¡Que nada detenga nuestro avance!
Por José Cheo Cruz
En
1998, en un número dedicado a los genios de los negocios del pasado siglo, la
revista Times Magazine elogiaba a algunas de las grandes figuras del
capitalismo estadounidense como Bill Gates, en la informática, Este Lauder en
los cosméticos, Henry Ford en automóviles y de forma insólita a Salvatore
Lucania, llamado también Charles “Lucky” Luciano.
Entonces
¿cómo ha podido un mafioso entrar en esa lista? Luciano, con la ayuda de
Mayer Lansky, fue el cerebro indiscutible de la modernización de la “cosa
nostra” de Estados Unidos en el Siglo XX. Con una clara visión de los negocios,
Luciano transformó una entidad violenta y arcaica en una maquina racional,
discreta y eficaz, gestionada como una empresa capitalista e infiltrada en la
economía legal.
El
mensaje es el siguiente: Al final de la vida de Lucky Luciano, un periodista le
preguntó: “Si tuviera oportunidad de elegir, ¿volvería a hacer las mismas
cosas?”. Lucky le contestó: “Me hubiera dedicado a los negocios legales. Me he
dado cuenta demasiado tarde de que hace falta el mismo cerebro para ser un
millonario estafador, que un millonario honesto. En la actualidad hace falta
una autorización para robar. Si volviera a empezar, me aseguraría primero de tener
esa autorización”.
Ahora
digo yo, ¿cuál es más mafioso? ¿El que autoriza o el que ejecuta el robo?
Sea usted el jurado y ojala que el jurado aplique las sanciones
correspondientes al de cuello blanco que legitimaza el hecho mafioso y al
mafioso que penetra los estamentos del Estado, en Carolina es una mafia de
corrupción generalizada, no hay quien penetre esa mafia por eso lo que hizo
Juan Ortiz Crespo, robarse la energía eléctrica es elogiado por esa mafia que
encabeza José Carlos Aponte Dalmau, y a otros lo destituyen de sus curules en
Puerto Rico, la de Carolina es una mafia impenetrable que todo el que ose
atacarlos es destruido de una forma u de otra, la Ley electoral que impone
$10,000 de multas al primer infractor y $20,000 sucesivamente, observen el
Estadio Roberto Clemente el Profesional en plena 65 de infantería ahí están
violando la Ley Electoral en el anuncio gigantesco con el nombre del mayor
mafioso, en Valle Arriba, en Carruso, en el Museo del Niño o Villa Mosquito, en
múltiples lugares , pero quien los supervisa los inepto del PNP ni cuenta se
han dado ni se dan por enterado, ni saben que eso es ilegal, o sea que se pasan por donde no les da el sol
la ley electoral, para los primeros por portentosos mafiosos, y los segundos
por ignorantes, si total son guardias y andan peleándose como los perros y los
gatos por lo que no han sabido ni organizarse en esta etapa ¡pobre pueblo de
Carolina!, yo me considero un pitbull peligroso, allá los gatos del PNP que
solo están atentos a sus comidas y al desvalido que nos lleve el mismo diablo,
para Ellos las leyes en Carolina no
aplican y no sirven ni para limpiarse el fondillo, porque en Carolina el ingrediente mafioso es un componente de la economía
de estado complaciente frente a la infiltración de recursos en la economía
legal.
Les
aseguro que los cientos y miles de ciudadanos, la mayoría empleados que laboran
cerca del mafioso José Carlos Aponte Dalmau nos dejan saber que José Carlos
va a toda prisa languideciendo;
balbuceando palabras que ni a duras penas resultan convincentes; cayendo por
las pendientes del marasmo; confiado sólo en que los ingenuos se traguen la
espina de sus ofrecimientos; arrodillado irracionalmente ante el chepazo del
Apontismo; conjurando embrujos en los altares del enriquecimiento ilícito;
construyendo su casa sobre las arenas movedizas de las irrealidades; comprando
toda consciencia que decida ponerse un precio y una etiqueta; simulando no
habitar la cueva de las atrocidades en la que resultó el Comité Central que ni
eso tienen ya y el Comité del odio Político y administrativo de su organización
sí existe, pero en el Cabildo Carolinense.
Con
las denuncias de corrupción hechas por sus propios correligionarios del PPD en Carolina andan
persiguiéndolo por todos lados que hasta muchos desearían hasta morir de la
desesperación por la represión gubernamental; pero el alcalde anda “satisfecho
con los resultados personales” que le prodigan sus desaciertos periodos
dolorosos, uno y medio periodos de ejercicios de gobierno Municipal que han atrasado
al pueblo de Carolina mucho más atrás
del 1988; cómplice hasta el tuétano del ejercicio gubernamental diseñado por él
padre y ejercido por su desgraciado
mafioso hijo y compañeros para hacer del Popular alto y del Popular medio los
burgueses y tutumpotes del dinero de la ínsula; aliado y en compadrazgo con
todo político nacional de su partido, que en los fondos públicos ve la fuente
de la acumulación originaria de sus capitales; con el desprecio de la mayoría
de la población Carolinense a la que sus dos gobiernos han sumido en la
hambruna, la ignorancia, la insalubridad y la inseguridad jamás experimentadas
en la tierra de Roberto Clemente Walkers.
