TRES JOYITAS PARA LA HISTORIA
Por Redacción de Radio El Faropr.com
Aquí en
este País que todo esta patas arriba, no dejan de faltar los personajes
cómicos y como dicen que la ignorancia es atrevida aqui vamos con el primero de
los fascineros como lo es el actual Alcalde de Vega Baja el
Ing. Iván Hernández. A este trucutu político de pacotilla se le
ocurrió la brillante idea de presionar a sus empleados de
"Confianza" para que asistieran obligatoriamente a todas las caminatas
del PNP y de la misma forma aportar económicamente a la causa, utilizando para
ello un vocabulario obsceno e intimidante constitutivo de acoso psicológico.
Ese tipo de conducta no es propia de un Primer Ejecutivo Municipal que debe
proyectar un claro norte de valores éticos y morales. Varios líderes del PNP
han querido justificar lo injustificable en despachar este asunto como una
"novatada" de dicho Alcalde.
Este es un mal que no solamente se limita al pueblo de Vega Baja, aquí en Carolina y en Río Grande sucede lo mismo con la conducta que han reflejado sus Alcaldes José Carlos Aponte Dalmau y Eduard Rivera Correa al haber presionado a sus empleados a favorecer las candidaturas de sus pupilos y ahijados políticos en los pasados comicios primaristas, para ellos imponer su voluntad a fuerza de sus molleras políticos. Por eso es que todos juntos son tal para cuál, porque el poder y el egocentrismo ciegan y nubla el entendimiento de los seres humanos. No hay diferencia alguna entre el PNP y el PPD porque todos ellos han utilizado su poder político y económico y todos los recursos habidos y por haber que usted pueda imaginarse para imponerse a la fuerza rompiendo voluntades y hasta brazos y cuellos también.
Estos tres tipos que no merecen llamarse "Honorables" han tenido estrechos vínculos con acciones deshonestas, son arrogantes, altaneros y han actuado en forma antiéticas al utilizar todo su poder para intimidar y acosar psicológicamente a sus empleados. Ellos han llevado a cabo mediante el ejercicio de sus cargos una forma de violencia psicológica sobre un grupo de personas con la evidente intención de causar un efecto intimidatorio que reponda a los caprichos personales del acosador. Al ellos poner en práctica dicha acción que solo persigue el objetivo de quebrantar moral psicológicamente a las personas para que se sientan acorraladas y en total estado de indefensión.
Este es un mal que no solamente se limita al pueblo de Vega Baja, aquí en Carolina y en Río Grande sucede lo mismo con la conducta que han reflejado sus Alcaldes José Carlos Aponte Dalmau y Eduard Rivera Correa al haber presionado a sus empleados a favorecer las candidaturas de sus pupilos y ahijados políticos en los pasados comicios primaristas, para ellos imponer su voluntad a fuerza de sus molleras políticos. Por eso es que todos juntos son tal para cuál, porque el poder y el egocentrismo ciegan y nubla el entendimiento de los seres humanos. No hay diferencia alguna entre el PNP y el PPD porque todos ellos han utilizado su poder político y económico y todos los recursos habidos y por haber que usted pueda imaginarse para imponerse a la fuerza rompiendo voluntades y hasta brazos y cuellos también.
Estos tres tipos que no merecen llamarse "Honorables" han tenido estrechos vínculos con acciones deshonestas, son arrogantes, altaneros y han actuado en forma antiéticas al utilizar todo su poder para intimidar y acosar psicológicamente a sus empleados. Ellos han llevado a cabo mediante el ejercicio de sus cargos una forma de violencia psicológica sobre un grupo de personas con la evidente intención de causar un efecto intimidatorio que reponda a los caprichos personales del acosador. Al ellos poner en práctica dicha acción que solo persigue el objetivo de quebrantar moral psicológicamente a las personas para que se sientan acorraladas y en total estado de indefensión.
Estos
acosadores de oficio, se valen de su poder y autoridad como un recurso de
manipulación y desprecio mediante la creación de un ambiente hostil y de
inseguridad que cree las condiciones para la intimidación colectiva. Esos actos
cuando provienen de los que ostentan el poder formal se hacen más repudiables,
porque estos se aprovechan de una condición de privilegios políticos y sociales
que han sido delegados por el mismo Pueblo que se convierte también en victima
de esas acciones. Ya ha señalado Maquiavelo en su obra El Príncipe "que el
fin justifica los medios" lo cuál es una mala praxis política, cuando los
gobernantes ejercen el poder de dos maneras, una haciéndose amar por sus
gobernados o dos haciéndose temer por ellos. "Cuando la intimidación
y el acoso político se ponen en práctica, aumenta el riesgo de la pérdida
de derechos sociales y de la libertad, el más preciado tesoro que
posee todo ser humano".
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