COMPARACION COMPARACION DE CAROLINA PUERTO RICO Y LA ALEMANIA NAZI.DE CAROLINA PUERTO RICO Y LA ALEMANIA NAZI.


Recopilado por Redacción de radio el faropr.com

Ante la barbarie de lo que se está viviendo en Carolina y el tribunal inquisidor llamado Departamento de Asuntos Internos (DAI) todo esto en Apontelandia de Jose Carlos Aponte Dalmau  en el siglo XXI, en Puerto Rico y dentro de un territorio Norteamericano frente a la aberrante “sentencia” de unos juez serviles contra los empleados del Municipio de Carolina y los policías, hecha a la medida del teniente coronel Jose Carlos Aponte Dalmau, ante la persecución ilegal contra cientos de empleados indefensos, hombres honestos que solo buscan ganarse el pan de cada día para sus hijos y sus familiares y otros Carolinenses, no puede evitarse el pensar en la vigencia de lo planteado en el libro “Los juristas del horror”, de Ingo Müller (traducido al español por Carlos Armando Figueredo). En radio el faropr.com nos tomamos la libertad de reproducir el Prólogo que se escribió  Eduardo Casanova,  con motivo de su publicación en español, que, visto que ya no podemos negar que lo que hay en Carolina, Puerto Rico es una dictadura de tendencia nazi-fascista, todo lo que se dice en ese libro tiene cada día más vigencia. Aquí en Puerto Rico.

¿Qué pasa cuando la justicia deja de ser independiente y se hace política? ¿Qué ocurre cuando la justicia se pliega a los amos del poder en un país? En el caso de la Alemania nazi, lo que pasó fue inenarrable: No menos de seis o siete millones de ciudadanos, hombres, mujeres y niños, asesinados en un santiamén. Millones de desplazados, de muertos por hambre y enfermedades. Centenares de miles de ciudadanos perseguidos y martirizados. Miles de personas inocentes privadas de sus derechos más elementales. Centenares de miles de seres humanos condenados por jueces y fiscales que actuaban, aparentemente, bajo el imperio de la Ley.

A partir de 1933, es decir, desde que el Partido Nacionalsocialista llegó al poder, el ser opositor, o hasta el no ser nacionalsocialista, se convirtió en un crimen penado por jueces y fiscales. Luego del asalto al poder de los nazis, las cifras de presos políticos se multiplicaron varias veces. Y cuando Alemania se vio envuelta en la guerra que, para bien de la humanidad, acabó con el régimen hitleriano, se vieron casos que parecen haber salido de la imaginación del más exagerado de los novelistas. Soldados que por haber dicho que la guerra iba mal fueron fusilados, o que, por haber saciado su hambre con manjares destinados a los jerarcas nazis, fueron ahorcados. Desde luego, los que peor la pasaron fueron los judíos, convertidos por iniciativa de uno de los grandes “juristas” del nacionalsocialismo, Carl Schmitt, en “el enemigo” por antonomasia de aquella Alemania que, después de haber dado a Bach, a Goethe, a Beethoven y a centenares de hombres que llegaron a ser el orgullo de la humanidad, se rebajó a ser la patria de Goering, Goebbels, Rosenberg, Himmler y otros monstruos, dirigidos todos por un cabo fracasado, fanático, desequilibrado, demagogo, populista y carismático, llamado Adolf Hitler, que ni siquiera era alemán sino austriaco el de aquí en Carolina es un “alemán” de raíces Cayeyanas y que sus socios son desequilibrados y desviados sexuales por montones, vivimos en Sodoma y Gomorra, con las Buchachas y los Buchachos de Apontelandia y muchos ladrones que son tan buenos que un supervisor como Tapia le dona $1,000 como si anda ¡Si Pepe! ¿Y ese cuento quien lo cree?.

Pero ¿Cómo se llegó a ese extremo en materia jurídica? ¿Cómo pudo un país tan avanzado caer en manos de “juristas” que justificaban todos los crímenes de los nazis en nombre del “honor” alemán y de la “grandeza” alemana? Aquí es en nombre de la ¿“grandeza de Apontelandia”?

Ingo Müller, auténtico jurista, estudioso del derecho y de la historia de Alemania, narra con la precisión de un cirujano todo el proceso que llevó a la “justicia” alemana a convertirse en una aberración, proceso que en realidad no se inició con los nazis, sino que venía de los tiempos del Imperio y que, por desgracia, no cesó con la caída del Tercer Reich, sino que se prolongó en el tiempo y permitió que aquellos “horrendos juristas” siguieran dañando a Alemania y no recibieran el castigo que merecían, aquí murió Jose E. Aponte de la Torre y el hijo por herencia recibe el poder y este abusa de el y de los súbditos empleados y del pueblo Carolinenses.

