ALIMENTANDO LA MELAGOMANIA CON DINERO PUBLICO.
Por
jose Cheo Cruz
Jose Carlos Aponte
Dalmau el Principito de Carolina, no le sirven las sandalias del padre debería
saludar de mi parte a los miles y miles de indigentes a quienes entrega Bombillas
de Barat Obama, Uniformes de béisbol para los niños, vinos para los periodistas
y payola para Rubén Sánchez, Luis Enrique Falu el de Falucidades, para Tele
Once etc. , canastas navideñas, porque el dinero con el que él se disfraza de
filántropo proviene de los impuestos que pagamos todos los Carolinenses y
Puertorriqueños en general. Y como en la cena faraónica con la que agasaja a sus
supuestos invitados que sus directores y empleados le regalan de $500 a $1000
dólares por platos por cuatro o cinco veces al ano y ¿quien se cree eso? solo los incautos
ciudadanos, las botellitas de agua con su imagen, exijo también que
pongan la mía, la de Jose Cheo Cruz el Ombudsman de Carolina ,porque yo soy un
contribuyente, y él es un empleado público que no tiene ningún derecho a usar
de los bienes del Municipio ni de la
nación para alimentar su megalomanía.
Esto que estoy pidiendo lo pueden pedir todos los ciudadanos de este pueblo, porque el fisco es la concreción de lo público, y todavía no vivimos en una Monarquía (al menos legalmente), aunque tengamos un alcalde que se cree un Monarca, y una práctica política en la que los senadores tienen un “barrilito” clientelar, los Legisladores manejan “asignaciones especiales”, y los ministros de su “evangelio” Apontista se convierten de la noche a la mañana en tutumpotes de alta prosapia. Nadie ha declamado más que Jose Carlos Aponte Dalmau sobre la institucionalidad, e incluso impulsó una persecución ahora hasta contra estudiantes de 4to ano y la de los empleados en el ODAI no tiene parangón, ni barbaridad mas cruel en el mundo de la democracia que incluso va en contra de la Constitucionalidad en la que el país Puerto Rico se define como “un Estado social de derecho”, pero si leemos su práctica, no su discurso, nos damos cuenta que es la rúbrica del súper-ego del yo autoritario de la historia Carolinenses la que él reproduce.
Si el clientelismo existe es por la negación de los derechos sociales de los ciudadanos. Y ese fardo clientelar es el modo como la práctica política de Carolina en Apontelandia ha contribuido con la delincuencia. ¿Qué es Jose Carlos Aponte Dalmau entregando una canasta , un uniforme de béisbol para niños, si ya el deporte lo destruyo totalmente y de Capital del deporte somos hoy la parcelita de deportes en Puerto Rico y eso lo sabe todo el mundo lo que pasa es que no es deporte practicar lo que el es experto: jugar Yas.. o un sobre con dinero proveniente de los contratistas extorsionados, a pobres de solemnidad? Un simple mortal transformado en un Dios engreído que encanállese la vida espiritual del pueblo de Carolina, se aprovecha de la pobreza, y se enreda en la simbología de la dureza de toda la recurrente modalidad opresiva con que se actúa desde el poder en países como el nuestro. Es un político desencajando a su antojo la pobrísima estructura institucional del municipio, hurtándole a la educación o a la salud recursos suficientes para modernizar un hospital u atender las escuelas.
Y es algo más peligroso, porque entraña la construcción de un poder personal desmesurado, que desde los órganos del Estado ha tenido el privilegio de ir instalando un dispositivo de control que lo ha reagrupado todo (dádivas de beneficencia, bonos estudiantiles, bono-gas, tarjetas solidaridad, los contratistas vienen obligados a dar el 20% de sus ganancias y lo encubren diciendo que sus oficiales le donan al alcalde cantidades de $500.00, $400.00 y hasta mil , como Rubén Moyeno y Deborah Rivera que siempre aportan sus $400.00 o $500.00 cuatro veces al ano es un fraude mayúsculo, nóminas secretas con fondos públicos, bono-luz las Bombillitas de ahorro de energía de los fondos ARRA, permisibilidad para el enriquecimiento de la estructura de dirección del partido oficial, la perisología inexistente en OMPU que para poner un carrito de hot dog hay que llamar al Diablo y si es un joven buscando graduarse de cuarto ano y pone un lavadero de auto y pinchos se inventan a ultima hora normas y reglas que en la cabeza de trogloditas solo existe, ¿de donde sacan que Advance Auto Part porque presto sus facilidades cambio el permiso de uso? que Barbaridad Castellano, la Legislatura Municipal y tu tienen que decir algo ante esto, legislaron en la Policía Municipal sin su consentimiento, y ¿cuando Juan González Casillas uso todo el equipo del Municipio de Carolina, del Pueblo,. los camiones Bombas de los Bomberos, Manejo de emergencias, la Policía Municipal para lavar carros vender pinchos, hot dog y hamburgués en la iglesia que el visita de la 65 de infantería frente a Los Colobos? No era peor porque la constitución dice que hay separación de iglesia y estado, saben que tenemos fotos, declaraciones juradas y lo tiene el Departamento de Justicia también.
