EN CAROLINA PROHIBIDO OLVIDAR


Por Redacción de Radio el faropr.com

En Carolina no se puede votar por el Partido Popular Democrático  (PPD), pues eso significa el avalar la corrupción, el abuso de poder y el oportunismo político de los tradicionales carreristas políticos que han vivido toda su vida entetados, pecado a la teta de las arcas municipales. El Municipio de Carolina bajo la dirección de José Carlos Aponte Dalmau, El Calígula de Carolina, se ha convertido en una cofradía secreta donde impera un escenario de represión hacia todo aquel que no se someta a la voluntad de ese régimen totalitario dictatorial. En el Municipio de Carolina no existe la libertad expresión  ni de palabra, ni la libertad de asociación consagrado en la primera enmienda de la Constitución Federal que Franklin Delano Roosevelt consagro como un derecho universal y mucho menos la democracia que se dice defender y que emblemáticamente forma parte de la bandera del PPD y de su filosofía de partido.

Una cosa es la que se dice y se proyecta en las campañas  cada cuatro años y otra es la que luego los que resultan electos hacen cuando se allegan al poder económico y político. El Municipio de Carolina es una piñita muy dulce para unos pocos y selectos amiguitos del Principito Provincial que disfrutan de los privilegios de engrosar con jugosos contratos sus pecunias. En el municipio de Carolina lo que hay es un refugio de un escogido, de garrapatas y oportunistas políticos de la peor ralea y calaña que usted pueda imaginar. Muchos de ellos no son de Carolina, no viven en Carolina, por lo que ni votan en Carolina porque son exportados de la periferia de otros pueblos cercanos. La gente de Carolina quizás ni se imagina o no sabe de los vía cursis que someten a los empleados municipales que son perseguidos y hostigados al extremo, cuando no son de la confianza del régimen totalitario que allí existe.

Esa gente es tan mala, y tan mala, que si fueran a parar al infierno, el enemigo de las almas los sacaría de allí inmediatamente quedando en el limbo infernal, porque serian capacees de apagarle el infierno y congelarlo para apropiarse de esos aposentos. Es decir que ni en el propio infierno los quieren de tan malos que son. Allí en el municipio, los empleados son vigilados al extremo porque hay mucha desconfianza de que se puedan revelar asuntos delicados que puedan trascender ante la opinión pública y dañar la falsa imagen de honestidad que durante 28 largos años ha proyectado en la pantalla pública la Administración Municipal del PPD en Carolina, ahora te espian hasta tus llamadas telefónicas desde una guagua Jeep Negra con unas antenas que usted ve estacionada en lugares estratégicos no velando al criminal y si al que consideran enemigos de la Dictadura. En el Municipio de Carolina el acoso y la persecución selectiva contra los empleados desafectos es la orden del día, así como lo son las prácticas de corrupción y las jaiberías de estas garrapatas para atracar y drenar las arcas municipales.

Hay muchos directores que lo único que son es ser malandrines y facinerosos, abusadores con los empleados que tienen a su cargo a los cuáles los someten al más deshumanizante maltrato y menosprecio personal. Los abogados que hay en el Departamento de Asuntos Interno (DAI) la GESTAPO de Apontelandia, solo actúan como verdugos y ejecutores de sentencias de encargo y  no guardan respeto alguno por la clase togada y los cánones de ética que deben observar los letrados en cuanto a ser objetivos e imparciales y apegado a la verdad de los hechos en sus actuaciones. Mientras todo esto sucede se esfuman una vez más las esperanzas de que se produzca un cambio radical en el escenario político de Carolina, que sea de beneficio para el pueblo y no de unos pocos a expensas del mal de muchos que son victimas de la injusticia social que allí impera.

La doble moral que impera en el Municipio de Carolina y la irresponsabilidad y el irrespeto de como se malversan y se depilan los fondos y los recursos públicos, de los que contribuimos al erario público en: matitas, Palmitas, baile, botella y baraja. La doble moral es esconder la mentira y practicar la restricción mental para sostener la mentira autorizada jerárquicamente, repitiendo muchas veces una mentira para que se lo crean y el egocentrismo del alcalde no tiene parangón en la historia política de Puerto Rico. La doble moral es injusta porque viola el principio de justicia conocido como la imparcialidad.

Mientras tanto y muy tristemente, aquí en Carolina no vemos oposición política alguna , pues el PNP esta sumido en una catarsis y durmiendo el sueño de pancuco. A veces pensamos que el PPD en Carolina con sus acciones ha venido haciendo todo lo posible por perder y el PNP todo lo indecible para no ganar, porque en realidad no hay motivación real , ni mucho menos hambre de triunfo. El Partido Nuevo Progresista (PNP) esta en un estado comatoso severo donde ya le han suministrado la extremaunción porque la prognosis médica no es alentadora. Eso significa que este sufrido pueblo tendrá el castigo de tener que soportar por cuatro años más al Principito y su claque y turbas de inmorales, para desgracia de este pueblo.   Toda la culpa de esta desgracia la cargaran los propios lideres locales del PNP que tras bastidores le han venido serruchando el palo desde el mismo momento en que fue nominado el candidato a alcalde Carlos Rodríguez Pardo y el mismo lo reconoce en su articulo titulado “A seis Meses de su candidatura” los lideres incubentes y medios para una vez más echarle un jabón al sancocho y hacer como Maria Gargajo que escupen la manteca para ver si esta caliente  y una vez mas  dañarlo todo motivo por el cual históricamente un 36% de los electores del PNP no creen en sus propios lideres y son tan desfachatado que le echan la culpa al pueblo Estadista de Carolina, cuando los culpables verdaderos son los dirigentes locales y Centrales que no inspiran confianza alguna, el Pueblo recuerden conoce al ciego durmiendo y al cojo sentado.

Muchos amigos populares se nos han acercado para dejarnos saber que habrá un movimiento para dañar la papeleta municipal porque no habrán de votar por el Principito Jose Carlos Aponte Dalmau y su séquito de malignos y perversos lambones. La consigna de los cientos de populares y sus familiares afectados desde ahora es "Prohibido Olvidar, en Carolina no soy Popular" habrá una gran abstención electoral eso se lo aseguramos y si el PNP no arregla als cosas y se ponen para su numero votaran menos electores que en anos anteriores pero al sumar sigue la dictadura de Apontelandia y eso es preocupante y no se abochornan por ser buscones de marca mayor, identifícalos a los María Gargajo de la Vida que escupen la manteca para ver si esta caliente ni hacen ni dejan hacer, sacados para siempre ya atrévete Muévete PNP.

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