LA CULTURA DE LA PAZ SÓLO ES POSIBLE EN UNA SOCIEDAD DEMOCRATICA TOLERANTE NO EN LAS DICTADURAS COMO LA DE APONTELANDIA.
Por
Jose Cheo Cruz
Solo en regimenes totalitarios pasan als
cosas que vemos en la dictadura de Jose Carlos Aponte Dalmau y su gentuza que
lo adula y actúa cónsono con los designios de gente sin escrúpulo como la mujer
policía Reina Coreano que se a atrevido a amenazarnos con darnos cuatro
galletas y cuatros balazos hasta donde van a llegar esta gente, le dan 60 días
adicionales a la Sargento Iris Sánchez por persecución supuestamente revelar
dos fotos de dos gendarmes durmiendo en horas laborables, uno de ellos Guiva el
desdichado que me dio $900.00 en tickets y que Dios se lo ah cobrado con creces
,dejándolo invalido por su maldad, ahora quieren acusar a todos los que creen
son nuestros informantes pero no acusan a Reina Coreano que además de convivir
con Rubén Moyeno ah sido acusada de darle protección y andar con el Narcotráfico
en Carolina, y el teniente Jhonny Cruz con la Mujer Policía Aviles que esta embarazada siendo el casado,
le fabrican casos a los empelados de todas las dependencias y eso es violencia
institucional y discrimen a granel, la doble vara, persecución selectiva a
favor de los lambe ojos de la dictadura.
Pero no aprenden que hay que tolerar en
al democracia es una ley así lo determina la Constitución Federal y Estatal tolerar
es aceptar la pluralidad en todos sus campos y expresiones. Es respetar las
ideas, visiones, credos y prácticas de los demás, aunque difieran de los
propios, siempre y cuando todas se ajusten a los principios, valores e
instituciones sobre los cuales se sustenta la democracia.
La tolerancia como virtud cívica y como
valor ético sigue extraviada en el ambiente político Carolinense. Parece imposible
lograr ese consenso mínimo, indispensable para que la democracia funcione
civilizadamente; la convivencia pacífica, en medio de las diferencias, sigue
siendo una asignatura pendiente en nuestra tierra del gigante Doblado Carolina,
porque históricamente ha prevalecido la intolerancia como práctica política
nociva. De ahí han surgido los radicalismos y la larga confrontación en
Apontelandia la dictadura.
El diálogo constructivo entre contrarios
no ha sido posible y parece que no bastan los cientos de muertes y asesinatos de manos de la
delincuencia desbordada en este régimen dictatorial monárquico del principito
Jose Carlos Aponte Dalmau, para entender y aceptar que el único camino hacia la
paz pasa por la tolerancia y el debate civilizado. La cultura de la paz sólo es
posible en una sociedad tolerante, caracterizada por la diversidad ideológica y
cultural,
Señores de Apontelandia, tolerar es
aceptar la pluralidad en todos sus campos y expresiones. Es respetar las ideas,
visiones, credos y prácticas de los demás, aunque difieran de los propios,
siempre y cuando todas se ajusten a los principios, valores e instituciones
sobre los cuales se sustenta la democracia que debemos vivir en este siglo XXi
en Puerto Rico menos en Carolina.
La tolerancia, junto a la justicia, la
libertad, la igualdad ante la ley, la participación ciudadana y la soberanía
popular son pilares sobre los que debe sostenerse todo régimen democrático.
Obviamente no hay que confundir la tolerancia con la indiferencia ni con la
permisividad ante posiciones o prácticas socialmente perjudiciales
La diversidad, la heterogeneidad, las
diferencias y la pluralidad, son, desde todo punto de vista, enriquecedores y
vitales porque generan interacciones, cambios, transformaciones y dinamizan los
procesos sociales. La homogeneidad absoluta no es posible y sería un freno al
desarrollo.
La tolerancia debe ser un compromiso de
todos, de los ciudadanos, de las comunidades y desde luego del Estado. Puerto
Rico, menos en Carolina, es un país pluricultural, diverso, variado. Carolinenses,
Boricuas, Gigantes,, tumba brazos, etc., tenemos distintas maneras de actuar y
de expresarnos y dentro de esa diversidad se dan también las diferentes
visiones del mundo y de las cosas y a partir de ahí surgen las ideologías contrarias
como algo consustancial a la democracia. Es así en todo el mundo. Ninguna
sociedad es homogénea y aquí pretenden que todos respaldemos ombligados a la
dictadura de Jose Carlos Aponte Dalmau, el Principito Calígula.
En Carolina, Puerto Rico, por desgracia,
los contrarios no se reconocen como adversarios políticos sino como enemigos
irreconciliables y cada uno señala al otro como único responsable del problema.
No se permite el disenso, la obstinación es eliminar al contrario. La
hostilidad se exacerba permanentemente y copa todos los escenarios donde
deberían reinar el diálogo y la conversación constructiva.
El insulto, el agravio y la ofensa
marcan un estilo practicado desde siempre y afianzado por el verbo incendiario
y escatológico del principito Jose Carlos Aponte Dalmau y sus seguidores fabricadores
de caso en el DAI , represivos, abogados socialistas-comunistas. La
discriminación en Carolina, se ha
disparado también. Todas las expresiones vulgares a la oposición comienzan con
expresiones descalificadoras, igual ocurre con los funcionarios y el alcalde candidato del PNP Carlos Eliseo
Rodríguez Pardo; las críticas contra su desempeño han estado siempre marcadas
por el odio y el resentimiento. En un pueblo cargado de tanta juventud, hay
quienes se creen que ésta no es capaz de sacar al municipio de tanta
desvergüenza.
Tanta intolerancia atenta contra el
derecho a la vida, crispa los ánimos y acentúa la confrontación; las amenazas
contra líderes políticos, deportivos, políticos, sindicalistas, periodistas son
intensas y la muerte asecha por ser disidente ¡ ¿Hasta donde pretenden llegar
señores? Con una Policía represiva, unos abogados mentirosos y fabricadores de
la supuestas verdad, jefes de agencias como caneco delincuentes comunes,
bandidos..
Muchos hombres y mujeres disidentes,
sufren en serio, el riesgo de ser apresados, secuestrados o asesinados por
bandas criminales que, con nombres como “La piedrita, “los enanos”, anuncian
que “tienen la orden de apresar” a dirigentes de oposición y a miembros de
organizaciones de mujeres y defensores de derechos humanos en Carolina, la
policía Municipal de Carolina están participando en las matanzas de ciudadanos
y se las achacan al narcotráfico, y hasta saben quienes están colaborando con
los delincuentes y el FBI investiga y esperamos sean apresados y eliminados
para siempre.
A todos los acusan de manejar un
discurso de dictadura y de derecha, de inventar que hay delincuencia,
desempleo, corrupción, narcotráfico, de criticar la nueva revelación de cambio
son politiqueros y violentos fomentan la delincuencia y la violencia a todos
los niveles. Mientras tanto, los no violentos, unamos voces de paz y de
reconciliación y soñemos con una Carolina donde quepamos todos y donde
prevalezcan la convivencia y la justicia social en un cambio de gobierno
sacando y extirpando la delincuencia institucional y la violencia institucional
de Apontelandia.
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