Y porque ¿no se
aplican la ley ellos mismos? Porque, hay doble vara y persecución selectiva, el
Teniente Millán sabe que se lo levante ante los comandantes de la Policía
Estatal y los padres de los estudiantes, no hubo respuesta a este asunto, pero
Rubén Moyeno “ El Mr Confidencia del Narcoestado” Carolinenses llego como a las
5:30PM cuando sabia que ya no estábamos en el lugar, si su sargentito Moyenito
por excelencia ni le tomo el nombre de la persona encargada de la actividad y pretendió
que otros le hicieran el trabajo, ya que no sabe so Ratón de dos patas, y súmele
el dominio de los medios de comunicación y de comunicadores por la vía del
dinero, rentismo, control de partidos políticos “opositores” amordazaron al PNP,
que no dice ni esta boca es mía, hasta dijeron la gente de Eric Correa que esto
es territorio Popular así se expresan quienes se supone traigan la diferencia,
Señores ¡Esto se jodio aquí!, coaptación de “intelectuales”
historiadores, y artistas y un largo etc. con los conciertos de costos
elevadísimos que nadie va). Y si a ello agregamos ahora el dominio pleno
de la corte de Justicia de Carolina, es
claro que todos los engranajes de la sociedad están en sus manos y nosotros con
un periódico azuzando y tratando de espantar al León y solos.
Jamás habíamos sentido tan nítidamente la impotencia de vivir en una sociedad secuestrada. Nada hay ahora mismo en este pueblo de Carolina que no esté bajo el control personal del principito Jose Carlos ponte Dalmau, si en día pasado llegue a un parque de béisbol y un dirigente comprado de las pequeñas ligas me dijo, “ten cuidado que si el alcalde te coge te saca de aquí” , ¿Qué tu hace aquí?. De manera que el principito es una figura ascensional, que resume más de ciento cincuenta años de historia que ocupan los “imprescindibles” y ególatras, en el largo rosario que ha gobernado este país Puerto Rico. Pero todos tenemos derecho a exigirle. Aunque Jose Carlos Aponte Dalmau cree que su pasta divina suspende la verdad cotidiana, es bueno recordarle que todo su glamour y bonhomía se financia con los impuestos que pagamos todos los ciudadanos. Y que él se puede creer el sueño mismo de lo grandioso, pero en cada canasta de vinos que entrega, en cada sobrecito con la dádiva para un uniforme de pequeñas ligas para los niños $1,200.00, está el sudor del pueblo de Carolina, la producción de riqueza del aparato productivo, el futuro truncado de un pueblo que es hoy el campeón de la corrupción en el mundo.
Que salude de mi parte a los miles y miles de indigentes a quienes entrega canastas, que pongan mi foto en las botellitas de agua, y que todos le pidamos lo mismo a ese ser que usa el dinero público para esculpir el epitafio de la ambición que se erigió a sí mismo hace 5 anos y lo heredo el Rey, su padre Jose E. Aponte de La Torre, no lo lucho, no se lo gano, muerto gano su padre, así somos y así seguimos con el inmovilismo de la oposición que no es nada más que bultos y mentiras.
Pero la polarización parece estar obrando ahora a favor de la
unidad democrática del pueblo de Carolina. Si el alcalde fuera reelecto, está a
la vista que tomará su votación como un mandato de profundizar su catastrófica
gestión. Todos los que presienten semejante desenlace comprenden que no tienen
otra salida que apoyar sin reservas a Carlos Eliseo Rodríguez Pardo.
Porque
al destino de las universidades, los estudiantes, los deportistas la
inseguridad ciudadana, los perseguidos políticos y los medios cercados, las
víctimas del crimen desbordado y de la carestía, el desempleo y el fracaso de
los servicios; a esos aspectos palpitantes, digo, se agrega la disyuntiva de
paz o violencia, diálogo u odio, reencuentro o exclusión, que según los
estudios de opinión es la que a estas alturas determina la conducta de la
mayoría de los Carolinenses aunque el PNP ni cuenta se haya dado.
El
problema se reduce a saber quién representa la paz y quién la violencia.
Paz
es cambio; violencia, perpetuación.
Si
como puede verse, al final del enorme esfuerzo personal que hacemos solos y sin
ayuda de nadie y de los centenares de líderes disidentes al PPD de Carolina que
nos respaldan quedara despejado este dilema, el resultado sería ampliamente
favorable a la unidad democrática. Abandonar el estilo de torear los insultos,
sería darse con las espuelas, oscurecer lo ya clarificando y descabalgarse en
mitad del río.
Cuando
se distingue entre dictaduras dadas a permitir elecciones y dictaduras
herméticas, de las que en América queda una, creo que se pasa por alto que
estas no son opciones sino posibilidades. La propensión totalitaria busca
saciarse cerrando el círculo, ocupando los espacios residuales y haciendo de la
sociedad Carolineneses algo parecido a una bola de billar, lisa, sin
irregularidades ni disonancias. Que lo logre o no depende de la resistencia que
encuentre en cada espacio de autonomía.
Es una lucha por pulgadas de terreno. O
los espacios son ocupados desde el poder, o logran conservar sus fueros
democráticos y aún ampliarlos. Por eso no cabe la abstención, lugar abandonado
es lugar dominado por el otro.
En
conjunto se trata de una gran batalla política que también se propone ganar la
opinión nacional e internacional, razón por la cual es vital disponer de causa
legítima. ¿Y cuál más legítima que la paz? Es una competencia de alegorías. Así
como la paloma de Picasso es la alegoría de la Paz, el llanto de los dolientes
del alcalde como lo vimos actuar el sábado en Advance Auto Part ensancharse
contra unos adolescentes indefensos y padres responsables bien podría ser la
alegoría de la Guerra.
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