Müller narra infinidad de casos en los que puede verse y palparse lo que vivió Alemania en manos de “juristas” politizados, convencidos con fanatismo y mentes primitivas de que en un proceso revolucionario, como lo fue el proceso nacionalsocialista alemán, la justicia estaba obligada a someterse a la voluntad del caudillo (en ese caso de Adolf Hitler), porque el caudillo (el Führer) está por encima del bien y del mal. La abyección de los jueces politizados y fanatizados llegó a tal extremo que uno de ellos, uno de los más importantes, manifestó públicamente lo siguiente: “El trabajo del juez no debería (ser) restringido por (…) por principios de seguridad jurídica formalista y abstracta, lo que es más, (los jueces) deberían hallar líneas claras y, cada vez que fuese necesario, sus límites, a través de las opiniones jurídicas del pueblo que han encontrado su expresión en la ley y que han sido incorporadas por el Führer.” ¡El Führer, un desequilibrado, ignorante y fanático, enemigo a muerte de los abogados y de la justicia, debía ser, según el “jurista” nazi, el orientador de los jueces! Los resultados de ese primitivismo fueron, entre otros, el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial: Millones de muertos inocentes, millones de seres desplazados y condenados a vivir un infierno en la tierra.

Pero hay mucho más. En especial interesa lo que se resume en el siguiente planteamiento del autor: “La prontitud de los tribunales en plegarse a los deseos de sus dueños políticos no se limitaba a los casos penales ni a las discriminatorias Leyes Raciales. En todas las áreas del derecho y en toda clase de tribunales, los opositores genuinos o supuestos del régimen eran privados de sus derechos legales”. He allí lo que todo pueblo debe sufrir cuando un régimen autoritario o totalitario copa todos los espacios y obliga a todos los poderes a humillarse ante el Ejecutivo. El humillado, finalmente, es el pueblo en pleno, que se ve privado de sus más elementales derechos, especialmente de su derecho a la justicia. Eso lo pagó bien caro el pueblo alemán, pero más caro lo pagó, en uno de los capítulos más negros y terribles de la historia universal, el pueblo judío. Y también otras colectividades consideradas “inferiores” por los bárbaros nazis, enemigos de la libertad, Carolina vive hoy de igual forma la dictadura de Apontelandia son ya 28 anos con el yugo y muchos dicen que estamos bien en Republica Dominicana en la era de Trujillo este ganaba las elecciones con un 95% de los electores, ¿se les parece aquí a Carolina verdad? Que hasta el PNP esta sometido a la dictadura .

Los Juristas del Horror, de Ingo Müller, es un libro que todo ser humano debería leer con cuidado y atención, para evitar que la perversión de la justicia se repita. Que nunca más la justicia se politice y se coloque en situación de servilismo frente a un Poder Ejecutivo intransigente y antidemocrático. No hay justificación alguna para que en nombre de una revolución se le haga tanto año a pueblo alguno, ¡Despierta Carolina!.

La Editorial Actum ofrece a los lectores de lengua española esta traducción realizada por Carlos Armando Figueredo, jurista venezolano, Doctor en Ciencias (Mención Derecho), como una manera de alertar a los pueblos acerca de los peligros que implican el fanatismo y la irracionalidad cuando, en nombre de una revolución, convierten a algunos abogados en siervos de una corriente política en la que imperan el populismo y la demagogia, o, como dijo en su momento el escritor Rolf Hochhuth, en Horrendos Juristas, si en Horrendos Juristas que el Lcdo. M. Díaz,   residente de las Parcelas Carmen vecino de mi adorado hijo dona según los papeles de mentira ante la CEE $1,000 de ¿su pecunio?, ¡Si Pepe! Ni su madre de Vega Alta se lo cree, es un esquema de esconde los contratistas extorsionados pero serán descubierto el contratista Juan Antonio San Miguel se declaro culpable y dijo ante el juez que cooperaría con la Fiscalía Federal, los nervios de Delia Muñiz están insoportable y le ha dado vomito y diarrea espera, pacientemente que tu día llega y tendrá que justificar como diste una vez mas $1,000 para el dictador Jose Carlos en su cumpleaños en el Hotel San Juan.

Comparen este cuadro de la Alemania Nazi contra la dictadura de Jose Carlos Aponte Dalmau si te opones a ellos no te dejan ni entrar a un estadio de Béisbol, las amenazas llueven y pasas las de Caín el calvario es enorme, pero seguiremos para adelante para liberar este buen pueblo de Carolina, Puerto Rico y esperen la pantomima de lso recaudos y los cuatro cumpleaños al ano, en el ultimo sobre $62,000 colectado y figurado con mentiras, no aparece ni un contratista dando dinero y el Presidente de la Federación de Voleibol de Puerto Rico Nelson Pérez sin su dirección, ni numero de identificación donando $1,500 dólares ¿a cuenta de que? si este fue candidato a alcalde por el PNP de Lares ¡Que bárbaros! Botaron la pelote, este niega haber dado dinero alguno al Principito esperen este escándalo pronto y les recuerdo que vive en Encantada Trujillo Alto.

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