carta que nos escriben


Estimado Sr. Cruz:

Soy un elector que vivo la desdicha de laborar en como usted detalle en sus artículos, el Régimen de Terror del Principe Aponte Dalmau. Años atrás encontraba sus artículos exagerados y hasta ficticios, hasta que empecé a vivir en carne propia el maltrato contra buenos compañeros, muchos de ellos populares, y la pésima administración de Directores mediocres y Gerentes ineptos. Como decía mi abuelo, “cuando uno le ve los huevos al perro es que sabe que es macho”. Este despelote pensé que respondía a la ingenuidad de nuestro Alcalde y las acciones indebidas de sus subalternos. Pero recientemente pude constatar por un Caso al que tuve acceso y los comentarios burlones de los jefes del departamento, que el alcalde más que un culpable por ignorancia, es culpable por alevosía e intención. Da asco ver como se fabrica la destrucción de un compañero que aunque no laboraba en mi area, era bien sabido por muchos que era un trabajador excepcional. Es uno de esos tipos que cuando uno conoce siente orgullo de laborar en un gobierno de gente comprometida. El hecho es que cuando cuestione porque se le describía como un corrupto y mal servidor público, empezó el desprecio y esa sensación de que estoy en una lista negra. ¡En resumidas cuentas se me murió el amor por esta administración, y punto! Ya no veo al Alcalde, a los Gerentes y los Directores con los mismos ojos. Estoy convencida de que si el difunto viera lo que pasa con su Obra Gigante, se abochornaría de lo que pasa en nuestra Carolina. Con lo único que puedo comparar esta administración es con esos casos de sacerdotes que han abusado de feligreses o monaguillos, y luego de decenas de años han dado credibilidad a lo que gritaban esos abusados. Los que estaban de afuera decían que esos sacerdotes eran hombres de Dios y que sus obras y bienandanzas eran según las enseñanzas del Todopoderoso. Hoy son muchos los que se asombran y le resta pedir perdón a todos esos abusados a los que llamaban locos. Eso es exactamente lo que pasa en Carolina. De lejos la gente ve esos jardines, fuentes, museos, el Alcalde con esa sonrisa de que no rompe un plato. Carolina es un bizcocho elaborado por un repostero suizo, en fotos y reportajes es el bizcocho más admirado. Ahora los que estamos adentro sabemos que este suculento bizcocho está hecho con lo que pica la gallina. ¡Y nadie parece escuchar los reclamos de tantos abusados! ¡Ni el gobierno central, ni los legisladores, ni siquiera el Comité Central del PPD donde se que saben muchas más cosas!

Sé que el voto es el arma con la que contamos para escoger nuestro Gobierno, pero este municipio tiene tantas ramificaciones en la prensa, dependencias del gobierno central, la corte  y han levantado una muralla publicitaria tan alta, que no veo luz al final del túnel. Por mi barrio estuvo el candidato del PNP y parece una excelente persona. Sé que usted ha denunciado que este se está rodeando de oportunistas pero pienso Sr. Cruz, que Don Carlos si Dios le da la oportunidad de dirigir este pueblo, escogerá a gente capaz. Esos oportunistas lo carretean, hablan como si fueran los mejores pero yo que conozco a uno de esos, se que a la hora de parir una obra padecen de estreñimiento mental. Ojala que así sea porque aunque también mi abuela decía que, “más vale malo que bueno por conocer”, la situación en esta administración es tan mala que Don Carlos es mi elección para Alcalde. Sr. Cruz usted es la voz de todos los abusados y se por un sobrino que es un excelente promotor del deporte. Siga su fiscalización y estoy segura que Don Carlos tiene en usted un fenomenal aliado. Sé que aunque no lo parezca cada dia hay mas detractores de este régimen y que siendo populares gritan sin miedo, ¡En Carolina yo no puedo ser Popular!

Atentamente,
Una Abusada Mas

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