LA MISMA VAINA A LA GOBERNACIÓN DE PUERTO RICO

Por José Cheo Cruz

Inseguridad ciudadana, desempleo y costo de la vida son las principales preocupaciones de la población Puertorriqueña, según plantean las encuestas.  Y resulta particularmente curioso que las propuestas de los tres candidatos a la gobernación parecen abordar muy tangencialmente estos tres problemas de nuestra ciudadanía y Alejandro García Padilla no nos dice como conseguirá empleos.

Las propuestas del gobierno de Luis Fortuño distan de ser suficientemente constructivas y detalladas. Claro que la lucha contra el narcotráfico está en la agenda de todo candidato a la gobernación. La pregunta es cómo. ¿Cuáles son las políticas públicas puntuales que se estarán asumiendo para controlar ese flagelo? ¿Cuáles modificaciones legislativas son imperativas para ese fin? ¿Cómo resolver la situación de impunidad en muchos tribunales con abogados pre pagados por los puntos les pagan igualas mensuales para ello y jueces que se venden? Y la lista de preguntas sigue interminablemente, sólo para encontrar respuestas que no pasan de discurso improvisado, que no se basan en datos concretos y que no cuentan con una propuesta programática real e integral que constituya un compromiso exigible a un eventual gobernador o si se queda el que esta Luis Fortuño.  

Lo mismo ocurre con el desempleo y el costo de la vida. Se abordan en las discusiones políticas de forma aérea, con falso heroísmo y con compromiso débil que probablemente no pase de palabras: hacer crecer la industria, el turismo, la producción comercial y agrícola que esta abandonada ni secretario de agricultura tiene Fortuño hoy día para aumentar la producción agrícola y aumentar las exportaciones, etcétera.  ¿Algo nuevo? Si tomamos los discursos de hace cuatro, ocho o doce años, estaremos ante los mismo temas y las mismas propuestas “novedosas” que vendrán a cambiar las vidas de los Puertorrqueños.

Ante un debate Gubernamental, nos queda la duda de qué dirían los candidatos a la gobernacion al ser cuestionados, uno tras otro, sobre estas y otras problemáticas nacionales. Con las líneas ideológicas desvanecidas y una campaña basada en temas tan repetidos y manoseados que simplemente han degenerado en clichés,  quizás la expectativa de la discusión entre candidatos se encuentre desbordada. El reto de los candidatos está ahí: traer ideas realmente nuevas, propuestas realmente constructivas y, sobre todo, que no tengamos que escuchar tres a cuatro versiones de distintos colores, pero que resulten ser más de lo mismo.