LA ENFERMEDAD DEL ALCALDE JOSE CARLOS APONTE DALMAU

Por Jose Cheo Cruz

La mayor enfermedad y obstaculo de Jose Carlos Aponte Dalmau es la simulacion junto a la arrogancia y prepotencia manifiesta hasta con sus allegados y acolitos.

La simulación más que un arte es costumbre que incentiva las malas artes pues son medios o intrigas reprobables de que se vale alguien para conseguir un propósito aqui se situa el Principito Jose Carlos Aponte Dalmau de Carolina.

El simulador es astuto, mezquino, perverso, calculador, parsimonioso, emprendedor, pasivo, inmutable, sensiblero, lastimero, pernicioso pore so hasta miente descardamente de algo que onoce a la perfeccion que La Junta de Planificacion no da permisos da endoso o no endoso a los projectos. Pero realmente, el hábito de simular es fundamentalmente una  astucia poco política, de muy mal gusto. Es artificio pero también estudio de calcular con aparente simplicidad e ingenuidad y con seductora vehemencia a otros de ahi las acciones a espaldas del pueblo mientras lo esconden con flores y palams a sobre precios.

Es el arte de callar y mentir en partida doble. La aparente discreción es otro de los atributos del simulador que maneja convenientemente a la perfección. En su interior anida la maldad, por esto guarda en su corazón una cosa y expresa otra como lo ahce a diario Jose Carlos Aponte Dalmau no habla mucho pero roba mucho.

La apariencia lo ayuda a creerse indemne de asumir cualquier responsabilidad y de que otros adviertan su  excesiva teatralidad. Sin embargo, aun algunos reconociendo ese histrionismo dañino y su falsedad encubierta le celebran sus iniciativas preñadas de maldad, la corrupcion de Carolina hoy es GIGANTE.

El simulador como el principito de Carolina,  justifica su estado de vida diciendo que el que no sabe simular no sabe vivir, es la razón por la que tiene pocos amigos y aquellos que ha conseguido en obras buenas pronto se apartan de su lado, desdeñando su proceder. Simular es engañar, no hay ni un funcionario de los que acompanaban a su padre y dijo que todos se quedaban publicamente..

Es desdoblarse y convertirse en otro, apoyando iniciativas ajenas que no comparte, y a la vez preparando la daga de la traición que clavará en el momento preciso. La mente perversa del simulador no descansa, encuentra caldo de cultivo en la falsedad que maneja selectivamente o indiscriminadamente dependiendo de la circunstancia que rodee el caso que le interese, es el funcionario de partido alguno que mas a despedido a funcionarios de su propio partido.

Pero hay algo que olvida el simulador de Jose Carlos Aponte Dalmau y es lo que Louis Josserand advierte sobre la apariencia: “Quien crea una apariencia se hace esclavo de ella”. Considero al que engaña mediante la simulación tomándole prestada una expresión a José Ingenierosñ un tránsfuga de la honestidad, un inválido moral que medra en la mediocridad que lo ampara y que se refugia en la tiniebla de su infamia para esconder sus vicios. 

En la contraparte  de esto la representa Carlos Eliseo Rodriguez Pardo para Carolina la lealtad a una vocación de servir y que ha hecho de él un digno cultor de la verdad, un ciudadano que asumió la política como algo vital, sustantivo y trascendente para salvar al pueblo y adecentar la politica y su administracion. Y ya para ir poniendo término a estas abstracciones que son, seguramente, un tenue reflejo del respeto que siento por Carlos Eliseo Rodriguez Pardo, confieso que he dejado de propósito, para terminar esta reflexión sobre su personalidad visavis a las del Principito dictador de Carolina y su regimen monarquico, un rasgo, una virtud que comprobé digamos a partir del cultivo de su amistad, y es que jamás deshonró su inteligencia con una bajeza, vive como vivió cuando lo conocí, con sencilla, honesta y sacrificada eficacia, aunque es un exitoso empresario que vive olgado economicamente por eso y mucho mas lo preferimos sobre el simulador de Carolina Aponte Dalmau, El Principito para alcalde ydirigente de este pueblo, dehonrado que vive en Sodoma y Gomorra y metido a la mas Gigantesca ola de corrupcion y desahociego colectivo.