El Honorable



{Diálogos con mi conciencia}
Por Carlos Eliseo

Realmente no tenía idea de que hora era, pero a juzgar por lo descansado que sentía mi cuerpo mi reloj biológico me decía que serian las 3 o 4 de la madrugada hora a la que usualmente despierto ya que no soy un trasnochador y trato de acercarme a las 8 horas de descanso pero rara vez lo logro, me incline un poco hacia la mesa de noche para ver la esfera lumínica del reloj pero justo antes de abrir los ojos escuche la tonada suave de una voz conocida, pero esta vez tenia la sutiliza de una caricia algo así como un susurro placentero, mi conciencia, ese curioso gusanillo me solicitaba una audiencia, pero esta vez no tenia tono de reproche su tono desenfadado me pareció que encerraba curiosidad:

¿Crees que sea buena hora para hablar un poco amigo mío?

Claro que si, y mas contigo que te conozco desde…pues, que se yo, te conozco desde que me conozco. Hasta a veces he pensado que tú no eres mi conciencia sino mi Ángel de la Guarda.

Gracias, no me tomes por cínico o incrédulo pero ese personaje alado es a mi entender mitológico, un producto del miedo que el ser humano tiene al libre albedrio, a tener que tomar decisiones a veces difíciles, miedo a sentirse solo en un mundo hostil, no, no he encontrado en tus adentros ese personaje, solo me he encontrado al Dios Creador que algunos buscan en los templos e iglesias donde van a pedir permiso para seguir pecando. Yo no soy la consciencia ni el consciente no tengo genero, soy tan neutral como la verdad o solo la línea entre el bien y el mal, un ente real con voz y voto creado con el mismo soplo de vida que tú, pero tan solo eso, no tengo influencias con el jefe, de hecho tú tienes mas influencias que yo, si tu actúas correctamente El te lo tiene en cuenta y te premia, yo solo soy la línea recta.

Bien, veo que hoy vienes muy en serio, creo que tienes una genuina preocupación, pues adelante ¿De qué quieres hablar?

De tu cambio de parecer, no vengo a sermonearte tan solo explícame ¿por qué has cambiado de opinión sobre la política y los políticos?

Te equivocas, yo no he cambiado mi opinión sobre ellos, los que conozco son unos demagogos que simplemente dicen lo que la gente quiere escuchar, conocen sus necesidades y le muestran las soluciones que tienen para todos sus males, sin embargo su cháchara se convierte en promesas incumplidas. En realidad son actores representando un personaje en la vida real y a diferencia con el cine y el teatro donde por su buena actuación el actor o la actriz causan en el público satisfacción y beneplácito, en la vida real al caer el telón eleccionario el pueblo incauto ve como se desvanece la sonrisa maquillada del político dejando paso a los colmillos afilados del depredador y los vítores se convierten en lamentos y las heridas de la traición se tornan en llagas de desilusión hasta que cumplido el término de su mandato saquen nuevamente del armario su maquillaje teatral y cubran sus colmillos y garras, confiados en que “el pueblo olvida”. No, no soy de esos mi querida
amiga.

Me alegro, no sabes lo que me alegran tus palabras pero he sabido que piensas aceptar una candidatura para alcalde, como piensas lograrlo con tu forma de pensar ¿Cómo vas a convencer al pueblo de que no eres igual que los demás?
Con paciencia y perseverancia, todos alguna vez hemos escuchado esta frase: “NINGUNA PERSONA DECENTE SE QUIERE METER EN LA POLITICA PORQUE ES SUCIA, MANCHA TODO LO QUE TOCA”. Si las personas decentes y honradas aceptamos esta falacia estamos actuando en complicidad con el delincuente, el corrupto, el pillo y el sinvergüenza, porque estaríamos aceptando que la honradez está en peligro de extinción y si esto es así somos todos victimas de nuestro propio silencio y victimarios a su vez de la desgracia del prójimo.

Nuestra sociedad está enferma, dicen los expertos en la conducta humana, pero deben comprender que para curar la sociedad debemos empezar por curar los individuos. Los animales cuando andan en manadas actúan y reaccionan de forma muy distinta a como lo harían individualmente, cualquier provocación causa una destructiva estampida; los seres humanos también somos animales aunque racionales por supuesto, pero al igual que las bestias perdemos parte de esa razonabilidad cuando nos constituimos en una masa humana, perdemos el soplo divino que nos diferencia y nos convertimos en el único animal que destruye por placer. Uno de los agentes catalíticos que pueden causar esta reacción, además de la tensión ahora llamada estrés, la drogadicción, la publicidad etc. lo es la política partidista.

¿Vas entendiendo mi punto de vista mi concienzuda amiga?

Creo que sí pero continua, tu pensamiento es interesante.

Bien, antes la persona que denunciaba un crimen era una persona que realizaba un acto encomiable de civismo, o sea un comportamiento respetuoso del ciudadano con las normas de convivencia pública, sin embargo ahora ya no eres un ciudadano responsable y honorable, ahora eres un “chota”, un delator, un rata. Desgraciadamente el uso este vocablo despectivo utilizado por el bajo mundo ha llegado a formar parte en muchas ocasiones del lenguaje utilizado por miembros de la prensa que piensan que haciéndolo demuestran tener “calle”, que no es otra cosa mas que experiencia mundana, lo cual dignifica la condición entes un tanto denigrante de “callejera o callejero”.

Para aumentar la confusión amiga mía, ahora la honorabilidad se ha convertido en un título honorario que se entrega no por merito, entereza moral o ejemplo ciudadano de dignidad, sino sencillamente es parte del botín de guerra ganado en una batalla política después de unas elecciones, creo que el titulo de Honorable les queda grande a muchos Honorables.

Esta es la razón por la cual he decidido aceptar una candidatura política, porque creo que las personas decentes y dignas de Puerto Rico tenemos un compromiso, una obligación moral con la gran mayoría de este país, con esa sociedad decente que sufre en silencio por las arbitrariedades de aquellos lobos que una vez se disfrazaron de ovejas y que cada cuatro años entran al closet a cambiarse de ropa.

Quiero ganarme el titulo de Honorable trabajando por la gente de este pueblo, que no se me entregue como un botin de guerra política, que me lo entregue el mas humilde de mis conciudadanos cuando logre llevar a su vida la paz mental que ahora no tiene, cuando pueda devolver la tranquilidad, la fe y la confianza en sus instituciones, entonces y solo entonces me sentiré Honorable para siempre.

Carlos Eliseo
Agosto 25 2011

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