AFINANDO LA PALABRA Y LA LUCHA

“No me levanten tanto el santo, que me lo tumban”
. --Juan Vicente Gómez, ex dictador venezolano--

Creo que Puerto Rico ha avanzado con Luis Fortuño aunque falta demasiado por hacer y hay gente a su alrededor que no saben que es el bien común sino el individual, pero sin duda el país ha avanzado y si todos los que trabajan o tiene un ingreso dieran 10 dólares mensuales para los pobres, estuviésemos todavía mejor; pero el país tiene la mitad podrida de pícaros y ladrones, cuya misión es impugnarlo todo y hablar pepla.

Creo que la democracia-libertad son un concepto binario (no dos); y por último: creo que podemos “disparatar” todo lo que queramos en este planeta, pero que es tarea Sísifo luchar contra lo que está más allá de la estratosfera terrestre. ¿Qué escudo magnético impediría que los rayos gamas del Sol nos asen el alma, por ejemplo, en caso que colonicemos a Marte? “¡Ya, ta bueno ¡qué ironía, mi pana ¡).

Ahora bien: no hay que ser malo algunos dicen: ¡Cheo No es fácil!, esa frase es común dentro de los que hace muchos años me conocen mis luchas por la estadidad y el bien común que dista desde hace cerca de los 40 años y no es que sea tan longevo es que empecé muy niño, otros juzgan todavía y buscan  descartarnos por la situación que pasé hace 12 años y por culpa de ellos mismos, porque no fue nada para mi persona y si para la colectividad el PNP y dos alcaldes específicamente, ahora pretenden y buscan a como de lugar aislarnos porque nos tiene miedo a ser denunciados de sus aberraciones ideológicas y de acciones de bien personal y no el común de todos, son buscones y muchos de ellos hasta corruptos, ladrones y delincuentes del ahora, del hoy mismo, no del pasado sino de esta administración ahora mismo los que mantienen una posición gubernamental o legislativa viven del dinero del pueblo, pero no debemos olvidar que la tesitura espiritual del hombre de hoy es más “Light”, más suave, más “cool”; y que es un fenómeno generalizado que confunde más precisamente porque hay personas de “vuelo corto”, que lo quieren ‘politizar’ todo para escurrir el bulto.

Es una absurda forma de ‘objetivizar’ todo en “el otro”, aunque ese “otro”, sea subjetivo; un “delirio”, parto de mentes enterradas en el continente de la ficción; fantasmagoría con la que se sustituye la realidad; el ente real, lo que para los demás es “normal”, ellos deben torcerlo. Y aterrizamos: Quiero desde hace ya varios años tumbar la dictadura de Apontelandia encabezada por el Principito José Carlos Aponte Dalmau el pelele que no manda na’ y corrupto que se ha malgastado todo el dinero del pueblo APRA subir su destartalada imagen y hoy Carolina esta quebrada y nos rechazan sólo por una cosa: ¡por serio!, pero ya el amor del  periódico de ayer no sirve es el de hoy el que vale agua pasada no mueve molino.

Algunos dicen hay que sacarlo ¿Y la mayoría de los que dicen esto, no votan en Carolina? Figuras del negro pasado del PNP de otros pueblos, que son  picapedrero que no pasan de mecánico procesal, que no quieren ganar la alcaldía de Carolina y si vivir ellos bien y a nosotros que nos lleve el diablo, he sido el defensor gratuito del pueblo de Carolina sin paga en las denuncias de la corrupción de los Apontes. ¿Qué se hicieron la gratitud y el decoro?

Aparte de capricho y de dañar la moral ajena, ¿dónde están las pruebas? ¿No es un principio universal juzgar a la gente en base a las pruebas? Y ahora vienen, “El Mesié, los y las  encartado), entre otros, a saltarle por encima de la Constitución promulgada en Puerto Rico y Estados Unidos, para cogerla por los pies, ponerla de cabeza, y pedir que se vayan, sin reparar en los elogios que lanzaron antes, nadie puede ser juzgado dos veces por la misma conducta o situación eso es un simple pedazo de papel.

Un amor así no dispensa de las exigencias de la justicia. Las incluye, las reclama, las radicaliza y al mismo tiempo las rebasa impulsando a dar más y más sin otra medida que el olvido de uno mismo y la generosidad sin límites. Aristóteles en su Ética Nicomaquea nos advierte que, donde existe la genuina amistad (el genuino amor), no hay necesidad de justicia, pero que, donde reina la justicia, todavía hay necesidad de generosidad.