UN DIABLO VESTIDO DE SANTO
Por Redacción de Radio El Faropr.com
En
Carolina, la Tierra del Gigante Arrodillaos, porque así es que ha
tenido a este Pueblo la Dictadura Apontista por espacio de 28 años, no hay
libertad de expresión porque todo lo controla la censura y la opresión que se
ejerce contra sus empleados y ciudadanos que osan elevar su voz de protesta
contra las arbitrariedades y abusos de esta funesta Administración
Municipal. El Alcalde José Carlos Aponte Dalmau, quién es producto de
haber cursado los grados elementales, intermedios y superiores en un Colegio
Cátolico y que asiste con gran regularidad a la iglesia, no sabemos que tipo de
religión lleva para con el prójimo, según lo dictan lo diez mandamientos.
"Amaras a tú prójimo como a ti mismo".
Puede que
este señor haya recibido la mejor educación que provee tener buenos recursos
económicos para costearla, así como también el asistir a la iglesia
consistentemente, pero eso ni te convierte en el mejor ser humano y
ni cristiano para las gradas, si no puede interiorizarse en
uno un verdadero acto de contrición con humildad, para poder
establecer esa conexión con el Ser Supremo, para así arrepentirnos de
nuestras faltas y pecados cometidos. El hombre es un ser imperfecto y
pecaminoso, así somos todos y eso es Ley de Vida y no hay quién diga lo
contrario, caminando de frente al Sol y con los pies firmes en el
planeta Tierra.
Por el
comportamiento que ha demostrado como Alcalde, José Carlos Aponte
Dalmau hasta ahora, es evidente que de nada valió la educación y el
adoctrinamiento religioso que recibió durante tantos años, así como sus
constantes incursiones a la iglesia como un supuesto devoto católico
practicante, solo con el fin de aparentar lo que nunca no ha sido, no es ,
ni nunca será, un buen cristiano pues ese señor es del coro de voces del
enemigo de las almas. Ese señor solo obra con el interés de obtener beneficios
de exposición pública, por aquello de que lo vean de cuerpo presente y la gente
piense que es un apóstol, pero en su interior solo lo que destila es soberbia y
ambición personal por el poder desmedido para arremeter con saña y
malignidad contra todo el que disienta de su estilo prepotente, irracional
y abusivo contra los humildes y desposeídos que claman por justicia.
Que
sepa este señor que representa el feudalismo y la dinastía Apontista que él no
está exento de la mano larga de la Justicia Universal, y que en su día el
tendrá que rendir cuentas de sus malas acciones, así como todos sus fieles
seguidores e idolatras desquiciados que se han convertidos en cómplices
de un Gobierno Represivo y Dictatorial, que se hace burla y semejanza con
el Gobierno de Luis Fortuño, porque no se sabe quién de los dos es más
malo, pelafustán y sinvergüenza ni dan ni dicen donde hay.
Defendemos la Libertad de expresión e
información así como el derecho a la intimidad son derechos humanos que deben
ser garantizados y protegidos por el Estado para que puedan ser ejercidos con
respeto, conciencia, veracidad y objetividad.
La libertad de expresión y la intimidad
son derechos que se integran a los llamados derechos de la personalidad, que no
son más que atributos inherentes al ser humano y que configuran su núcleo más
intimo e invaluable: el derecho al nombre, a la nacionalidad, al honor, a la
imagen, a la intimidad, entre otros.
Ambos derechos son vinculantes; sin
embargo, entre ambos hay diferencias técnicas, legales, operativas y éticas que
deben ser abordadas. El contenido y alcance de los mismos ha dado lugar a una
profusa legislación internacional e interna que ha procurado interpretar y
aplicar su fundamento particular, procurando armonizar el ejercicio de estas
libertades individuales con el respeto a lo más esencial del hombre: su
dignidad.
El derecho a la libertad de expresión e
información ha sido una de las mayores conquistas de los estados democráticos y
es considerado como un elemento esencial de estos sistemas de gobierno.
Su ejercicio plantea dos manifestaciones íntimamente relacionadas: la libertad
de expresión de ideas u opiniones, y por otro lado, la libertad de
buscar, investigar, recibir y difundir información de carácter público dentro
de los parámetros legales.
La libertad de expresión e información
nace con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, establecida en el
artículo 19 y ampliada con la adopción de pactos y protocolos internacionales
así como una profusa doctrina e interpretación jurisprudencial, integrándose,
finalmente, a las constituciones de las sociedades democráticas.
La Constitución de Puerto Rico consagra
la libertad de expresión e información, y establece de manera programática los
derechos de los informantes y de los informados y adiciona a este contenido un
párrafo único que se lee como sigue: “El disfrute de estas libertades se
ejercerá respetando el derecho al honor, a la intimidad, así como a la dignidad
y la moral de las personas, de conformidad con la ley y el orden público” eso
no lo cumple Jose Carlos Aponte Dalmau y su dictadura es un gobierno déspota.
En cuanto al derecho de intimidad y al
honor, su aparición es mucho más reciente y su evolución se vincula
estrechamente con el auge, fuerza y penetración de los medios de comunicación,
que han desbordado, en algunos casos, el afán de captar y difundir información
con fines inadecuados y fuera de los propósitos primarios y los que
reciben dinero a cambio de favorecer un régimen de opresión y carente de
libertades que Juan Ortiz Crespo que le pregunta a los Policías y sus
empleados “que de que color es su
sangre”, refiriéndose al partido a que pertenecen.
Las primeras referencias del
posicionamiento y respeto a este derecho personal se encuentran en el contenido
de la IV Enmienda de la Constitución Federal americana, la cual ha sido
interpretada ampliamente por los jueces de la Corte Suprema Federal de Los
Estados Unidos quienes por vía jurisprudencial han configurado el
contenido y alcance de este derecho fundamental y sus delimitaciones frente a
la libertad de expresión y difusión.
En esta
la Semana del Profesional Administrativo, enviamos un cordial saludo y
reconocimiento a todos aquellos empleados municipales y estatales que honran la
vocación de un verdadero servidor público con decencia, integridad y
transparencia. Pa' los corruptos y facinerosos que abusan de su poder
con chanchullerias, NO...y NO...y No!...
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