EL CHISME: DAÑA LA SOCIEDAD Y EL ENTORNO, EN POLÍTICA UNDE LOS PARTIDOS. Parte II

Por José Cheo Cruz

Los chismosos no deben tener cabida en las luchas políticas, todos los sociólogos antiguos y modernos desde Carlos Marx, Max weber, Martha Hanaken en fin los de nuevo cuños y muy especial el maestro de la política Vladimir Ilich Lenin, han expresado que las luchas políticas, no son más que luchas por la hegemonía del poder de una clase sobre otra y en nuestro entorno por la administración del estado Libre Asociado, es falso que es una lucha por un cambio de status, por ello ningunos de los partidos tradicionales educan a sus huestes sobre como seria el mundo con un cambio de relación económica de ellos y los medios en un cambio de status, eso es un tabú que cada día se engaña o se trata de engañar a nuestra sociedad, diciéndole que su forma de Status es para disminuir la diferencia y reducir cada día la brecha entre el rico y el pobre, a la existencia de tantos pobres y tan pocos ricos que dominan nuestro entorno económico.

En esa constante lucha de clase y su relación con los medios de producción, han aparecido los llamados chismosos, algunos de ellos con cierto conocimiento intelectual que utilizan sus profesiones para extorsionar y vivir de la esperanza del pobre que aspira a un futuro mejor, de tener mas habichuelas y más arroz, poder pagar sus deudas y obtener sus hogares seguros, de eso nada, estos señores utilizan el chisme como ideología política y su norte es obtener ventajas indebidas, posicionarse en el tinglado electoral para frustrar la esperanza del pobre.

Los seres humanos perversos y limitados. Productos del desapego, los pobres vínculos y las carencias afectivas, más su limitada socialización desigual; les lleva a desarrollar estilos de vida descompensado emocionalmente. Las frustraciones, carencias, limitaciones y los prejuicios se van adueñando de ese ser social que, como estilo de preservarse socialmente acude a una de sus crueles armas desadaptadas llamada el acoso moral. El chisme es uno de los recursos que más utiliza el perverso social, diríamos que aprende a desarrollar a lo extremo ese instrumento que, junto a la envidia, los celos y el orgullo son sentimientos complejos, basados en valores.

 El chisme es una conducta, un estilo de vida, que utilizan las personas limitadas psicoemocionalmente, los resentidos sociales, los temerosos e inseguros, así como, los antisociales. Existen chismosos de profesión, pero también de enfermedad; tienen la habilidad, el arte, de saber cuando actuar, simulan situaciones, hacen teatro, cogen poses y hasta suelen victimizarse para que les crean y les cojan pena. Esa plaga social tiene la habilidad de irse debajo de la alfombra y estornudar para contaminar el ambiente. Para mal, el chismoso, abunda en cualquier parte, no tiene clase social predilecta, ni profesión, ni religión, ni color, está en cualquier sitio, y cuando más espacio social tiene, más daño hace. El chismoso divide familias, parejas, amigos; divide grupos, sabe escalar y conseguir sus propósitos, debido a que tiene la inteligencia de saber elaborar un plan, una estrategia que se llama acoso moral. El escritor y poeta Francés Víctor Hugo en su obra “ Los miserables” explica como el chisme, el acoso moral y la perversidad producen en algunas personas el miedo, la inseguridad y el abandono de las luchas sociales. A los perversos sociales que utilizan el chisme se les responde trabajando, con sanidad, con ética, con valores, con sentido de utilidad social. Nunca permitan que el chisme, ni los perversos sociales les contaminen, ni le produzcan su mal estado de maledicencia social, no permitan que nadie, absolutamente nadie, les derrote su optimismo, su fe, sus sueños, ni su esperanza. La dignidad perdura, la vergüenza y el Honor. Sencillamente no se detengan ante el chisme social.

A ojo de buen cuvero dejemos el chisme, y vamos a trabajar para liberaar a Carolina ya dejemos el agua pasada que no mueve molino consume nergia pero no la produce vamos manos a la obra borron y cuenta nueva no cuenta vieja atrevemos a ganar.