PRINCIPITO USTED NO ES EL CAMBIO
Por José Cheo Cruz
En
reiteradas veces en nuestros medios hemos advertido sobre el peligro que representa que el alcalde de
Carolina logre su objetivo estratégico:
asesinar a la Señora Democracia al continuar con su dictadura.
No
son palabras. En la mente de los miembros de ese grupo del Principito José
Carlos Aponte Dalmau, se ha inoculado de tal forma el virus de la corruptela
que no hay modo de que entiendan que el pueblo de Carolina pertenece a todos,
que la ley prohíbe el uso de los fondos públicos en beneficio propio.
Los
que desoyeron nuestro análisis, desde el 2007, de que el Ejecutivo Municipal
jugaría una carta de centro y no precisamente a favor de su partido el PPD o
alguna de sus candidaturas, ahora deben sentirse incapaces para comprender lo
que ocurre con un gobierno que ha decidido dañar aun más la ya maltrecha
economía Carolinense con tal de sostenerse en el gobierno Municipal mediante la
corrupción más desvergonzada.
Igual
de confundidos deben estar quienes creyeron las palabras de aquel discurso
sobre un Aníbal detenido a las puertas de Roma para no destruirla con las que José
Carlos ha tratado de ocultar su derrota a lo interno del PPD sus lideres
locales ninguno lo quiere porque ni a ellos respeta, por eso maltrata a Luis
David, Hiran Rivera, y como si fura poco al único Legislador elector del PPD
Roberto Rivera Ruiz de Porrás y a Jaime Perellot menísimo al no obtener el
favor de sus Representantes y senadores para recurrir a la figura inconstitucional
de la herencia del poder que le dejo el
muerto José E. Aponte de La Torre y se cree dueño absoluto del municipio de
Carolina.
En
sus discursos de claudicación aboceta un perfil de grandeza que le es
desconocido ya que él no funda historia; medra en las historias conocidas,
especialmente en la lamentable de José E. Aponte de La Torre. Mimético, lo hace
sin carácter y sin brillo. El que él sueña con sucederlo y es mucho más gris,
hasta más oscuro le queda muy grande esa práctica.
En
ese progreso de las sombras deben andar quienes tratan de comprender al PPD y
sus imposiciones de candidatos como el caso de Caguas, tragándose el cuentazo
de que se trata de una organización de clase media al servicio del pueblo eso
es una pura mentira.
Ni
recurriendo a sociología y estadísticas corregirían su error. El origen de ese
partido, el grupo que se apoderó de él, no procedía de la clase media
intelectual sino del lumpemproletariado con algo de lectura y una idea de
superioridad sectaria formada en los Círculos de Estudio. Es lo que dibuja su
carencia de valores; su intransigencia política; su forma de entender que el
gobierno y sus recursos les pertenece; su disposición a hacerlo todo a cambio
del poder: el dios ante el que se arrodilla.
No
hay valores familiares allí, ni credos ni ideales que los lleven a la
compunción; no hay sensibilidad humana sino mero y descarnado interés económico
y ansias de poder; afán de poseer lo que desde afuera del gobierno no pueden
con trabajo honesto. Se saben morir sin los recursos del Estado.
De
ahí que harán todo para quedarse en la alcaldía de Carolina. De ahí su
connivencia con la corruptela y su pánico ante la posibilidad cierta hasta hoy
de que perderán el gobierno Municipal si el PNP se pone pa’ su numero y dejan
de un lado la busconearía los incumbentes que nada hacen para lograr la
liberación definitiva de Carolina. Es en ese marco que tiene sentido su slogan
de que harán “lo que nunca se hizo” para retener el gobierno. “Hacer lo que
nunca se hizo” es asesinar la Ciudad de Carolina. El pueblo lo descubrió y
respondió ¡Zafa! Ahora quieren venir con la máscara de “El cambio” ¿cambio de
que? A más corrupción.
Para
quedarse están regresando a los métodos políticos que el país ha desechado consistentemente
por putrefactos. Sobre la memoria colectiva sobrevuela aún la historia de
aquella señora Doña Delia Munoz en el vertedero Municipal robándose hasta los clavos de la cruz hasta
en el peso de la basura. De ahí que durante el año pasado aumentaran el medio
circulante y todos viven en casas suntuosas y grandes autos por la extorsión 10
taquillas a $500.00 por contratista a cada rato son mucho dinero por proyectos.
Es
obligado recordar las viejas historias ante la permanencia de las denuncias de
contrabando cuyo objeto es garantizar pingües beneficios a los aliados y socios
políticos.
Es
por esa visión del Estado y del gobierno Municipal de Carolina que la
corrupción (ahora con fines políticos-electorales) se elevó durante los dos
gobiernos del Principito uno completo y otro a media. A niveles tan alarmantes
que, recordémoslo, que ha obligado al FBI a mantenerse en vilo con agentes
infiltrados dentro de la casa alcaldía APRA el arresto inminente de los pillos
que divulgaremos como en Wikileaks, El
faropr.com públicamente y ya es conocido.
La
corrupción del Principito José Carlos Aponte Dalmau tiene un objeto: construir
vías a través de las cuales los dineros de los préstamos de bonos por 30 años
que debemos pagar con altísimos impuestos regresen a las arcas privadas de los
miembros del tren gubernamental Municipal y de sus asociados políticos.
La
corrupción del PPD en Carolina y su principito tiene por objeto perpetuar a esa
organización en el poder político.
Y
luego secar al pueblo a golpazos de precariedades, insalubridad, inseguridad,
impuestos y carencia de educación y cultura.
Es
la razón por la que quienes carecen de vínculos con el Principito José Carlos
Aponte Dalmau o renunciaron a tenerlos como yo, ven languidecer sus economías,
caer sus negocios y venirse abajo sus iniciativas.
Las
demostraciones a la afirmación de corruptela abundan en los medios informativos
nuestros los demás medios los han comprado con el dinero robado al pueblo. No
sólo con el tráfico de influencias sino de drogas también, con lo que el
referido nuestro al FBI ya va teniendo resultados sus vínculos a la corruptela Apontista
del principito al recomendar que “la tierra de Gigante Carolina se mantenga en
la Lista del FBI s gobierno de corruptela y relacionados con el narcotráfico”.
Recordémoslo: Le hemos dado al gobierno del Principito el calificativo de
corruptela “endémica”.
Ningún
gobierno de Puerto Rico jamás mereció tal calificativo. Nunca antes tuvimos un
gobierno más corrupto. Un gobierno así es una vergüenza nacional, una lacra
pública.
En
la coyuntura electoral, vigorosa, parece que esta corrupción se enquista en el
contrabando de proyectos faraónicos y abrir a posiciones de sus seguidores y
empleos ilegales . Son facilidades en Carolina que desvían impuestos a favor de
socios de Apontelandia que podrían destinarlos a la compra de voluntades y
simpatías. Como resultado inmediato, debilita la institucionalidad, lo que es
condición para que la delincuencia campee a su albedrío e impunemente a través
de los articulados de las leyes de Puerto Rico.
¡Qué cachaza!
¡Qué barbarazo!
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