El
Gigante Doblado; anda con camiones de dinero para pagar las falsas simpatías;
sin nada qué ofrecer más que un supuesto arcano. Jardines lúgubres a sobre
precios de 13.5 millones de dólares de Jardines Morales que
ante la clarividencia pública sólo se lee como corruptela sin límite e
insensibilidad social y se valora como sus signo distintivo y el museo del Niño
(Villa Mosquito) 60 millones de dólares y el Municipio no tienen fondos ni para
la nomina, bajaran los salarios de los empleados irregulares porque no tienen
fondosá el municipio esta quebrado.
Con
ese pesado fardo viene la candidatura de José Carlos Aponte Dalmau del oficialismo en Carolina. Con tal carga le
es imposible avanzar. No avanza ya, retrocede, empezó a desplomarse y con las
rodillas temblorosas ya rápidamente viene a pedir el auxilio de los bien
muertos que puso a perecer bajo las tumbas. Con el nombre de su querido padre
José E. Aponte de La Torre, eso es oportunismo rampante andan desesperado y sin
rumbo. Las señales están por doquier. Abundan.
La última: el intento de usar al muerto para
querer sobrevivir.
Con eso desean algo que no se les va a dar: propiciar
una polarización que aproxime en algo los números de sus simpatías en el
electorado al nivel estelar, galáctico, estratosférico en que la indignación
del pueblo harto de los Apontes, el pueblo consciente de la reciedumbre,
entereza y dignidad política y gerencial de Carlos Rodríguez Pardo colocan hoy
la preferencia Carolinense por la candidatura Penepeista pero hay gentuza
dentro del PNP que no lo dejan despegar tampoco por buscones y por ser anti
Estadistas y si mafiosos también viven del erario publico.
A pesar de su publicidad aplastante, cuantiosa,
apabullante. Ella se constituye, día a día, en ofensa mayúscula. En ella, la
gente ve el dinero de sus impuestos, del IVU, de patentes, hechos papeles.
Hecho perorata de televisión lo que debería recibir en salud, educación,
salubridad, justicia a tiempo e igualitaria y calidad medio ambiental. Así
reaccionan, rechazando ese intento de tergiversar las realidades; de engañar a
una población que con la gravedad de sus sufrimientos y la carencia de todo
tipo constata sin esfuerzo que en el 2000 estaba mucho mejor que hoy. Absortos
ante esa publicidad y esa perorata que cada vez le son más ofensivas. Como
cuando deben pagar cuentas, servicios de agua y de luz y avituallarse en
colmados, y supermercados. ¡Maldicen al oficialismo y a su candidatura! A la
hora del consumo y de la incapacidad de satisfacer las necesidades se despeña
cada día ese “discurso” en Carolina el desempleo es gigante y los negocios
imposibles ¡Hay OMPU del diablo!
¡Maldita sea!.
Niveles
de frustración mayores continúan cosechándose en quienes instrumentalizan con
la promesa de empleos o negocios que no serán. De aquí la verdad de unos
números que el país volverá a conocer, como rayo de luz que no cesa (¡Ay,
Miguel Hernández, el aguadillano por excelencia de la cuesta del tamarindo,
pocos tienen la grandeza que hay en tu poesía!). Ellos contribuirán a sepultar
la pretensión de responder las ansias populares con arcanos, el jibarito se
levanta con su cargamento.
Un
cadáver. Así viene casi esa candidatura de José Carlos Aponte Dalmau y
Apontelandia. Desvencijada. Cansada. Envejecida. Triste. Desanimada por sus
actos de persecuciones, corrupción, extorsiones y malsanos actos.
¿Cómo
no estarlo? Un simple contador de números y cantor del tintineo de don Dinero
la conduce contra el Titán del hacer, el construir, los sembradíos y las
cosechas, de la dignidad y la entereza que es Carlos Eliseo.
Así
que ¡a arremeter, Penepeistas y Pueblo en general! El adversario está cayendo.
Se desploma. Sólo le queda pretender que se sostiene, ufano. Lo apuntala su
cadena de falsedades: la maquinaria mediática del oficialismo de la dictadura
de Calígula.
Las
últimas declaraciones de la candidatura del PPD no pueden divorciarse de su
cinismo característico. Cuando dicen “crecemos”, el pueblo debe leer “La
candidatura del Principito se está desmoronando”, “¡Cuidado!”. “¡Cuidado!”.
Pronto escucharemos el ¡paf!
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