce a nadie”, explicó la progenitora.

Ahora Yesten se prepara para nuevos estudios de sangre, además de los neurológicos y endocrinos ya que su condición aparentemente le ha redundado en epilepsia.

A tales efectos López ha organizado un Carnaval de Sóftbol para levantar fondos para que su niño pueda tener un mejor porvenir. El mismo se llevará a cabo el sábado 16 de abril en el parque de Villa Nevares en Río Piedras a partir de las 9:00 a.m. en la Categoría Abierta.

Yesten participa con los Bravos de San Juan en la USSSA, gracias al esfuerzo de la Fundación Deportiva y Comunitaria Gigantes, Inc. que agrupa niños de escasos recursos de residenciales públicos, de necesidades especiales y disfuncionales acotó su presidente José “Cheo” Cruz.

Yesten, que comenzó en la Liga Pampers en Bella Vista en Bayamón, seguirá jugando con sus Bravos en la segunda y “siore” además de lanzar.

“Para mí el cielo es el límite, quiero seguir jugando y mi sueño es ser un pelotero de Grandes Ligas. Deseo que oren por mí, que me apoyen y ayuden a conseguir mi sueño”, dijo un tanto lleno de esperanza.

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