EN CAROLINA PUERTO RICO NO HAY INSTITUCIONALIDAD

Por Jose Cheo Cruz

En Carolina y mucha parte de Puerto Rico las personas, personalidades y funcionarios gastan mucha energía hablando sobre la necesidad de leyes, reformas, incluidas las del género constitucional, para impulsar el progreso, en particular, el avance institucional en Carolina el gobierno municipal en su yo interno fomenta las violaciones de las leyes y privilegios para sus protegidos actúan como las gangas en las calles y cárceles del país.

Y no solamente hablamos, también proponemos, creamos, presentamos a la legislatura tanto estatal y municipal y hasta aprobamos cotidianamente toda esa papelería inmensa de leyes, reglamentos y felicitaciones que no caben ya en los edificios públicos.

Podemos reunir un extraordinario volumen de documentos que muestran la afirmación anterior. Con el mismo podría formarse una montaña tan alta como el Yunque de Río Grande, y no exageramos. Normalmente, ese esfuerzo, porque en realidad es un enorme ejercicio, va al zafacón del olvido y si del alcalde de Carolina se trata jamás los cumplen si son sus alza cola como el caso de Juan Ortiz Crespo que descarnadamente hizo que el policía Dávila que valientemente le otorgo un boleto de $500.00 y descarnadamente un tenientito de agua con el rango regalado se lo borro lo anulo por que son los dioses  del olimpo del Apontismo desfrenado que dirige el principito y Calígula Jose Carlos Aponte Dalmau.

Ni siquiera las reformas constitucionales, con todo y el espíritu de las letras escritas en blanco y negro se cumplen a plenitud. Nadie puede olvidar aquella lapidaria expresión del presidente dominicano Joaquín Balaguer de que: la Constitución no es más que un pedazo de papel en Carolina no es mas que eso y las leyes ellos no tienen que cumplirlas sino los ciudadanos común y corriente que Bárbaros son eso es parte de la dictadura eso no es democracia, que el gobierno es del y para el pueblo.

Lo que decimos podría aparentar que se inspira en la experiencia de la gestión pública de Carolina, pero igual esa conducta,  esa forma de comportarse, también está entronizada en el sectores privado amiguitos del alcalde, siempre muy llamado a ver fallas en la administración del Estado central que dirige ahora Luis Fortuño, pero suelen también comportarse con parámetros parecidos a los de quienes ejercen el poder público en Carolina.

Ya esta mala practica anti democrática es  parte del ser Carolinense según ellos, a esa gentuza le gusta manejar los asuntos a conveniencia, sin respetar normas y jerarquías y hasta leyes, en atención a intereses particulares. Retener los cambios para armar las cosas desde perspectivas clientelares o de protección de vinculados al régimen dictatorial, sin reparar en los daños que les causan a empresas e instituciones y al pueblo de Los Gigantes y al país Puerto Rico en general, antes la Policía Municipal de Carolina era un prestigio y los delincuentes preferían a la policía estatal antes que la Municipal ahora ya ese cuerpo esta desprestigiado por las acciones ilegales e inmorales que comenten a diario sus jefes de turno Juan Ortiz Crespo el ladrón de energía y Rubén Moyeno el capitán de agua dulce y corrupto por sus extraños confidentes ligados al narcos- estado.

Mientras no trabajemos seriamente para erradicar ese proceder, nos será muy difícil conseguir las metas. Seguiremos haciendo formulaciones, identificando formas y proyectos para avanzar, pero con pobres resultados pero y ¿el PNP como institución? con su silencio es cómplice también de esta barbaridad y de esta atrocidad de corrupción que padecemos y las violaciones de leyes y reglamentos a diario y el pueblo anda huérfano y sin abogados para su defensa..

Es tiempo de dar respuestas diferentes. No basta con la profesión de fe en lo que hacemos, sino de que nuestras actuaciones se correspondan sincera y  honestamente con nuestra prédica. Que las resoluciones, acuerdos, normas y leyes establecidas sean acatados por todos incluyendo tiros y trótanos los ladrones y los serios, los corruptos del gobierno Municipal y nosotros, todos por igual, las leyes son iguales para todos, dice la constitución que “tenemos igual protección de las leyes” menos en Carolina y Jose Carlos ¿que dice o ha dicho sobre el boleto eliminado a Juan Ortiz Crespo? nada lo apoya vehementemente, y anda metido en su closet disfrutando y gozando , sal de ese closet ya, no sigas escondido, dale el frente a nuestros problemas apremiantes y acuciantes, deja tu religión  del de ni pa ya voy a mirar, descarnado Principito. Las leyes son las leyes igual para todos y no podemos pretender modificarlas por conveniencia de ocasión. Es la única forma de fortalecer las instituciones, y progresar.

Lo grave de la Administración Municipal de Carolina y principalmente su alcalde Jose Carlos “el Calígula”, es que ellos son los responsables de haber creado el problema cuando se aferran a no aceptar las cosas como son; cuando insisten en que siempre les asiste la razón; cuando prefieren echarle la culpa a los demás; para no tomar conciencia y responsabilidad en las consecuencias de sus actos. El tratar de instaurar un régimen totalitario da rienda suelta a que los centros de trabajos o lugares de empleos se conviertan en campos de batallas.

Si la Administración Municipal de Carolina que dirige Jose Carlos Aponte Dalmau El Principito, con sus actitudes no cultiva, ni fomenta una cultura sana, incentivos justos y la capacitación de su capital humano, no habrá de manera alguna mejorar  el ambiente hostil de trabajo ni en el seno del pueblo que ellos mismos han creado y que han sometido a sus empleados y al pueblo en general. El arte de gobernar con justicia y equidad estimula un buen ambiente de trabajo y de sociedad civil civilizada yen democracia y equidad, esencial para mantener a sus empleados y al pueblo  satisfechos y comprometidos con su trabajo y con la sociedad, lo que se traduce en un mejor servicio al Pueblo y un mejor lugar para vivir ¿Eso es Carolina Segura y en Paz?  A Dios que baje y nos los diga.