SIGUEN FESTINDAMENTE VIOLANDO LA VEDA ELECTORAL
Por Redacción de Radio el faropr.com
Mientras el
Gobierno Municipal de Carolina y su Alcalde José Aponte Dalmau, prosiguen
festinada y flagrantemente violando la veda electoral que prohíbe la
diseminación de rótulos que contengan propaganda política resaltando su
nombre en rótulos instalados en diversas áreas de Carolina. Mientras esto
sucede este régimen dictatorial y totalitario de Carolina prosigue
acosando a los empleados fabricándoles casos a granel en contubernio
con la Oficina de Asuntos Internos.
La situación
en que viven los empleados en el Municipio de Carolina es caótica, porque
son victimas del abuso institucional, por la persecución sistemática, el discrimen laboral y la represión que
allí ha instaurado la dictadura Apontista en contra de sus empleados que
exijan sus derechos o protesten de las injusticias cometidas. Hay un
disgusto general y repudio masivo entre toda su fuerza laboral, lo que
pasa es que las campañas de terror que ha sembrado este régimen Apontista, les
ha producido el resultado de sembrar y coaccionar a los
empleados, ante el temor de verse amenazados con perder sus
empleos y por eso se ven obligados a hacer buche y tiempo como cuando se le
adjudica un delito a un inocente y va a parar a las prisiones de este
País.
Quienes se
prestan para fabricarle casos a personas inocentes, no son hombres,
ni conocen la moral, ni tienen dignidad y no pueden mantener sus
conciencias limpias y caminar con la frente en alto frente a sus victimas.
No olvidemos de lo amapuchos de casos para proteger la acciones indebidas y
contrarias al derecho laboral en que incurren los (as) Director@s al
cometer actos que van desde mancillar la dignidad de las personas profiriéndole
palabras obscenas ofensivas, maltrato psicológico, acoso laboral y hasta llegar
al extremo de propinar agresiones físicas a sus empleados, por el mero hecho de
que no les simpatizan.
También
allí existen los empleados rastreros, los que se prestan para cualquier
cosa, incluyendo el acusar a sus propias madres por cinco centavos, con tal de
ganarse las simpatías y protección del régimen y seguir sobreviviendo en
esa maldita selva que es el Municipio de Carolina. Estos tipos son tan malos o
peores que sus opresores porque no tienen dignidad, compasión, ni temor de
DIOS, porque se prestan como gatilleros de encargo para destruir reputaciones e
inferir daños a sus compañeros de trabajo, son los judas modernos de estos
tiempos. Algunos de ellos hasta dicen ser siervos de DIOS, pero en realidad le
sirven al enemigo de las almas porque no sienten piedad de prestarse para
mentir y levantar falsos testimonios contra su prójimo.
En su día
todos ellos tendrán que responder a la JUSTICIA DIVINA y tendrán su día en
corte en el TRIBUNAL CELESTIAL, que es incorruptible y
esta descontaminado de todas las sucias e inmundas influencias
del poder terrenal. Su veredicto y sentencia será en acorde al
grado de sus malas acciones y las consecuencias que de los actos que
deba enfrentar cada uno en su carácter individual.
A todo esto
el Alcalde, insiste en seguir violentando reiterada y
festinadamente las leyes que al asumir su cargo juró defender y
respetar colocando su mano sobre una Biblia juramentando en
vano en nombre de Dios, en un burdo ejercicio de hipocresía al hacer
ahora galas de su prepotencia y sentirse por encima de la ley y el orden
porque cree que el tiene impunidad absoluta, pero a todo lechón, le llega su
nochebuena. Alcalde, no crea usted que aquí en Carolina somos locos o
somos brutos, o que la memoria de este Pueblo es corta, no trate mas de
menospreciar nuestro intelecto, porque en las guerras imperios mas poderosos que el suyo han
caído abatidos y han tenido que tener muy claro no hay enemigos
pequeños que puedan subestimarse.
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