TODOS NOS PREGUNTAMOS ¿CUÁNDO ME TOCARÁ A MÍ?


Por Jose Cheo Cruz

Cada día que pasa nos abruma el sentimiento de indefensión ante el crecimiento sin ningún control de la inseguridad ciudadana. Es como una epidemia que se expande sin barreras ni tropiezos, un mal que se nos aproxima por todos los costados aquí en Carolina Puerto Rico tenemos la ruta de la Muerte en la Avenida Bardorioti de Castro circuncidante al aeropuerto Internacional.

En el año 2011 se registraron más asesinato que nunca antes y hoy vamos por el mismo camino. Nuestro índice de homicidios sigue incrementándose, afianzando a Puerto Rico entre los países del mundo con mayor número de muertes por asesinato.

Grandes redes de rostros ocultos y organizaciones clandestinas desarrollan a gran escala una innumerable diversidad de negocios ilícitos, cuyos principales rubros son: el tráfico y distribución de drogas, la venta de armas, el contrabando, robos domiciliarios y el secuestro. Los grandes oferentes se vinculan con medianos y pequeños distribuidores, ampliando sus tentáculos hasta las comunidades de nuestros barrios, Residenciales Públicos y campos, los centros educativos, las cárceles y otros espacios de nuestra sociedad.

En ese mercado se genera un mundo de vida propio, con sus pautas de conducta, modelos y símbolos. En él se construyen prácticas de violación a los derechos más elementales: a la vida, a la dignidad y al respeto. Quienes más padecen los efectos de este modo de vida son los pobres, por la vulnerabilidad en que se encuentran la desigualdad social que padecemos somos uno de los de mas desigualdades sociales en el mundo Puerto Rico No lo hace mejor na’ eso es un embuste garrafal y nadie se abochorna o le pone el cascabel al gato.

Las instituciones del Estado, responsables de garantizar el derecho a la seguridad de los ciudadanos, han colapsado ante este grave problema. La complicidad se teje a través de múltiples puntos de intersección entre funcionarios públicos y las redes del delito, distribuyéndose en cascada desde las jerarquías institucionales hasta niveles más inferiores es un patético caso el de Carolina donde le jefe de seguridad es un delincuente falsifica hasta los informes a Home Lan security del gobierno Federal y no reimporta tan afrenta ya le publicamos una de las evidencias en poder del Gran Jurado sobre como se conspira para defraudar al fisco Federal Juan Ortiz Crespo no debiera ser nadie en el Municipio de Carolina por ser un Puerco y delincuente.

Los poderes del Estado, al no crear y promover eficientemente las condiciones necesarias para que el derecho a la vida, a la integridad física, a la protección de la propiedad, al libre tránsito, entre otros, sean derechos efectivos, crea por omisión un ambiente de anarquía y desamparo que propicia la propagación del delito y de relaciones de violencia social. La impunidad es a todas luces un factor de promoción del delito Jose Carlos Aponte Dalmau es un propulsor ya actos de los delincuentes en el Municipio y fíjense que uno de sus candidatos ha sido acusado por enviar a sicarios a tirotear a CONTRINCANTE EN LA Central de Canóvanas.

El gobierno de Carolina con Jose Carlos Aponte Dalmau a la cabeza no ha mostrado suficiente voluntad política frente al problema, más allá de algunas notables iniciativas, especialmente en la promoción de la dadivas de rango incoloros a sus alicates policiales. El gobierno estadal, tampoco muestran grandes avances en esa línea.

Hasta ahora solo se siente el clamor ciudadano, a través de la prensa, las manifestaciones de calle, los foros de reflexión, etc. Únicamente cuando este clamor se convierta en exigencia y castigue electoralmente la indiferencia, la complicidad y la impunidad, quizás comencemos a salir de este empantanamiento y de este atolladero de Los Aponte en Apontelandia vamos súmate al cambio, Carolina despierta que se nos cae la casa encima..

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