SAPOLANDIA LA TIERRA MALDITA DEL CANECO

Por Radioelfsropr.com

La hipocresía es la puerta por donde se introducen en la sangre de muchas personas los virus mortales de la falsedad, la deslealtad, el egoísmo, y las mentiras. También la hipocresía es el colmo y el conjunto de todas las maldades juntas tal y como se manifiesta y ha sido sembrada la mala semilla del Caneco en Sapolandia la Tierra Maldita. En Sapolandia de Carolina (OPM) hay zafias, arpías  sapos ranas y hasta renacuajos contagiados con ese mortal virus. Todos están infestados se venden como Monjitas de la Caridad, pero  son fieles practicantes del ocultismo y de las plegarias que le rinden  al enemigo de las almas, bien guilladitas pa' después cantarse de cristianas..

Como las brujas de Salem, se reúnen casi todos los viernes en el apartamento de un Sapo Mayor que les sirve de anfitrión. En ese  lugar se llevan a cabo las come latas y bebe latas de todos esos Sapos y Ranas que son insaciables y lo que parecen son barriles sin fondos, porque comen más que una lima nueva, se beben hasta el Orinoco y son como un "vacum cleaner" que arrasan con todo en las fiestas. El pobre hombre que dentro de su soledad aparenta ser sincero, se convierte también en un Sapo Mayor que se une al coro de la misa negra del "Opus Dei" de Sapolandia la Tierra Maldita del Caneco Victor Rodríguez Mangual.

Oye Caneco aprende que la falsedad no tiene rostro y uno no debe temerle a sus enemigos, sino a los falsos amigos que te echan el brazo por los hombros, esos son siempre la real amenaza. En el Sapolandia la Tierra Maldita que has creado en Obras Públicas también hay un renacuajo frustrado y descerebrado que sacaste de la oficina y que tiene un grave problema de definición y se las pasa hablando diabluras y disparates a granel.

 A todas esas Sapos y Ranas tan pronto se les montan las lenguas viperinas en bolines por las bebidas espirituosas se montan en tribuna y comienzan a despotricar contra sus jefes políticos José Carlos Aponte Dalmau y Víctor (CANECO) Rodríguez Mangual y contra todo el que puedan enredar en sus bochinches parceleros de poca monta y de orilla. Caneco a pesar de que tú nunca nos has simpatizado y no has sido santo de nuesmi devoción, no me gustan los actos de traición y debes tener mucho cuidado porque se fraguan allí agendas ocultas en tú contra. Caneco pon en cintura a toda esa gentuza que te clavan las puñaladas traperas entre el vino, la cerveza y el romo que se meten al cuerpo todas esas ranas de cloacas que te atacan a tus espaldas y de frente te dicen que son tus "amiguitas". Caneco ojo al pillo, mira que de cualquier malla sale un sapo y también varias ranas y ahí en Sapolandia tú tienes una colonia infestada de ellos.
 

Caneco ahí te dejo ese Toyos, tú lo fabricantes...resuélvete como puedas, ese barrigón no es mío y recuerda que al que hierro mata, del cielo le caen los clavos..